Cuando llegaron a la reserva, ambos, sobre todo Eda, quedó muy sorprendida. Aquel lugar era todo verde, con muchos arboles y plantas, y el lago, tan claro que podrias ver el interior. Por no hablar de la preciosa cascada que caía de él.
- Oh Serkan, ¡mira que bonito! -decia mientras le cogía del brazo observandolo todo con un brillo precioso en los ojos.
-¿Y si nos metemos? -preguntó Serkan mientras la observaba.
- ¿Crees que se podrá?
- Claro, vamos.
Van bajando lentamente por un pequeño camino de maleza y hierbajos, Serkan le dio la mano para evitar que se resbalara y una vez ya estaban en el sitio, este se comienza a quitar la camiseta. La mira divertido y la pica.
- No me digas que a la señorita le da miedo.
Eda frunció el ceño dandole un golpe un poco fuerte, pero sin hacerle daño, en el hombro del mayor.
- ¿Cuando me has visto que me ha dado miedo algo?
Dicho eso dejó el bolso en el suelo y rapidamente se metió, nadando entre las profundidades y avanzando mas hasta el centro.
Serkan la miraba, ladeando un poco la cabeza y sonriendo cual tonto hasta que se metió igual y fue en su busca, deseaba estar cerquita suya.
Una vez se encuentran, nadan, y se internan en el interior de las aguas cristalinas y azuladas del lago, cogiendose de la mano, y haciendo piruetas debajo del agua.
- ¿Se estaran dando el bañito en el lago? - preguntó Melo soñadora, agarrandose del brazo de Ceren.
- Claro que si, hace calor, por que...?? Oh...cochina. - esta le dio un codazo divertida al adivinar sus pensamientos.
Melo la miró, devolviendole el golpe.
- Oye guapa, no pensaba eso, pero si besitos por aquí, que si me coge del pie, que si paso por debajo de ti. Ay que bonito, lloro solo de pensarlo.
Ceren apoya su cabeza en la de ella, mientras caminaban por el paseo marítimo, habían comprado un poco de ropa, tambien para Eda porque sabian que todo el tiempo se lo dedicaría a Serkan como era evidente.
- Ay en eso te doy la razon, 20 años, y el amor sigue intacto, deberiamos escribir una historia tipo: LO QUE LA MENTE OLVIDA, EL CORAZÓN MANTIENE.
Melo asintió ante la idea y siguieron hablando tratando de comenzar a dar ideas ante la futura historia.
En el lago, los chicos seguian nadando hasta que se acercaron a la cascada, y ya fuera del agua, cerca de esta, Eda alzó los brazos cual Rose en Titanic y Serkan le tomó de la cintura, dejandole besos en el cuello y al roce de los labios de este en su cuello, la chica bajó los brazos y se giró sonriente, perdiéndose en su mirada y antes de que sus labios se juntaran, sonrió como hacia años una cria sonreía a las tonteria que un chico algo mayor que ella, le hacia para reir.
Varias horas mas tarde, Eda y Serkan se encontraban de nuevo en el hotel, camino a su planta y este, juguetón la invitó a su habitación donde, entre risas, le hizo el amor de una manera lenta, deliciosa y con delizadeza por sentir que ella había que tratarla con esa lentitud de una pelicula de amor, pero ella le demostró que podia ser todo lo contrario donde el fuego ardió con mas fuerza que nunca.
ESTÁS LEYENDO
Lo que la mente olvida, el corazon mantiene
RomanceEda y Serkan se conocian desde pequeños, sus padres eran amigos de toda la vida, ademas de socios de una empresa que organizaba bodas. Cuando nacio Eda, Serkan (que por aquel entonces tenia 5 añitos) la vio como un muñequito con el que jugar. Consta...