Casi en el cielo

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(Más adelante les indicaré cuando activar la canción)
-Aquí está - dije sacando ambos vodkas de mi mochila, al verlos levantó una ceja- ¿dos?- me preguntó como si le hiciera gracia- eres una borracha Emy.

Me puse a reír.

-creí que necesitabas sentirte bien, con una nunca basta- dije tratando de soñar casual.

-Ven vamos- me indicó que la siguiera, caminamos hasta el salón de la casa, Cate se sentó en el sofá, era uno de color rojo llamativo.

Me quede admirando su casa, era muy grande y muy bonita, la mayoría de su decoración era moderna, pero tenían su estilo tradicional.
En la pared habían fotos de ella y de su esposo, un hombre imbecil si me preguntas, ¿como puede menospreciar a una mujer como la que tiene junto a él?

-Siéntate Emy- dijo haciéndome un espacio en el sofá- vamos siéntete como en tu casa.

Me recosté en el sofá quedando frente a ella, muy cerca.

-Dame eso- tomo el vodka y lo abrió, lo posicionó entre sus labios y bebió un sorbo largo- agh maldicion, esto quema.

-Esa es la gracia- dije coquetamente mientras le quitaba la botella para tomar yo un sorbo.

-y bueno Emy- dijo acomodándose- ¿haz hablado con el cavernícola de Matt?- dijo jugando con su cabello.

-Ayer quiso hablar conmigo- dije la verdad- no quise escucharlo obviamente, no tengo tiempo para idiotas, solo personas importantes.

Me miro con curiosidad, tomo otro sorbo poniendo una cara chistosa cuando el alcohol pasaba por su garganta.

-¿quieres comer algo?- me preguntó para romper el hielo.

-no gracias, no tengo nada de hambre- en realidad si tenía pero no de comida precisamente.

-Vengó en seguida- dijo levantándose y caminando sensualmente hasta donde yo creo es la cocina.

Me quede sola en el salón sentada ahí observando el lugar donde había estado sentada Cate.

Tenía una casa bastante grande, tome un trago de vodka, el cuerpo comenzaba a pesarme un poco, no estaba acostumbrada a tomar cosas tan fuertes.

Al rato Cate volvió.

-Lamentó tardarme estaba comiendo algo, sabes con todo esto del estupido de mi esposo, no comí nada- tomo vodka- que tonta soy, mírame sufriendo por un hombre que no vale un centavo.

-Concuerdo contigo- me miro - no deberías estar sufriendo por el- la mire a los ojos- eres una mujer increíble Cate, no dejes que los demás te hagan daño.
(Activar cancion aquí)

Desvió la mirada con nerviosismo, era primera vez que la veía tan nerviosa, miró al suelo y sacudió la cabeza como tratando de batallar con algún pensamiento.

-Gracias- me respondió mientras seguía tomando vodka.

Dejo la botella entre nosotras, era lo único que nos separaba, estábamos tan cerca, pero no nos mirábamos solo observábamos el suelo.

-Te agradezco que hayas venido, necesitaba a alguien como tú- dijo al fin alzando la vista- en realidad necesitaba que precisamente tu vinieras.

La mire sorprendida con lo que me acababa de decir.

-¿sabes Emy? Hace unas horas atrás creía que el mundo se me venía abajo, pensaba que no tenía cómo seguir viviendo, una idiotez, ahora pienso totalmente distinto, a la mierda lo que piensen los demás, a la mierda los demas, no tengo porque darle explicaciones a nadie y ellos tampoco a mi.- puso su mano en mi muslo- hace mucho tiempo que me obligó a mi misma a dejar de lado lo que quiero realmente , por lo que los demás piensen y por lo que ellos dirán de mi, pero ya no me importa.- me miro a los ojos- no me importa Emy,- se me acercó lo suficiente para sentir su aliento junto a mi- ¿sabes que significa eso?- preguntó en mi oreja. Haciendo que todo mi cuerpo temblara

Señorita Blanchett Donde viven las historias. Descúbrelo ahora