Capitulo 2

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Luego de cenar, me bañe y me tire en la cama a ver videos con el celular, y sin darme cuenta caí rendida en un profundo sueño.

—Ai— me llaman, me giro a ver quien me había llamado, esa voz era muy familiar, mi padre me sonreía del otro lado de la calle, saludándome frenéticamente con una mano, en la otra llevaba su portafolio marrón gastado como de costumbre, y a a su lado se encontraba Yoshida, su amigo del trabajo, y prácticamente de toda la vida, yo me encontraba en la esquina de la plaza, esperando con algunas personas a mi alrededor a que el semáforo nos diera la indicación de poder cruzar. Su cabello despeinado por el viento, y esa sonrisa brillante me daba un calor cálido a mi corazón, ansiosa miraba el semáforo para poder cruzar y abrazarlo. Toda la gente comenzó a caminar, y yo comencé a correr desesperada por ese abrazo —papa— lo abrace—¿Cómo esta mi niña hermosa?—el me devolvió el abrazo —también te extrañe—dice sonriendo, y depositando un beso en mi cabeza — nos vemos mañana Yoshida— se despide, tomando mi mano y comenzando a caminar —vamos a casa, mama debe estar esperándonos con la comida calentita— se soba la panza, haciendo que ambos nos riéramos. —estamos en casa— dice papa al abrir la puerta de nuestra casa, mientras nos sacábamos los zapatos se acerca mama, dándome un vuelco de felicidad al corazón —bienvenidos— ella nos recibe con esa voz tan dulce —mama— digo y corro hasta donde ella esta, abrazándola—mi niña pequeña—dice recibiéndome en su brazos, para después depositarme un beso también sobre mi cabeza, el olor del hogar inunda mis fosas nasales, ese olor que tanto extrañaba, lo volvía a sentir, y no pude evitarlo, lagrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, mojando el pecho de mi madre— ¿Qué pasa mi niña?— pregunta ella con preocupación— los extraño— les digo en un susurro, mi padre solo se acerca a nosotras y nos abraza, este calor quiero volverlo a sentir, me largo a llorar mas fuerte.

Me despierto llorando en mi pieza, sola y fría, otra vez.

Temblaba de frio, agarre mi peluche para tranquilizarme, me había quedado dormida sobre la cama, y con el pelo mojado. Si estuviera mi madre, definitivamente me hubiera retado, aun me caen lagrimas sobre mis mejillas, me acuesto como corresponde tapándome con la cobija, para poder entrar en calor, creo que tengo fiebre. Suena la alarma, luego de al parecer haber dormido un rato, cierto tengo clases, me recuerdo a lo lejos, vaya que me siento mal, la apago y le mando un mensaje a Yoshida explicando el porque de mi falta, y para que me crea le mando una foto de mi, con la cara cubierta con la cobija dejándose ver solo de mis ojos para arriba, se veía mi cara demacrada y roja por la fiebre, y otra del termómetro marcando 39,3º, deje mi celular después de leer su respuesta con un <<ok que te mejores pronto>>, sobre la mesita de luz y caí de nuevo en un profundo sueño.


—Keisuke te buscan— me dicen, estaba preocupado escribiendo la carta que me había pedido Ai, en casa nunca me pude concentrar, y me distraía todo el tiempo, al final termine leyendo un manga, y jugué con Peke J y no escribí nada, aunque no la había visto hoy, después le iba a mandar un mensaje preguntándole que le había pasado, hacia ya un tiempo que no faltaba, era extraño ¿Se habrá enfermado?

—ya veo, con que eso significa—digo viendo mis libros de texto. Pero alguien se coloca frente a mi cubriéndome la luz del sol. No me había dado cuenta, ya no quedaba nadie el aula, solo este chico rubio con los pelos en un copete, y que tuvo el atrevimiento de sentarse frente a mi.

—¿eh? ¿Quién eres?— pregunto molesto por interrumpirme.

—Chifuyu Matsuno, de la clase 1— me dice cruzándose de pierna.

—¿Chifuyu ... Matsuno?— no, no me sonaba de nada ¿o si?

—¿Por qué te vistes como un nerd si ni siquiera sabes escribir "tigre"?—habla tranquilamente Matsuno, Mikey y Draken me habían dicho que me ayudaría a no repetir, si usaba estos lentes, me haría ver mas inteligente.

Eras solo TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora