[Día 25: Prendas con Aroma]

241 33 0
                                    

En su mente vivía la idea de que su Alpha volvería pronto, pero le hacía competencia el hecho de que sus pesadillas se habían vuelto más constantes desde que se había ido, como estaba sola en el departamento se daba a sí misma el permiso de gritar si era necesario.

Esa era una de esas veces en donde la sensación que le había producido el sueño de la tarde antes del trabajo no le permitieron volver a dormir, por lo que salió de la cama a preparar un té relajante, encerrarse en su armario/nido y llamar a alguien a quien pudiera contarle. Los factores comunes que había en sus sueños eran una señal de que había algo que quería salir a la luz, y como ya habían compartido sus celos de manera mutua sentía que era cuestión de tiempo antes de que se diera cuenta del que escondía como su más grande secreto.

—¿Me estas diciendo que todavía no lo sabe?— mencionó su tía Lisa en el momento en que su sobrina terminó de contarle su sentir

—No. No he, encontrado el momento de decirle, ¿Y cómo podría?— mencionaba Elinor

—Elinor. Se te da hablar, tu y yo sabemos que el cómo decirle no es el verdadero problema

Elinor al otro lado de la línea comenzó a derramar lágrimas. Durante su adolescencia se presentaba como una Omega fértil; cada que llegaba su celo funcionaba como la menstruación de las Betas, su cuerpo preparaba todo dentro de ella para recibir un bebé y cuando aquello no pasaba su cuerpo no tenía de otra que expulsar todo. Eran días dolorosos pero era algo normal.

Con su salida de casa y su trabajo tardó en darse cuenta de que aquellos días complejos se habían ausentado durante un tiempo. No era normal, lo sabía, por lo que tuvo que acudir a un médico.

Aquel diagnóstico se quedaría plasmado en su mente: Años y años de supresores sin falta cada celo tuvieron efectos secundarios. Aunque el médico de Elinor lo dijo de la manera más científica y sensible posible, en su interior se interpretó como que su vientre era infértil como tierra quemada; ni siquiera con el esperma de un Alpha puro podría hacer crecer un bebé dentro de ella.

—No quiero que Vicky me deje, ¿Está bien?— dijo Elinor finalmente —Su madre se desprendió de su Omega demasiado fácil. Tu me enseñaste que los Alphas buscan asegurar su descendencia por instinto, no quiero que me deje en busca de un Omega que le pueda dar lo que yo no. No lo soportaría

Su tía Lisa al otro lado de la línea se quedó estupefacta; después de que Elinor reprimera sus instintos tanto tiempo, estaba sorprendida de como una Alpha tan especial pudiera haberla hecho cambiar de manera tan drástica.

—Cariño, en esta situación tendrás que analizar qué tanto confías en Victoria. Y si no es lo que esperabas, quizás te apresuraste a darle la llave de tu collar— mencionó su tía

Esas palabras se quedaron en su mente al momento de terminar la llamada y quedarse mirando su taza de té.

Pero es en una respiración profunda para recuperar el aliento que Elinor se encuentra con el aroma de su Alpha impregnando el aire. No porque hubiera regresado, sino porque ahí escondido entre las almohadas se encontró con una camiseta de su Alpha.

Con una sonrisa recordó ese día, en donde con darle una mirada ella acudió a ayudarla y con un par de palabras se aseguró de que ella estuviera segura en el nido para no quedar en medio de una pelea de Alphas. Ese fue solo el primero de una serie de recuerdos que la llevaron al día en que le entregó su llave; quizás en el momento había sido algo apresurado, pero en el momento en que Victoria deslizó la llave dentro de la cerradura recordaba como en su piel la recorría una sensación de seguridad que no había sentido antes.

Abrazó la camiseta contra su pecho y aspiró el aroma que aún conservaba en ella. El aroma que más de una vez le trajo seguridad, el aroma de quien confiaba, el aroma de la persona por la que su corazón latía con tal intensidad, eso la llevó a un estado de calma.

—Voy a encontrar la manera de decirte— dijo mirando la camiseta —Si me amas como yo te amo a ti, esperemos que no interfiera

De Regreso a Casa | #Omegacember2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora