| FLASHBACK |
- Te odio, te odio Serkan Bolat.
- No me odias mentirosa, me quieres mucho. - dijo mientras quedaba frente a ella, sin dejar de correr y sacandole la lengua.
La pequeña sacó sus morritos, muy molesta ante el comentario de Serkan y lentamente fue frenando sus diminutos pies, quedandose quieta en el sitio y los brazos cruzados.
- Yo no te quiero, te odio por todas las trastadas que me haces, ¡te odio mucho!
- Mentira.
Este se le acercó divertido y le abrazo, Eda al principio quiso zafarse pero finalmente cedio, devolviendole el abrazo.
- Eres mi mejor amigo Serkan
- Y lo seremos siempre, pase lo que pase, te querré toda mi vida pequeña Eda.
| FIN DEL FLASHBACK |
Serkan se sentó en la cama mirando aquella foto en la que ambos salian manchados de chocolate, ella sonriendo y el detras agarrandole de los hombros, sacando la lengua.
Recordando instantáneamente aquel dia que su abuelo les preparó la tarta.
- Joder...
Ayfer lo imitó sentándose a su lado y pasandole un brazo por los hombros.
- Ella te buscó por todo Estambul, no queria creer que tus padres se fueran sin mas, llevandote lejos y sin avisarla. No queria dar por perdida esa amistad.
Del primer cajón de la mesita, sacó un sobre donde guardó sus billetes, algunos estaban borrosos pero se veia algunas marcas como la fecha, y hora.
Aquello a Serkan le rompió el corazón, cuanto habia luchado ella por recuperarlo. Y el, que al ver la foto, recordó tambien como se lo llevaron negándose constantemente, luchando entre los brazos de su padre. De como cogió el coche diciendo que queria ir a Estambul, el golpe seco y rápido que tuvo con el coche. Hasta que dejó de recordar...o al menos en ese momento porque posteriomente empezaron a venir recuerdos vagos, borrosos y que sus padres nunca se digaron a contarle.
Y recordó tambien, a los padres de Eda, unas maravillosas personas, a Ayfer...cientos de recuerdos volvieron a su mente.
- La mente olvida y el corazon mantiene Serkan, tu corazón nunca la olvidó.
El chico se abrazó a Ayfer, llorando en silencio y esta, le devolvió el abrazo frotando suavemente la espalda, hasta que se separaron.
- ¿Donde está?
- En Antalya. Se fue con sus amigas, necesitaba desconectar.
Inmediatamente se levantó, agradeciendo a Ayfer por ayudarle a recordar. Ella procuró no llorar delante de el, pero era imposible, aquella situación le habia superado.
- Escuchame, si vas a ir te aviso que quizas no quiera verte. Es posible que...
- Que se haga la dura, lo sé.
Ambos sonrieron y en la puerta, se volvieron a abrazar.
- Muchas gracias Ayfer, esto no lo voy a olvidar.
- Mas te vale muchacho. - dijo señalandole con el dedo y el gesto de advertencia, mientras una cálida sonrisa se asomó a su rostro afable.
Se despidieron y Serkan fue al coche, notando como su estómago le apretaba y le hizo recordar que no habia comido desde hacia algunas horas.
- Ahora no hay tiempo para comer, te tendras que esperar. -le dijo al estomago mientras se metia en el coche, y al arrancar, la pantalla que tenia donde suele ponerse las radios, se le encendio, dandole un aviso que tenia varias llamadas pérdidas de Selin.
- Joder, no.
Finalmente la llamó, al menos para tranquilizarla. Se habia olvidado completamente de llamarla, era algo impropio de él, pero estaba en un momento en que le daba igual todo, hasta el trabajo. Que por cierto, tambien tenia llamadas perdidas de la empresa.
- Vaya, menos mal que he llamado varias veces si no, ni te dignas a llamar. - la voz de Selin era grave, pero cuando se molestaba se metia la vocecilla en el cerebro y hacia que no pudieras pensar. -
- Perdona Selin, he estado ocupado, de hecho estoy conduciendo, ¿como estas? - puso lo ojos en blanco, tenia cero ganas de hablar con ella, quería ponerse en marcha para poder ver a Eda y hablar con ella.
- Echandote de menos amor, estoy pensando en ir para allá, ¿en que hotel te hospedas?
》¿CÓMO? ¿VENIR AQUI? NO, NI HABLAR《
- Selin, solo ha sido un dia desde que salí, no seas impaciente, ya nos veremos.
- ¿Acaso hay otra? ¿Has conocido a otra Serkan Bolat?
El chico suspiró llevandose la mano izquierda a la sien, a veces le desesperaba, y ni entendia el porqué estaba con ella.
- No Selin, ¿como se te ocurre? ¡No estoy con nadie por el amor de dios! he venido por negocios, pero me he enterado que tengo raices aqui. Y quiero conocerlas.
Realmente no habia mentido, aunque tampoco habia dicho toda la verdad. Sabia de mas que Selin no entendería aquello, en alguna ocasión le habia comentado algun recuerdo de la infancia, hablandole de aquella niña y ella, tan fria, comentó que no era nada, que era un simple sueño.
- Oh, ¿pero no eras de Boston?
- No, no lo soy, aunque se que tenia origenes turcos por los apellidos, pero ya esta.
Hablaron unos minutos mas, y Serkan desperado se despidió rapidamente para ponerse en marcha. Quizás la hora que era, podria cogerla ya dormida, pero si la conocia bien, no era de dormirse temprano y mas en dias para desconectar.
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Lo que la mente olvida, el corazon mantiene
RomanceEda y Serkan se conocian desde pequeños, sus padres eran amigos de toda la vida, ademas de socios de una empresa que organizaba bodas. Cuando nacio Eda, Serkan (que por aquel entonces tenia 5 añitos) la vio como un muñequito con el que jugar. Consta...