—Las vacaciones ya llegan, así que requiero terminen lo pendiente con sus pupilos, además de que es hora de que recomienden a los mejores para los maestros encargados. ¿De acuerdo? —Los Pilares prestaban completa atención al director Kagaya Ubuyashiki, que hablaba con calma en la dirección—. Ya pueden irse. Mantengan altas sus notas.
—¡Sí, maestro! —dijeron al unísono, mientras iban saliendo poco a poco.
—Vaya vaya, tengo tantas tareas atrasadas que será una semana cansada —decía Shinobu, caminando junto a Rengoku y Tomioka.
—¡Igual yo! ¡Pero no me preocupo! ¡Simplemente debo esforzarme! —decía con ánimo el primero.
—No sé cómo le haces para estar tan animado. Por cierto, ¿saben si recomendarán a alguno de sus pupilos? —preguntó ella, con aburrimiento.
—Tengo dos que sobresalen, están listos para el profesor en turno —contestó Tomioka.
—¡Yo recomendaré a cuatro! —dijo Rengoku.
—¿Tu novia está incluida? No sabía que tenías ese tipo de preferencia —se burló Shinobu.
—¡Jamás le haría algo como eso! ¡Ella sabe que debe demostrar su fuerza si quiere pasar al otro nivel! ¡Y lo ha hecho! ¡Al igual que el joven Kamado, Agatsuma y Hashibira! ¡Han demostrado un alto potencial con la espada!
—Bueno, suerte con eso. Debo irme, tengo muchas cosas que hacer —se despidió Shinobu, dando brinquitos.
Tomioka suspiró, para comenzar a hablar:
—Kyojuro, quería preguntarte qué tenías planeado para el viernes.
—¿Mmm? ¿Quieres hacer algo, Tomioka?
—¿Hacer algo? No... espera... ¿No has...? ¿Sabes qué día es el viernes?
—No tengo un calendario a la mano.
Tomioka se golpeó la frente, sorprendido por el nivel de despiste de Rengoku en ciertas cosas:
—Kyojuro, el viernes es cumpleaños de Dai —dijo mientras seguía caminando, no se fijó que Rengoku se había quedado congelado, con cara de impacto en el pasillo—. ¿Kyojuro?
—¡No puede ser! ¡Jamás le pregunté eso! ¡Hoy es lunes! ¡No queda tiempo! ¡No he pensado nada! —se alteró, alcanzando a Tomioka—. ¿Qué voy a hacer?
—Antes que nada, calmarte, Kyojuro. Tranquilo. Si no tienes planes con Dai, sería buena idea que busques su regalo de cumpleaños hoy, luego planees lo que quieres hacer ese día. Ya debes saber con certeza qué le gusta.
—¡Claro! ¡Le presto mucha atención!
—Eres un desastre. ¿Hoy tienes planes con ella?
—No hemos quedado en nada.
—Perfecto. Si quieres te ayudo. Salimos juntos de la escuela —ofreció Tomioka, mientras Rengoku lo alcanzaba para abrazarlo con un brazo, agradeciéndole infinitamente—. Kyojuro, cálmate, por favor.
Ese día, ambos fueron a buscar el regalo perfecto. De pretexto, me habían dicho que tendrían que comprar cosas que les habían encargado los otros Pilares.
Kyojuro ya conocía bastante bien sobre mis gustos, así que sabían qué tiendas visitar con exactitud. De esta forma, Tomioka aprovecharía para comprarme un regalo también.
Al final del día, Rengoku optó por un pequeño collar de plata, que tenía como colgante una pequeña llama rojiza.
—Está bonito —halagaba Tomioka con seriedad—. Creo que le va a encantar, más si es tuyo.
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Encontrándome entre las llamas
Fanfic¿Cómo sería el mundo de Demon Slayer en otros tiempos? ¿Qué pasaría si...? Quizá exista otro lugar, otro tiempo distinto, donde las cosas se desarrollen diferente. ¿Quién sabe? Podemos imaginar esa posibilidad, donde la muerte no sea constante y la...