[Día 9: Mordida]

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Vicky seguía alejada del club a menos de que se le necesitara o quisiera ver a Elinor, pero insistió en ir por ella al momento en que terminó el turno.

—¿Que tal la noche?— dijo Victoria cuando Elinor subió al auto

—Todo tranquilo. Blue Baby sigue intentando robar el show cuando puede, pero eso ya es algo casi normal

Apenas Victoria iba a decir algo, escuchó el estómago de su chica pidiendo alimento, lo que a la heterocromática le causó una sonrisa nerviosa.

—¿Olvidaste traer tus snacks, cierto?— dijo Victoria

—Digamos que se me hizo tarde... Otra vez, y para cuando me di cuenta ya estaba a medio camino—

Victoria sólo rodó los ojos ante tener enfrente uno de los desperfectos de su novia, pero no era malo, era incluso adorable en cierto sentido.

—Bueno, son las dos de la mañana por lo que será difícil conseguir algo de comer, pero en casa tengo algunas cosas que pueden hacer un buen todo— mencionó Victoria encendiendo el auto

—¿Eso es una invitación?

—Más bien, un secuestro alimenticio

Victoria le metió la marcha al auto y arrancó con dirección a casa.

~•~•~

La mesa de Victoria se veía mucho más alegre con alguien haciéndole compañía. Su comida de madrugada no era muy elegante y estaba lejos de serlo. Sandwiches de jamón con patatas de bolsa en ellos, un viejo truco aprendido con el tiempo y que hacía de sus sándwiches más deliciosos.

Pero la mejor parte era el postre: Los dulces besos en el sillon.

En medio de ese jugueteo, Victoria tomó el control de manera impulsiva poniendo a Elinor con la espalda sobre el sillón.

¿Sería ese el momento?

¿Sería... Suya finalmente?

En los ojos de Elinor no había una negativa, o una petición de que no lo hiciera, más bien en esos brillos desiguales había un mensaje de que le daría permiso de hacer lo que su cuerpo quisiera. Después de todo, de todas las personas que había, que fuera Victoria era lo que Elinor deseaba.

Victoria entonces pasó a quitarle la blusa a Elinor y besarla con más intensidad de lo que les era usual. Elinor le intentaba seguir el ritmo colando sus manos por debajo de su blusa y encontrando el broche de su sostén y separandolo

—Ely, me haces cosquillas— dijo Victoria

—¿Es eso bueno?

—Todo en ti es bueno

Con una sonrisa Victoria se puso de pie, tomó a Elinor de uno de sus brazos y con un solo movimiento la puso sobre su hombro.

En la habitación su jugueteo de besos tuvo seguimiento, con Elinor sintiendo la textura de las sábanas en su espalda. Victoria entonces buscó en su bolsillo sus llaves, en un principio había olvidado ponerlas en el pequeño tazón que tenía en la mesa de la entrada, pero en ese momento lo agradecia porque al momento en que le enseñó una llave a Elinor, se vio impresionada.

—Te dije que la usaría de la manera correcta— le dijo Victoria tomando el candado del collar de Elinor e insertando la llave —Y déjame decirte, que te agradezco

Giró la llave, el candado se abrió y a Victoria no le costó demasiado quitarselo del cuello a Elinor.

Con el collar fuera, el jugueteo entre ambas pareció tomar impulso. Las prendas volaron, los besos aumentaron en intensidad, ambas tuvieron contacto con el pecho ajeno, hasta que finalmente ambas se encontraban teniendo contacto de piel con piel. El miembro de Victoria había salido a la luz guiado por la excitación que tenía, y sin más palabra alguna, entró en Elinor.

El ritmo aumentaba, tanto de los vaivenes de Victoria como el de la respiración de ambas.

Victoria se acercó a besar el cuello de Elinor, y dominada por sus instintos de manera momentánea, lo mordió y Elinor soltó un grito. No de una manera en donde su piel se desprendiera de ella, pero sus dientes entraron en la Omega de una manera tan profunda que dejaría una marca de que ya no era una Omega completamente libre.

Había ocurrido. La unión de ambas se había hecho oficial.

De Regreso a Casa | #Omegacember2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora