Margarita

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Camino por una larga vereda rodeada de rosas, la paz que se respira huele a miel por las mañanas y pan recién horneado, parece que estoy descalza, mis pies lucen más pequeños, estoy desnuda, no existe ningún bello enraizado a mi cuerpo, tengo el cabello más corto y huele al café que alumbraba las mañanas de mi abuela. No sé dónde estoy pero me siento tranquila, no hay dolor ni malos pensamientos

O vaya¡ Ya lo recuerdo, tomo de mi cabeza y  no siento la sangre brotar, no veo a nadie más en este hermoso lugar, solo estoy yo. Es que acaso habré muerto? Si es así entonces estoy en el cielo, pero qué es eso? Parece ser la casita de Hansel y Gretel, o no, no es cierto, es la casa de mi abuela, no puede ser otro lugar porque huele al exquisito caldo de gallina que solía preparar, los bichos de las hojillas del laurel flotar en la superficie en compañia de las verduras del exquisito manjar. Me acerco poco a poco, comienzo a ver más cerca de mi al suelo, parece ser que me he encogido pero finalmente estoy afuera de la casa

Golpeo la puerta pero al primer manazo ya se ha abierto, entro con delicadeza porque a la abuela nunca le gusto que entrara deprisa, decía que la vida corriendo terminaba más pronto. Si es su casa, me lo dice el olor a cloro por el piso, la televisión prendida con la novela del medio día, tal parece que no avanza del mismo capítulo pero a ella le parece ser que es la primera vez que el protagonista borracho se lleva a la fuerza a una bella mujer en un caballo, mi abuela jamás lo ha superado, nunca se perdía de vista ningún capítulo, sigue siendo la misma. Brotó de mis labios una cálida sonrisa cuando de pronto la veo subir por las escaleras, al parecer no ha notado mi presencia, de ser así ya habría protegido mi cuerpo con sus inconfundibles sábanas olor a lavanda

La sigo y hemos llegado a su recámara, toma del teléfono y con emoción desplega los pies del suelo mientras exclama "Estas embazada". Mi abuela esta hablando con alguien, su hija pequeña, mi madre, pero ella esta muerta, entonces, dónde estoy?  

Me acerqué a ella pero no puede verme, mis manos traspasan su cuerpo y repite, dos, tres o cuatro veces "Voy a ser abuela"

Pero es que no te has dado cuenta que ya la tienes? Soy yo¡ Estoy aqui... Y doblegada ante su indiferencia de pronto ella tomó de mi hombro

"Ya estas segura mi amor, siempre estaré contigo pero no es el momento de venir hacia mi, el caldo de tu abuela estará listo para ti, solo para ti cuando hayas cumplido tus deberes en esa tierra" 

Me observa, lo hace con esos ojos que solo Dios podría tener, pero yo quiero quedarme aqui, no necesito regresar a ese lugar donde tú no estas para defenderme, donde no estuve yo para defenderte a ti cuando gritabas mi nombre

"Cómo lo hago?"

                        "Dibuja una margarita en medio de tus tormentas y te prometo que allí estaré"

Y una vez más, deje de verla...

__ Luci, regresaste¡ 

Viaje a SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora