[Día 28: Nudo]

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Tras un jugueteo de besos y caricias que trajeron el desvestir de ambas fue como si el instinto dominara a la Alpha; no era un celo, era sólo su naturaleza más primitiva saliendo a la luz.

Miró a su pareja, en sus ojos brillaba el "Hazlo" y su cuerpo se lo pedía a gritos.

Victoria se dio entrada de una manera suave sacándole un pequeño grito mezclado con un gemido.

Entraba y salía. Entraba y salía. Comenzando de una manera suave para que ambas sintieran placer. Elinor recompensaba las acciones de su pareja usando su lengua para juguetear con uno de los pezones de su pareja, besaba su pecho, lo lamia y lo succionaba causándole gemidos a la rubia.

Ese día en particular Victoria se sentía diferente, en su manera de hacerle el amor y Elinor lo sentía y lo vio al momento en que Victoria la tomó de la cadera y con un movimiento rápido y fuerte posicionó a Elinor encima suyo montando su evidente erección.

Elinor invadida por la excitación se comenzó a mover de la manera como su posición lo marcaba.

Arriba y abajo. Arriba y abajo. Sus pechos se frotaban y Victoria ponía de su propia parte moviendo la cadera y moviendo a Elinor para aumentar de a poco la velocidad de sus acciones.

Pero ahí fue donde Elinor encontró la principal diferencia entre esa y otras veces en las que habían hecho el amor: Victoria la tomó la cadera para aferrarla lo más que pudo a ella antes de aumentar la velocidad; estaba cerca de terminar, lo sentía en cómo se movía, pero no dijo nada por los gemidos que se le combinaron a coro.

Finalmente, Vicky llegó a su clímax con un suspiro pesado y placentero. Elinor la acompañó en el orgasmo.

El nudo de Victoria estaba hinchado, Elinor lo sintió, no podía salir de ella aunque quisiera hacerlo y Elinor no podía separarse de su pareja.

La heterocromatina se escondió en el cuello de su Alpha como buscando esconder el sollozo que se le escapó inoportunamente; durante su celo no lo había sentido por la ola de hormonas que la recorría, pero en ese momento lo veía como una realidad, sentía el nudo hinchado de Victoria en el interior de su feminidad y le era doloroso, sentía ese líquido cálido en su interior, y ese era el que la hizo soltar ese leve sollozo.

De Regreso a Casa | #Omegacember2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora