Señorita Blanchett

No quiero darte problemas

Eran las 6:30 de la mañana y yo estaba mirando atentamente el rostro de Cate, estaba dormida. Me quede toda la noche despierta sin poder pegar pestaña, pero es que tenía tanto miedo por ella, no podía creer todo lo que el maldito de su esposo le había hecho.

Hoy teníamos clases, pero realmente no sabía como despertarla, no era un buen día para ella ni para mi. Lo mejor era que nos quedáramos aquí juntas por el día.

Sin aviso Cate abrió los ojos y me descubrió mirándola, me sonrió y miró el reloj, levantándose de inmediato.

-¿A donde crees que vas?- pregunté viendo cómo se movía de aquí a allá.

-Tengo que ir a trabajar Emy y tu a estudiar- dijo metiéndose al baño.

Me levanté y camine en dirección a ella, estaba frente al espejo enjuagándose el rostro.

-Cate... quédate aquí porfavor, no vayas hoy a trabajar podemos quedarnos a descansar, realmente lo necesitas.

-Emy, se que estás preocupada por mi, pero no puedo faltar a mi trabajo- me miro con los brazos cruzados.

-No iras- le dije cruzando ahora yo los brazos

-¿disculpa? ¿Esque eres mi madre?- dijo riendo

-Mírate el rostro Cate- dijo posando mi mano en su cara, acariciando la- Tienes los ojos hinchados y además tu ojo está poniéndose morado, no creo que te gustaría ir así.

Cate se quedo en silencio durante unos segundos mirándose nuevamente al espejo

-Esta bien, tienes razón, solo por hoy- dijo suspirando- llamaré al director para explicarle- dijo caminando de vuelta a la cama- le dire que tuve un problema familiar con eso bastara.

-te traeré algo de comer ¿que quieres?-pregunté en la puerta de la habitación.

-umm- Lo pensó - me gustaría un te y un pan con mermelada ¿será posible?

-Por ti lo que sea- dije caminando hacia la cocina.

Luego de unos minutos haciéndole el desayuno a Cate volví a la habitación con una bandeja en mis manos.

-Aquí está- dije pasándome la bandeja con comida a cate. Lo dejo en el mueble junto a la cama y se inclinó hacia mi.

-Gracias Emy- me beso en los labios tiernamente- no se que haría sin ti.

Mis mejillas se sonrojaron, la mire con ternura, vi que aun tenía puesta la camiseta de ayer, rápidamente un sentimiento de vacío apareció en mi estómago, simplemente me parecía horrible lo que le pasó y me sentía tan impotente por no haber hecho nada.

Por no haber estado allí.

Me levanté y busqué en mi closet un pijama para Cate, tome uno de mis favoritos que tenía estrellas por doquier.

-Toma, ponte esto hace frío- dije entregándole el pijama

-Gracias, la verdad si me estaba muriendo de frío- sonrió- Hey tu tienes que ir a clases-dijo seriamente- no creo que sea buena idea que estes aquí, conmigo todo el día- la interrumpí