Capítulo 11

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Alex

-Por donde debería empezar... - rasqué mi barbilla con gesto ausente -.

-Quizás por el principio, no sé llámame loco pero todo tiene más sentido siempre y cuando se cuenta por el principio – opinó Lucas con un tono sarcástico -.

Carraspeé.

-Esa persona que acaba de salir de aquí..

-Te refieres a Lila, ¿verdad? -enarcó una ceja – mi nueva y fiel secretaría. Me gustaría que la llamaras por su nombre.

Odio a este imbécil.

-Lila – su nombre se deslizó por mi lengua creándome un dulce picazón – ella... bueno, nosotros...

Lucas chasqueó la lengua mientras se pellizcaba el puente de la nariz.

-Te has acostado con Lila – sentenció de forma evidente -.

-Sí – sonreí aliviado pero terminé reprimiendo de inmediato esa sonrisa cuando él me fulminó con la mirado – quiero decir, No, por supuesto que no – él enarcó ambas cejas y suspiré derrotado– ¿Quizás?...

-Ni un día... ni un día lleva trabajando aquí y ya forma parte de tu harem – murmuró – tanto te cuesta mantener tus miserias dentro de los pantalones.

Levanté ambas manos antes de hablar.

-Punto numero uno : lo que tengo entre mis piernas no son precisamente miserias – él me escuchaba poniendo los ojos en blanco – punto numero dos : Lila y yo nos acostamos mucho antes de saber que iba a terminar trabajando aquí, si en algún momento de aquel día lo hubiese sabido... esta muy claro que la noche hubiese acabado de forma diferente.

-Tienes un gran problema – Lucas se puso de pie – es la mejor amiga de mi novia como demonios voy a defenderte ante ella cuando se entere que utilizaste a su amiga.

Hice una mueca.

Utilizar. Yo no había utilizado a nadie.

-No me gusta esa palabra – avisé -.

-Pues te aguantas, degenerado – se cruzó de brazos -.

Tamborileé con los dedos sobre la mesa.

No me gustaba todo aquel drama. Solo hacía darme dolor de cabeza.

-Aun hay algo más ...

-Oh, perfecto – sacudió la cabeza - ¡Sorpréndeme!

-Lila es la hermana de Elena -.

Lucas parpadeó sorprendido y trastabilló un poco.

-¿Elena? ¿Tu Elena? - entrecerró los ojos en mi dirección -.

Resoplé.

-No es mi Elena – sonreí. Si Aaron lo escuchara decir algo así acabaría con él, pero por otro lado también acabaría conmigo cuando se enterase realmente de lo que hice con su cuñadita. Mierda. Ambos estaríamos muertos -.

Se encogió de hombros y suspiró.

-Lo que quieres decir es que Lila, es la hermana pequeña de tu exnovia y por si fuera poco actual, y seguramente, futura esposa de uno de tus mejores amigos – contestó -.

Mi sonrisa se hizo mucho más amplia.

-Así es, yo no hubiese podido explicarlo mejor.

-Alex, creo que deberías escucharme cuando te digo que estas enfermo– chasqueó la lengua – es más, no sabía que podías llegar a estar más enfermo que ahora.

Fruncí el ceño.

Tampoco era para tanto. Ella y yo fuimos conscientes de todo lo que estábamos haciendo aquel día. Reprimí el impulso de que mi mente pervertida divagara una vez más sobre Lila desnud...

Sacudí la cabeza. Para Tío, no quieres tener una erección frente a uno de tus mejores amigos mientras piensas en su secretaría. No debería otorgarle más munición para batallar contra mí y burlarse.

-Solo fue una vez – puse los ojos en blanco -.

-Solo fue una vez – repitió mis palabras mientras hacía una mueca– ojala eso fuese cierto, pero conociéndote

-Lila y yo hemos dejado las cosas claras, no repetiremos ese ....-tragué saliva – error.

-Bueno, al menos sí admites que cometisteis un error – mi amigo torció una sonrisa – sobre todo tu que ya tienes una edad para estar metiéndote en líos con jovencitas.

Lo que me faltaba por escuchar.

Resoplé y lo apunté con el dedo.

-¿Jovencitas? ¿Te recuerdo quien lleva tiempo saliendo con una universitaria la cual tiene la misma edad que Lila? Porque sí Lucas, ellas tienen la misma edad – me burlé -.

Hizo un gesto desdeñoso con la mano.

-Lo nuestro es amor, imbécil – me enseñó el dedo corazón – y lo tuyo un calentón el cual te ha terminado explotando en la cara cuando la viste el día que le hice la entrevista, porque sí Alex, vi la cara que pusiste y aun no tengo idea de como explicarla.

-Me aburrí de este tema – cogí mi móvil de la mesa y me levanté del asiento caminando sin prisa hasta la puerta – cuando tengas algún dato importante sobre la empresa, volveré a escucharte. Mientras tanto me largo.

-¿Donde vas? -.

-En busca de tu querida secretaría – torcí una sonrisa vacilante-.

-Alex..

-Era broma, solo necesito estirar las piernas – contesté -.

Salí del despacho y pase de largo frente a la señora Ruth que me miró enarcando una ceja.

-¡Voy contigo! - la voz de Lucas se oía a mi espalda -.

Giré sobre mis talones y puse una mano frente a mí.

Oh no. Me parece que no.

-Ni lo pienses, no necesito niñera – fruncí el ceño -.

-Siempre la necesitas, además alguien tiene que comprobar que no vasa molestar a mi..

Ni yo mismo puedo convencerme a mi mismo de mantener mis manos alejadas de esa chica ... ¿Por qué piensa Lucas que le haré caso?

Lo corté antes de que siguiese hablando.

-Como se te ocurre perseguirme pienso prenderle fuego a tu oficina y sí se perfectamente donde guardas tus figuritas originales de Guardianes de la Galaxia – entrecerré los ojos – pienso empezar por ellas.

-No te atreverías – balbuceó -.

Sonreí.

Nunca falla amenazarlo con sus figuras de Marvel.

-No me pongas a prueba – sentencie y me alejé de allí introduciéndome en el primer ascensor que vi abierto antes de que Lucas recapacitara y decidiera seguir mis pasos de nuevo -.

Respiré aliviado cuando las puertas se cerraron y pulsé una tecla al azar.

Necesitaba un café.

O cianuro.


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Capítulo corto pero necesario para enlazarlo con el siguiente jeje 





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