La mayoria de las calles estaban desiertas, por un momento Eda queria meterle marcha al coche, pero por desgracia no era la que conducia, asi que se quedó con las ganas.
Miraba por la ventanilla con una extraña sensación, por una parte nunca perdió la esperanza de encontrarse con su amigo de la infancia, por otro lado, sentia que algo dentro de ella estaba roto desde hacia mucho tiempo.Se sentía abatida por mantener la imagen de aquel Serkan intacto en su vida, habia pasado 20 años desde que sus padres le habían dicho que se habian mudado, 20 años desde que lo viera por última vez, 20 años que estaba enamorada en silencio y sufriendo a mares a la par.
- ¿Estas bien?
Serkan notó el silencio de la chica, y le parecio raro, no sabía por qué, pero se sentia culpable, tenía ganas de saber que le pasaba. Por qué esa mejilla que no merecia lagrima alguna, ahora caia tristemente.
- Si.
Negó con la cabeza mientras la miraba de reojo 》Dejalo Serkan, dejala tranquila. 《Pensó mientras seguia conduciendo hasta llegar al hospital.
Encontraron rapidamente aparcamiento y entraron, Serkan se dirigió a recepción.
- Buenas noches, necesito que la vean, hace un rato se desmayó.
Eda se acercó, poniendo los ojos en blanco y sonrió a la muchacha.
- Solo fue un mareo.
- No Eda, no fue solo un mareo.
Ambos se miraron seriamente y la recepcionista sonrió.
- Tranquila pareja, quizas sea solo un mareo sin importancia, o quizas sea algo de mas gravedad, como un embarazo. ¿Llevais mucho juntos?
Los dos chicos se quedaron en blanco y rapidamente se negaron nerviosos.
- Somos amigos.
Dijeron al unísono mientras se sorprendieron que los dos dijeran lo mismo.
Les mandó a sentarse en la sala de espera con los datos de Eda que le habia cogido previamente.》¿Habia dicho Yildirim? ¿Eda Yildirim?》 La mano de Serkan se la llevó a la nuca, paseandose de un lado a otro, mientras Eda lo miraba de arriba a abajo.
-¿Por que no te sientas o te vas? Me estas poniendo nerviosa, no deberia de estar aqui.
Serkan la miró perplejo, ¿habia dicho que se fuera?
- No pienso dejarte sola Eda.
- Soy adulta, puedo ir a los sitios sola sin depender de guardaespaldas o de servicio.
- Oh, Eda...¿me estas llamando clasista?
- Te lo has dicho tu solito, no yo.
Ambos se miraron, Serkan se pasó la mano por la cara, inquieto.
- Eres de lo que no hay, me pones nervioso, te acabo de conocer y...
- El sentimiento es mutuo.
Al poco rato apareció un médico de guardia y se llevó a Eda, y al ver como esta se alejaba sin mirarle, Serkan sentia una fuerte opresión en el pecho.
La luz del hospital era blanquecina, molesta a la par, apenas habia algunas enfermeras que iban o venian de algun sitio y estaba inquieto. El reloj parecia haberse quedado parado o sin pilas...¿que le estaban haciando?
Al poco tiempo se acercó preocupado a la recepcionista, preguntandole.
- Tranquilo, saldrá en breve, no sera nada ya vera.
10 minutos despues Eda salió, y al ver que aun seguía allí se le encogió el corazón. Serkan al verla aceleró sus pasos hasta estar cerca de ella.
- ¿Que te han dicho? ¿Estas bien?
- No Serkan, no estoy bien, estoy embarazada.
Aquellas palabras se le atragantó al muchacho, estaba mas pálido que una vela, ¿embarazada? ¿De quien?
Al ver el rostro de Serkan, Eda le puso la mano en el hombro tranquilizandolo. Lo que tendria que aguantar su pareja tendria que ser horrible.
- Eh, tranquilo, era una broma, una broma, solo era un bajón de azucar.
Al escucharla, parecia que se quedó mas relajado y la miró seriamente señalandole con el dedo.
- No vuelvas a asustarme asi.
Aquel gesto la hizo recordar a una tarde, en la que ella se escondió de una manera que al salir, Serkan estaba asustado de no encontrarla, y se le acercó serio, regañandole y señalandole con el dedo.
No pudo evitar morderse el labio y oprimir las ganas que tenia de llorar, habia gestos que le recordaba a su Serkan, maldita sea!
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Lo que la mente olvida, el corazon mantiene
RomanceEda y Serkan se conocian desde pequeños, sus padres eran amigos de toda la vida, ademas de socios de una empresa que organizaba bodas. Cuando nacio Eda, Serkan (que por aquel entonces tenia 5 añitos) la vio como un muñequito con el que jugar. Consta...