- ¿Que?
- Metete en el cuarto Melo, ahora voy, mañana hay que madrugar. - comenta con seriedad en dirección a su amiga.
Melo refunfuña pero rapidamente saca esa sonrisa tan encantadora y amigable y besa la mejilla de Serkan.
- Hasta mañana cuñado. - dicho eso se va con una risita y se acuesta, aunque sin sueño, imaginandose mil y unas historias de amor, deseando que le pasara a ella.
En el pasillo;
- Perdonala, he hablado mucho de ti en estos años y está la pobre mas euforica que yo.
Serkan la mira magneticamente y la abraza, besando su frente. Tenia la sensacion que Melo seria una aliada para que le contara mas cosas de Eda y sorprenderla, si alguna vez lo hacía.
- ¿Madrugar mañana? - el castaño frunce el ceño sin comprenderlo, según Eda iban a ir de compras y varios recados, y supuso que a las 5.00 am no estarían las tiendas abiertas.
- Si, queremos ver el amanecer, y como siga aqui no lo veo. - se separa divertida de el, y le guiña un ojo con pasos lentos hasta su puerta.
Pero el, que quería mas, se acercaba como un tigre a punto de cazar a su presa. Le cogió de la barbilla, rozó su nariz con la suya y sonriendo, como hacia años que no sonreia, fue dejandole pequeños besos por la cara.
Eda se dejó, no podia evitarlo, necesitaba aquellos besos, aquel cariño que habia añorado, y su cuerpo, ¡dios! Aquel cuerpo habia mejorado con crece, y se imaginó como seria dormir abrazada a él, estrechandola todo cuanto podia, ese cuerpo que parecia esculpido por los dioses.
Besó el cuello masculino, y al acercarse a la oreja, tiró del lóbulo con los dientes mientras él, con sus manos calidas, se iba en dirección a su trasero.
Eda reia por lo bajo y le hizo separar.
- Oye..ya vale ¿no? - le da un pequeño golpe en el pecho y entra en la habitación.
Pero el, antes de que cerrase la puerta, besó rapidamente sus labios y le deseó que pasara una buena noche, cosa que la morena le devolvió.
Ambos se fueron a la cama con una sonrisa y algo más recorriendole por el cuerpo. Y como era de esperar, no pudieron dormir.
Antes de la hora prevista para levantarse, y como no podia lograr dormir, Eda se asomó al balcón donde fijó la vista en el mar que tenia al frente recapitulando la llegada de Serkan a la playa hasta la despedida. Una sonrisa tonta le apareció en el rostro notando como se ponia roja al recordar el gemido que se le escapó ante aquel beso que tanto habia deseado, llevándose las manos a la cara, totalmente avergonzada y divertida.
En la otra habitación, Serkan estuvo con el portátil trabajando. Su empresa que el mismo dirigía, se dedicaba a comprar y vender otras y él, era rematadamente conocido por hacerse con negocios muy prósperos e incluso negocios que estaban en la quiebra podía lograr darles otro valor al venderlo por millones. Sabia como llevarse a su terreno a sus contrincantes. Era lo que por Europa se decia; un hacha.
Estaba viendo como plantearle la compra a uno, cuando Eda apareció en su mente. Su corazón parecia que se le iba a salir del pecho, incrédulo aun por lo que habia pasado. Las miradas, el cálido contacto de los abrazos, su suaves manos y caricias que le hacia enloquecer a la mínima.
No habia podido dormir pensando en ella, y tuvo que centrarse en el trabajo para al menos hacer algo, si no era capaz de ir a su cuarto, traerla a su cama y hacerle mil maravillas.
Mientras que Eda estaba disfrutando de las vistas, su amiga Ceren se levanto y fue hacia ella, abrazandola por detrás.
- ¿Todo bien? - preguntó mientras se colocaba a su lado, dejandose apoyar en la barra del balcón. - Melo me ha puesto al corriente, ¡es increíble que lo tengas aqui al lado!
- ¿A que si? Y ya no es eso, ya sé porque nunca me escribió, ni nunca me dijo nada. - Eda comenzó a relatarle todo, mientras que Ceren lentamente abría su boca impresionada, parecia una historia de ciencia ficción.
- ¿Vais a ser pareja? - pregunto curiosa Ceren, observandola, era obvio que sentía algo, y desde hacia años. No supo cuando pasó, y estaba segura que Eda tampoco lo sabía, simplemente ocurrió en algun momento y que ha permanecido durante este tiempo.
Eda se encogió de hombros, con las mejillas encendidas y se gira mirando la parte de la habitación, apoyándose en la barra mientras suelta un suspiro.
- No lo sé, supongo, no tengo prisa para que ocurra. Lo vuelvo a tener en mi vida y eso es lo que mas me importa...- suelta otro suspiro, mirando a su amiga y sonrie aun mas ampliamente. - Si que es cierto que llevo mucho tiempo enamorada de él, pero no se que va a pasar.
- Yo si se que va a pasar, que seréis novios, os casareis, tendreis pequeños Serkanes y Edas y sereis felices para el resto de la vida.
Ambas chicas miraron a la ventana, Ceren se llevo la mano al pecho con un pequeño sobresalto, viendo a Melo apoyada en el marco de la ventana.
- ¡Que susto Melo!
- Os lo mereceis, que habeis estado aqui no se cuanto rato y no me habeis dicho nada para parlotear, malas amigas. - dicho eso, Eda y Ceren se acercan y la abrazan cariñosamente.
- Creo que ya es hora de vestirnos, en nada amanecerá.
- Si, venga, vamos.
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Lo que la mente olvida, el corazon mantiene
RomanceEda y Serkan se conocian desde pequeños, sus padres eran amigos de toda la vida, ademas de socios de una empresa que organizaba bodas. Cuando nacio Eda, Serkan (que por aquel entonces tenia 5 añitos) la vio como un muñequito con el que jugar. Consta...