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Estuvieron unos minutos en silencio, mirando a la nada, y como si tuvieran un chivato en la cabeza, sus miradas se cruzaron de nuevo hasta que Serkan volvió a tomarle de su cara, con ambas manos.

- Sé que me buscaste, se que has pensado en mi en estos años y me sabe mal que yo no haya podido hacerlo de la manera mas común.

Eda sonrió, por primera vez desde que la 'conoció ' en el hotel, y no hubo nada que no le confortara mas que esa sonrisa angelical.

- Lo hiciste con algo mas importante, lo hiciste desde el corazón Serkan. - la mano de la joven la llevó al pecho del muchacho, para luego dejarla reposada en el hombro hasta que le miró confusa. - ¿Como supiste que te fui a buscar?

Serkan sonrió mirando al frente, parecia que el cielo se fundía con el mar. Cerró los ojos y se dejó apoyar de sus manos enterrando estas en la arena. Momentos despues, se encontraba mirandola.

- La otra noche cuando te dejé en tu casa, senti algo, como si la conociera, y esta tarde al saber toda la historia, fui a tu casa para hablar contigo, y me salió Ayfer.

Eda sonrió de nuevo con cierto brillo en los ojos, Ayfer...su querida tia, ella habia palidecido su sufrimiento y animado en los momentos mas malos, apoyandola tambien en los momentos buenos.

La joven se aferró a las piernas, apoyando la cabeza en sus rodillas mirando a Serkan.

- He de entender tambien que te llevó a mi cuarto, puesto que los billetes de las veces que te fui a buscar, los tengo en mi cajón, ademas, seguro que te dejo entrar al no estar yo.

Serkan asintió y nuevamente la abrazó al verla asi, parecia tan frágil, que deseaba abrazarla durante toda la vida. Besó su hombro, y ella sonrió, se sentía feliz de volver a tener su compañia.

- Te he echado mucho de menos Serkan Bolat. -inmediatamente le abrazó tirandolo hacia atras, mientras ambos reían.

Los pocas personas que pasaban por ahi, sonreian, creyendo que acaban de comprometerse cuando realmente se habian reencontrado despues de veinte espantosos años.

Sus caras se quedaron casi pegadas y sonreían, notando como volvian atras en el tiempo unos segundos, para volver a la realidad. Ya no eran aquellos niños, esa etapa pasó aunque los llevaban consigo.

Sus miradas se intensificaron, Serkan la sostenia por sus mejillas, y ella, lo imitó, acariciando las suyas con una suavidad extrema. En en un pestañeo, ambos se encontraron besándose con ternura, durante varios minutos. Sus lenguas jugaron a una batalla campal, luchando por hacerse con la boca contraria, hasta que Eda soltó un pequeño gemido, separandose de él, con la cara acalorada.

- Espera, esto..oh dios...

- Eda..- el joven se volvió hacia ella colocando su brazo por los hombros de la chica.

Aunque ella lo negara, o le costaba asimilar, lo había deseado tanto como él, y contra eso, conta el amor no se podía luchar.

- Eda...-repitio el joven mientras la miraba y besaba en la cabeza. - No te sientas culpable, ha pasado porque ha tenido que ser asi, estamos destinados mi pequeña Eda. - las ultimas palabras fueron un susurro en el oído de la fémina, al cual se le erizo la piel, mirandole, mientras su nariz rozaba con la suya.

Eda cogió de nuevo su rostro y le acarició lentamente, habia deseado tanto aquello que ahora le parecia un sueño, un sueño del que no queria despertar.

- Siempre te esperé Serkan, y no negaré que habia deseado esto muchas veces pero ahora disfrutemos del reencuentro. - sonrió feliz perdiendose en aquellos ojos que tan bien conocía y besó su nariz.

- Te quiero tanto Eda, naciste siendo un angel y sigues siendolo aún mas bella si cabe. - acarició su cara y besó su frente, mientras 'nuevos' recuerdos seguian apareciendo por la mente de aquel alocado joven.

Se levantaron al tiempo y caminaron divertidos empujandose cada dos por tres, mientras reian al unísono llegando al hotel en cuestion de un minuto.

Cuando Serkan le dijo que se habia hospedado por ella, Eda se le echó al cuello cariñosa mientras besaba su mejilla.
Decidieron usar la escalera hasta la segunda planta, solo se escuchaba alguna televisión de un canal de deporte porque hubo un sonoro GOL, parecia que habria algun partido importate porque sonó en varias habitaciones.

Serkan le cogió de la cintura sonriente y se quedaron parados, era el momento de la despedida.

- ¿Tambien estás en la segunda planta? -dijo mientras observó como Eda sacaba la tarjeta.

- Si. - Eda le miró sorprendida, no creia que hubiera alguna habitación libre y que justo, la que hubiera, era para él.

-¿Que haras mañana?

- Quizas iremos a comprar ropa nueva, algun detalle para mi tia y mi abuela, comer fuera... - conforme iba hablando, Serkan se iba acercando lentamente hasta quedar muy pegado de ella, rodeando la cintura de nuevo, con ambas manos.-

Eda sonrió llevando sus manos a al cuello del varón, rodeando este mientras se apoyaban sus respectivas frentes. Sus ojos nuevamente conectaron y cuando estuvieron a punto de volver a besarse, una puerta se abrio, saliendo de esta una voz rematadamente familiar.

- ¿Dada eres...? - Melo se quedó mirando con la boca abierta hasta el suelo, el sueño que llevaba se le pasó de una. - Oh, perdón.

Eda y Serkan se separaron algo cortados, sobre todo ella.

- No te preocupes Melo, ya nos estabamos despidiendo. - Miró rapidamente a Serkan y luego miró a su amiga. - Por cierto, ella es Melo, Melo...él es Serkan.

La boca de Melo se fue a la primera planta, ¿era el Serkan perdido?

- ¿El...el es...el es tu Serkan? - cuando mencionó 'tu' el mayor río timido mientras miraba a Eda y se acercó mas a Melo.

- No se lo que te habrá contado pero si, soy Serkan.

- ¿Serkan Bolat? ¿El que le cogia de las coletas? ¿El que la hacia berrinches? - Melo comenzó a preguntar cada recuerdo que Eda le habia mencionado y Serkan asentia divertido.

- Efectivamente, si...soy yo

Sonriente, se abalanzó a Serkan y le abrazó feliz. Desde hacia años creía que volverían a reencontrarse.

- Lo sabia, sabia que volveriais a estar juntos, pues nada, cuñado, nos vemos mañana, disfruten de la noche.

- ¡Melo, para ya! -

Lo que la mente olvida, el corazon mantieneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora