Protección.

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Este encuentro se lleva a cabo con un Jiang Cheng en la época donde pasó reuniendo aliados y Wei Ying fue lanzado a los túmulos funerarios en la emboscada mientras que, Shi QingXuan llevaría algunos años viviendo como mortal.

Este encuentro se lleva a cabo con un Jiang Cheng en la época donde pasó reuniendo aliados y Wei Ying fue lanzado a los túmulos funerarios en la emboscada mientras que, Shi QingXuan llevaría algunos años viviendo como mortal

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La guerra no es buena para ninguno de los ladosLa segunda vez que sus caminos se cruzaron, la vida de ambos era totalmente distinta.

Después de todo ya habían pasado diez años desde entonces; el clan Wen había asediado la secta Yummeng Jiang, los maestros del muelle habían muerto protegiendo su hogar mientras en ese tiempo se corrían los rumores de que el heredero de secta, su hermana y su discípulo principal habían logrado escapar.

La caza para lograr terminar también con ellos había empezado, las sectas se habían mantenido al margen por el temor mientras que los dos amigos de infancia buscaban sobrevivir, ocultándose entre las concurridas calles sin posibilidad de poder retornar para librar su venganza.

Decenas de sucesos habían transcurrido en aquel intermedio, los caminos de Jiang Cheng y Wei Ying se habían visto interrumpidos por una sola decisión que determinaría el destino de su vida, lo único que le importaba en ese instante era su hermano, la única persona que conocía sus manías o quien lo buscaba al saber que se torturaba con sus pensamientos de tratar de enorgullecer a sus padres.

Había decidido correr, usarse a sí mismo como distracción.

Como consecuencia, la gélida sensación del vacío en su pecho había sido un recordatorio de que sólo era una pieza de hebra tratando de detener el impetuoso huracán que amenazaba sin piedad, logrando él ser sólo un vórtice más en ese lugar. Horas después había sido salvado pero se preguntaba si realmente había valido la pena seguir vivo.

Sin padres ni un lugar que volver, marcas del látigo de disciplina habían ardido en su pecho por aquel sacrificio del que no se arrepentía pero que ahora sólo lo hacía sentir exhausto.

Días pasaron, una nueva oportunidad se le presentó. Aún podía hacer algo, aún tenía a su hermana, a Wei Ying; todo estaría bien, sólo tendría que seguir esforzándose por ellos, por su familia. Intentar lo imposible, decía su padre.

¿Qué rayos significaba eso?

El viento golpeaba su rostro en la cima de la montaña de Cangse SanRen, una calidez burbujeó en su pecho mientras resplandecía como un nuevo amanecer nuevamente. No dejaría ir esa oportunidad.

Sin embargo, al descender de la árida montaña sólo había silencio y en el punto de encuentro con Wei Ying no había nadie. Ni siquiera una pequeña pista o mensaje secreto como solían hacer de pequeños, nada. Sólo una familiar sensación de calor que volvía a emanar en su pecho, su núcleo dorado estaba restaurado.

En el mundo de cultivo todo era un pandemónium, se había expandido un rumor de que los líderes de secta deberían entregar sus tesoros ancestrales, un desacuerdo empezaba a surgir entre ellos, sabían que si se revelaban correrían el peligro de sufrir el mismo destino de la secta Yummeng Jiang.

Aquel templo abandonado donde te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora