Secretos, un mal de los humanos

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Luego de la fiesta que solo causó problemas, Cate hablo con Emy para decirle que tenían que ser cuidadosas, John la amenazo y por primera vez a la mujer mayor eso le preocupo.
Nunca había pensado en las consecuencias de estar con Emy. Su cabeza daba vueltas y vueltas pensando en lo que debía hacer.

Cate se encontraba recostada en su cama mirando el techo, llevaba en esa posición un par de minutos. Tenía la cabeza revuelta, no podía pensar con claridad.
Suspiro cansada y se levantó de la cama miró el reloj ya era hora. Tenía que ir al instituto a trabajar como normalmente hacia, solo algo había diferente.
Mientras daba paso tras paso sentía la sensación de que John aparecería en cualquier momento gritándole a todos la verdad. En si John no sabía todo, pero si sospechaba.
Cate se metió a la ducha y se lavó con agua helada, necesitaba estar despierta.
Tras unos minutos ya estaba lista para ir.
Pero algo la detenía, sabía que si salía por esa puerta tendría que decirle a emy eso que tanto estaba ocultando. Ese secreto.
Sin mas rodeos Cate suspiro, ya era una mujer adulta tenía que afrontar su vida.

Por otro lado emy estaba levantándose muy triste en su casa, ya no quería vivir con estos seres humanos. Si familia era mala, no de forma quizás exagerada pero no la aceptarían si supieran su vida amorosa. Su mejor amigo Óscar había tenido que aguantar los desagradables comentarios de sus familia.
Además hace días que no podía estar con Cate de manera tranquila, el vivir ahora con ellos la tenía mal.
Extrañaba a la mujer que amaba y solo la veía un par de horas en el instituto. Por supuesto peor era no verla nunca.

Se vistió luego de bañarse rápidamente y partió en dirección al instituto. Hoy será un buen día pensaba Emy. Ya Ha pasado todo lo malo. O eso creía ella.

Por el otro lado Cate estaba en el salón de clases lista para dar una mas, sus manos sudaban como nunca, tenía que contarle, debía decirle el secreto que estaba guardándose por tanto tiempo.

Unos minutos más tarde

-Bienvenidos, hoy les entregaré las notas de sus  pruebas y también aprovecharemos a ver el avance que han hecho de su trabajo final.- Cate hablo frente a sus estudiantes- espero hayan traído sus borradores.

Se sentó en el escritorio y comenzó a llamar uno por uno.

Emy estaba sentada como siempre junto a Óscar al final del salón. Nunca ponían atención pero esta clase era la excepción.

-¿haz avanzado en el trabajo final?-preguntó Oscar.

-no he hecho nada aún, vivir con mis padres me tiene estresada, no he tenido mucho tiempo de paz... y tu?

-Si, pero se me olvidó traerlo, Cate nos matará.

-Somos los peores -reímos, sabíamos que éramos un desastre, pero lo bueno es que Cate nos quería.

Llamo a todos hasta que me toco a mi, me levante de mi asiento un poco preocupada, sabia que no había estudiado tanto para esa prueba.

Me acerqué al escritorio de Cate y mire a mi alrededor, estaban todos concentrados en sus trabajos finales.

-Hola- salude a Cate aguantándome las ganas de besarla.

Coloque mi mano sobre la suya la cual descansaba tranquilamente en el escritorio.

Cate me sonrío fugazmente.

-Hola Emy- saludó respetuosamente- aqui esta tu nota(me entregó una hoja) no te fue tan bien, pero aprobaste.-mire la nota, estaba en el límite.

-Uff he tenido suerte esta vez- dije riendo.

-Espero que ese trabajo final esté mejor- murmuro- Ah y antes de que te vayas...- murmuro y me hizo una seña para que me acercara un poco más- cuando termine la clase debo hablar contigo de algo.

Señorita Blanchett Donde viven las historias. Descúbrelo ahora