Tribunales

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Hoy era el día que Cate deseaba evitar durante mucho tiempo, si tuviese una bola mágica le encantaría poder desaparecer de este mundo. Le tocaba ir a los tribunales en contra de John, este quería visitas obligatorias con Agnes pero eso a Cate no le agradaba nada.

Lo peor de todo es que para poder alejarlo de Agnes tendría que recordar su pasado horrible con el y tener que quedar vulnerable frente al juez y a una pequeña audiencia.

Suspiro mientras miraba la televisión, al menos le habían dado permiso en el trabajo para poder ir tranquila sin correr de lado a lado.

-¿Está bien?-la voz de Emy la trajo de vuelta al mundo

Cate la miro y sonrió triste, no estaba bien, pero tampoco mal. Simplemente estaba preocupada.

-No lo sé- murmuro Cate poniendo sus manos en su rostro- solo quiero que esto termine rápido y sin complicaciones.

Emy que tenia a la bebe en sus brazos se sentó junto a Cate y le besó la frente.

-Espero que todo salga bien Cate, si pudiese hacerlo algo lo haría-dijo triste- pero solo nos queda cruzar los dedos y esperar a que ese juez sea uno racional.

-Ojalá- dijo Cate, se levantó y tomó sus llaves y su teléfono. Tomó su bolso y lo cruzó en su brazo- nos vemos en unas horas, cuando salga del tribunal te llamaré para que sepas qué tal ¿esta bien?

-Por supuesto- Emy se levantó y la besó en los labios- te amo Cate, suerte- le sonrió

-Gracias Emy, te debo una y mil más- la beso de vuelta, miro en los brazos de Emy y besó a la bebe que jugueteaba con la ropa de la mujer menor.

-Adiós a ti también mi vida- dijo mirando a Agnes.

Ya una vez se despidió de ambas se dirigió a la puerta y dio una última sonrisa melancólica y partió en dirección al tribunal.

Emy se había ofrecido a cuidar a la bebe, ya que ahora Cate no confiaba en su madre. Aun no habían hablado pero se imaginaba que sería un desastre total. Emy se estaba arriesgando pues cuando su padre la fue a dejar temprano al instituto ella espero a que él se fuese y corrió al autobús para ir a casa de Cate. Falto a clases pero eso no le preocupaba.

-¿Ahora que haremos tu y yo?-le preguntó a la bebe como esperando que le respondiera.

-Tienes razón, debo darte de comer- le besó la frente- y a ti también- dijo mirándose al espejo.

Dejo a la bebe en su silla para comer y cerró los seguros, se dio media vuelta y comenzó a buscar las papillas que Cate habían hecho ayer, dijo que las había guardado en un plato.
La encontró y la puso en el microondas por 1 minuto y medio, tampoco quería quemarle la lengua a la bebe.

Mientras tanto saco una tostada y le puso mantequilla y comenzó a comer mientras veía a la bebe. Era igual a Cate, rubia con ojos azules deslumbrantes y una sonrisita tan dulce.

-¿Quien es la más bonita?-preguntó a la bebe

Esta solo se reía sin entenderle nada

(Por otro lado)
Cate miró el reloj, estaba bien en la hora. Estacionó el auto a las afueras del tribunal de familia y comenzó a caminar hasta el.

Al llegar suspiro y entró

Camino por lo pasillos fríos del tribunal hasta que vio en su camino a John entrando Justo a la audiencia que a ella le había tocado.

Esperaba que este fuese un buen día

Una vez dentro ya, junto al juez ambos se tuvieron que levantar para saludarlo.

Señorita Blanchett Donde viven las historias. Descúbrelo ahora