[Día 6: Ofrenda]

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Sentadas en el restaurante y ya esperando su comida, Victoria finalmente se atrevió a preguntar aquello que tantos años había estado acechando desde las sombras de su cabeza y que finalmente había conseguido salir.

—¿Es en serio?— dijo Victoria ante la historia que Elinor le contó

—Creeme, yo tuve la misma reacción— mencionó Elinor dando vueltas a su bebida con la pajilla —Pero, ¿Qué podía hacer yo contra el ascenso de mi mamá en su trabajo?

—Lo entiendo, no había mucho que hacer

—¡Que casi lo olvido!— mencionó Elinor con algo de emoción —Te traje algo

Acercó su mano a su bolso y de él sacó una caja de color turquesa.

—Yo... Ely, no tenias que molestarte— mencionó Vicky

—Anda, ábrelo, quiero saber si te gusta

Vicky hizo caso a lo que Elinor dijo y abrió la caja. Una pulsera de piedras blancas y negras con una de ellas con la inicial de su nombre dibujada.

—Nunca dejaste de hacer bisuteria— mencionó Victoria recordando los viejos tiempos —Ahora me siento mal porque no te traje nada

—Vicky, fuiste tu la de la idea de venir aquí, con eso es más que suficiente— dijo Ely —Pero... ¿Te gusta?

Victoria no vio mejor respuesta que la de sacar la pulsera de la caja y colocarla en su muñeca, y con ello haciendo sonreír a Elinor. El mesero en ese momento apareció y dejó la comida en la mesa.

—Si me disculpas, necesito ir al baño— mencionó Victoria

—¿Te espero?

—Si quieres empezar, para que no se enfríe

—Bueno, si tu dices

Apenas sabiendo a Victoria un poco alejada y en un sitio en donde no podía verla, Elinor se apresuró a sacar una caja de supresores de su bolso, revisando sus indicaciones. Se suponía que tendrian que tenerle efecto por 6 horas, pero a pesar de que había tomado uno antes de salir, el aroma de Victoria cuando pasó junto a ella le despertó la sensación de que necesitaba otro si quería mantener su compostura el resto de la... ¿Cita?

—Aceptalo Elinor, has tomado esta cosa desde los 15, seguro tienes algún tipo de resistencia— dijo sacando una de las pastillas y pasándola con su bebida.

~•~•~

Llegaron al edificio de Elinor, donde Victoria se estacionó para acompañarla a la puerta de su departamento.

—Me divertí mucho el día de hoy Vicky— dijo Elinor mientras caminaban por el pasillo de su piso

—Creeme, tambien yo— dijo Victoria

Cuando estuvieron frente a la puerta del departamento de Elinor y con la llave ya dentro de la cerradura, había una pregunta que había bailado en su cabeza todo el almuerzo y en el camino por el elevador.

—¿Puedo preguntarte algo más?— dijo Elinor

—Claro, dime— contestó la rubia

Lo pensó un par de veces antes de solo enviar al diablo esa pequeña bolita que tenía en la garganta.

—¿Sentiste cuando me fui?— dijo Elinor

Fue como si los supresores finalmente hubieran perdido su efecto en el cuerpo de la rubia y la oportunidad que no necesariamente esperaba, pero que deseaba que se presentara, pues fue guiada por sus instintos cuando se inclinó a darle un pequeño beso en la mejilla a Elinor, haciéndola sonrojar.

—Creeme, de verdad te eché de menos— mencionó Vicky

Fue como si la lengua se le enredara a la pelinegra ante las acciones de la rubia, por lo que solo giró la llave y abrió la puerta.

—¡Te llamo más tarde!— dijo Elinor antes de cerrar la puerta en cara de Victoria

Victoria entonces tomó camino hacia el elevador. Estaba sola, por lo que se pudo dar el lujo de quedarse mirando el techo recargada en la pared. Observó su pulsera y sólo sonrió.

De Regreso a Casa | #Omegacember2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora