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- Me voy

Dijo seca y comenzando a darse la vuelta para salir del hospital, notando como la seguía Serkan.

La noche era ya fría, y se abrazó asi misma para frotarse los brazos y asi entrar en calor, notando al momento la chaqueta que Serkan le estaba colocando, y retiró lentamente los brazos.

- Gracias.

- ¿Que te pasa? Te noto triste, y no es por el bajon.

Eda siguió caminando mirando hacia adelante, no tenia ganas de contarle a un desconocido lo que le ocurria, y menos sus sospechas.

- Nada, cosas mias.

- Entonces no es nada, entiendo que...

- Serkan, dejalo ¿vale? Ya no nos vamos a ver, asi que olvidalo.

- Eso no lo sabes.

- Lo se y punto.

Serkan la observó en silencio, y la 'obligó a irse con el, no pensaba dejarla sola, y en estado tristón en el que se encontraba mucho menos.

Le abrió la puerta y luego se sentó en su asiento, la miró, viendo como se colocaba el cinturón y en segundos, se encontraban mirandonse y entonces Eda le confesó algo.

- Hace años perdí a una persona, una persona que significó mucho para mi, aunque cuando se fue eramos unos niños, aun lo recuerdo como si fuera ayer.

La mirada de ella fue bajando, dejandola en sus pies que reposaban tranquilos en su sitio y notó la mano del chico encima de su pierna.

- Lo siento tiene que ser duro perder a un amigo asi.

Eda se quedó pensativa unos segundos, quizas estaba pensando que habría muerto, y pensar eso, su cuerpo se estremeció por completo.

- Creo que lo entendiste mal, el no murió, se fue, se mudó a otro sitio, y lo triste es que no me dijo nada.

Serkan la miró, no sabía como consolarla y entonces, le pasó la mano por detras, algo le decia que necesitaba desahogarse, y el estaria dispuesto a ayudarla.

- Ven, apoyate.

Eda le miró dudosa, no lo conocía de nada para tener ese contacto, y sin embargo, en su interior le decia que le conocia y se dejó, apoyandose en el hombro de este y llorando en silencio.

- Nunca lo superé, aunque era una chiquilla de 7 años.

- Si quieres puedo ayudarte a encontrarle.

Al decir aquellas palabras algo dentro de el se le removió, no eran celos, era imposible estar celoso de quien no conocía. Además, el tenia pareja y hasta ese dia estaba bien con ella.

- No, ya lo he buscado yo y nada, quizas se fuera a Europa o a Estados Unidos, no sé.

Se separa de él y algo dentro de Serkan decia que la mantuviera así, cercana. Y nuevamente unas imagenes borrosas sacudieron su mente.

| FLASHBACK |

Verano, dos niños corrían divertidos en un jardín amplio, y verde, con jazmines, y rosas por todas partes, rosas de distintos colores junto con otras plantas. Tras el jardin se asomaba una casa estilo Victoriana, de color blanco y azulado, preciosa.

Uno hacia que la otra se enfadara, luego la otra le pegaba cariñosamente cuando le alcanzaba, reían, se abrazaban.

- Te quiero mucho Serkan.

- Y yo a ti pequeña Eda.

- Estaremos siempre juntos, ¿a que si?

Serkan le miraba dulcemente mientras le acariciaba su cabeza, y sonríe. Queria tanto a esa niña que daria su vida, aunque no fuera mas mayor que ella.

- Claro que si, siempre.

Ambos se habian sentado en un banco, ella se abrazó a él con fuerza. Serkan le dio varios besos en su morena cabeza y le fue contando historietas que se le iban ocurriendo.

| FIN DE FLASHBACK |

Serkan apretó los ojos, tratando asi poder ver a la chica, pero nada, nunca conseguía lograr verla y la atormentaba desde hacia años. A veces se sentia en una profunda tristeza, sentia que habia perdido a alguien especial y que por desgracia no llegaba a recordar y eso le apenaba muchisimo.

- Lo siento, creo que te he pegado mi tristeza, y no deberia, no deberia habertelo dicho

Serkan abrió los ojos y la miró, estaba mirandole preocupada, y sintió otro pinchazo en su interior y no entendia por qué.

- Sera mejor que nos vayamos, es tarde.

El chico tenia los ojos un poco rojos, no quería llorar. Aquello tenia que acabar ya. No podia seguir asi.

Eda le fue indicando, y conforme se acercaba, Serkan sentia una sensación extraña en su interior. Como si hubiera estado alli. ¿Se estaba volviendo loco?

Había varias casas de ese estilo en fila, supuso que habria un par de calles, y no se equivocó, habia dos calles, la mayoria tenian el mismo color, y otra resaltaba de un color azulado que le llamo bastante la atencion.

- Para, es aquí.

Se subió en una acera y aparcó, poniendo las luces y bajó del coche, abrió la puerta de Eda y la dejó salir.

- Gracias.

La miró incanzablemente, y si por el fuera la miraría toda la vida.

》Serkan tio, tienes novia, ¿que te pasa maldito capullo? 《

Eda se fue quitando la chaqueta y en un momento dado, un olor reconocible le vino a la memoria. Se dio la vuelta para que no la viera y olió la chaqueta, su corazón palpitaba a mas no poder. ¿Se estaba volviendo loca? ¡Era su olor!

Lo que la mente olvida, el corazon mantieneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora