Alex
Estaba seguro de que todo era un malentendido.Sí, debía ser eso. Aunque en el caso contrario... ¡No! Ni hablar, no quería pensar en esa alternativa.
Aaron podía estar confundido. Esa chica no estaría tan loca como para valorar la opción de trabajar en esta empresa. No estaba tan desesperada por arruinarme.. ¿verdad?
Caminé nervioso de un lado a otro de mi despacho, pasándome las manos por el pelo una y otra vez.
Mi mente estaba tan confusa que ni siquiera barajé las opciones antes de coger el teléfono móvil y llamar a Lucas. Él no me mentiría. Después de ver como casi estalla otra guerra mundial delante de sus ojos cuando Lila y yo nos taladramos con la mirada, no creo que se plantease contratarla como su secretaría.
Él no me haría eso.
¿O sí?
Aquel dichoso teléfono comunicaba y terminó saltando el buzón de voz. ¿Para qué diablos quería un teléfono en su oficina si no lo usaba nunca? Probé con su numero personal y al menos después de dos toques contestó.
-Hola, señor Stone. ¿Puedo ayudarlo en algo? - respondió Lucas al otro lado -.
Fruncí el ceño.
¿Qué coñ..?
-¿Desde cuando te diriges a mí como señor? - pregunté – y encima usando mi apellido.
-Desde nunca pero quería ver como sonaba – contestó soltando una risita -.
Resoplé.
-¿Terminaste con las entrevistas? - inquirí -.
-Creí entender que no querías que te informara sobre mis avances en la búsqueda de una secretaría perfecta – bromeó él -.
-Pues creíste mal, necesito saber todo lo que pasa en esta empresa y cuando digo todo me refiero a absolutamente T-O-D-O – deletreé frunciendo los labios – así que envíame los perfiles ahora mismo por correo, los necesito.
-¿Los necesitas? - ya volvía a usar su tono acusador conmigo – tranquilo, lo tengo todo bajo control tu sigue ocupándote de esas cosas importantes que tenías que hacer en vez de ayudarme en mi elección del personal.
Lo iba a matar.
Lenta y dolorosamente.
Mi plan de acabar con él se esfumó de repente cuando escuché el sonido de una risa.
Sentí como se me erizaba la piel y una opresión en el pecho no me dejó respirar. Yo había escuchado aquel sonido antes. Y recordaba perfectamente el escalofrió posterior que recorrió mi cuerpo cuando mis oídos captaron esos acordes.
Viernes por la noche. Mi casa. Ella.
-No paro de pensar en la cantidad de problemas que nos traerá esto.. - le susurré mientras deslizaba las yemas de mis dedos desde su clavícula hasta su cadera – y al mismo tiempo sé que no me arrepentiría nunca.
Ella puso los ojos en blanco y me dio un golpe en el pecho.
-Comprendo que no te arrepientas, es conmigo con quien te acabas de acostar – dijo con voz burlona – solo espero que no lo apuntes en tu diario para leerlo por las noches cuando te sientas solo y desolado.
-¿Desde cuando eres tan egocéntrica? - enarqué una ceja -.
-¿Desde cuando eres un idiota? - respondió con otra pregunta - ¡Oh! Ya sé, desde siempre así que ahí tienes mi respuesta.
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Tormenta
RomanceAlex tiene su vida bajo control, es dueño de un importante empresa publicitaria y las constantes en su vida son el orden y el sexo sin compromiso. Lila esta cursando su segundo año de carrera Universitaria. Impulsiva, sarcástica y con una mirada de...