Separación.

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Tiempo después de ese encuentro, su tiempo juntos solo aumentó, no era para nada extraño poder observar al líder de secta acompañado de un hombre con porte elegante y jovial, incluso muchos pensaron que era un cultivador errante o un joven maestro por las prendas que vestía.

Otros decían que era un médico porque únicamente llevaba con él un abanico y sus facciones hacían que fuera considerado como alguien extremadamente hermoso, incluso se rumoreaba que solía probar vinos en Yummeng cuando estaba solo y siempre dejaba una mayor propina de la indicada, además su personalidad amable y carismática solamente hacía que las personas locales le empezaran a tener un mayor aprecio.

— ¡Jiang-xiong! Hace demasiado calor... ¿Por qué no vamos a una posada?

Ese día Jiang Cheng había tenido que ir a recorrer el pueblo para poder verificar los nuevos cargamentos de pesca, cuando el informe fue entregado de su mano derecha fue el último paso para terminar su visita.

Después de pasar toda su vida en el muelle se había acostumbrado al intenso sol de mediodía junto a la humedad en el ambiente, pero al ver que su compañero se abanicaba con energía, no pudo negarse.

Al final de todo, no vendría mal un descanso para ambos.

— Podemos ir a comer algo y después volver al muelle, ¿Qué te gustaría, QingXuan? Estamos cerca de casi todo tipo de restaurante así que esta vez puedes escoger.

Se giró para mirarlo de mejor manera, obteniendo como respuesta una exclamación alegre y segundos después fue casi arrastrado del brazo para dirigirse a un local, el aroma era atrayente desde esa distancia.

— Aquí tienen el mejor vino, ¡Tienes que probarlo! Bueno, posiblemente ya lo hayas hecho, tú vives aquí... pero tienes que beber conmigo o no será la experiencia completa.

Con el tiempo, Jiang Cheng se había acostumbrado a escuchar a su nuevo amigo hablar de los locales o personas de Yummeng como si los conociera de mucho tiempo a pesar de que llevaba ahí unos pocos meses.

Se lo atribuyó a las veces que salía por su cuenta así que no se preocupó mucho y siguió al otro sin retirar el brazo que se sujetaba al suyo de forma demasiado cercana, no le molestaba así que lo dejaba pasar.

— Es cierto que aquí hay buenos vinos... aunque tiene años que no visito este lugar, también tiene comida picante o suave, recuerda que las especias son más fuertes aquí.

Recordó de manera amable, sabía que las personas que venían de fuera siempre mencionaban que el sazón de Yummeng era demasiado fuerte o intenso que a veces los hacía llorar o ruborizar su rostro. Por esa misma razón siempre había pedido que a Shi QingXuan le prepararan comida ligeramente más suave y con una cantidad aceptable de especias.

— ¡Entonces comamos de todo hoy!— dijo con notable alegría en su voz.

Desde que Jiang Cheng notó el resplandor en sus orbes esmeraldas cada que aceptaba ir a un sitio o hacer algo juntos, se volvió incapaz de poder negarle algo. Una mezcla de orgullo y quizá algo más se arremolinaba en su pecho cada vez que el contrario hablaba bien de su hogar; aunque esto no lo mencionaría al hombre de rizos.

Una vez que llegaron, un señor de avanzada edad los recibió amablemente a la vez que hacía una reverencia a cada uno.

— Líder Jiang, Joven maestro Shi... de este lado por favor.

Los guió a una mesa con buena posición donde el aroma que emanaba la cocina era fascinante, definitivamente abriendo el apetito de quien estuviera cerca.

Aquel templo abandonado donde te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora