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   Eran las cinco de la mañana, Kazutora estaba preparando el desayuno antes de ir a despertar a Chifuyu. La noche anterior el pelicorto tuvo que ir rápido para ayudar a Takemichi a llevar a Mikey a su casa.

Según entendí, ellos dos salieron a tomarse unos tragos por ahí y Mikey se pasó de copas, por lo que terminó completamente borracho en el local cantando You Belong With Me de Taylor Swift a todo volumen. La dueña del negocio estaba harta de ambos, pero Takemichi no podía solo con Mikey, por lo que llamó de urgencia a Chifuyu.

Hubiera sido cómico de ver, pero preferí quedarme observando a Kazutora dormir. Ya no era divertido ver a Mikey haciendo el ridículo porque no podía burlarme más de él.

Kazutora comenzó a reír a carcajadas de repente, sacándome de mis pensamientos.

— ¿Por qué le estoy haciendo el desayuno como para llevárselo a la cama?, en esto se convirtió uno de los delincuentes más temidos¿eh?— Tomó la bandeja en manos y volviendo su rostro en calma se dirigió a la habitación.

Otra cosa que me olvidé mencionar fue que, de lo cansado que estaba Chifu de madrugada no distinguió que iba directamente a la habitación donde se encontraba Kazutora. Se sacó los zapatos, se acomodó entre las sábanas con los ojos entrecerrados y se quedó completamente dormido. Yo aproveché e intenté ver si podía tomar objetos, al darme cuenta que sí, tomé del suelo un zapato de Kazutora y se lo tiré en la cara para despertarlo, cosa que funcionó.

El pánico con el que despertó el pelilargo fue tanta, desde que se asustó por el golpe del zapato en la cara, hasta que notó a Chifuyu a su lado durmiendo. "¿Estoy soñando,¿verdad?" Fue lo último que dijo antes de que yo me estallara en risas. Rápidamente se levantó, acomodó mejor al contrario y salió de la habitación para ir a dormir a la cocina.

La bronca que me entró porque el idiota aún sentía pánico estando cerca de Chifu era enorme, en la mayoría de mis "accidentes" para juntarlos todo salía mal por culpa suya.

Flashback 1

— ¡Kazutora! ¿Puedes ir a bañar a Pupi y Uri?— Preguntó el chico, sosteniendo dos gatitos recién nacidos en las manos— Yo voy a estar ocupado con estos bebés.

— Claro, ya voy.

Baji Keisuke sí era visto por los animales, quiénes solo miraban extrañados al tercer chico en el local que nunca hacía nada.

— Pss, pss, hola— Habló finalmente— Soy Keisuke,ustedes aman mucho a sus cuidadores ¿verdad?— Ellos no entendían absolutamente nada— , yo sé que sí, ¿me harían un favor?

—¿Qué miran?— Preguntó Kazutora— Ya enseguida viene Chifuyu otra vez. — Dicho esto siguió enjabonando a los perritos que estaban en la tina concentrado.

— Bien, el favor que quiero que me hagan es este... — Explicó exactamente todo cómo si confiara 100% en que ellos obedecerían.

  Cinco minutos después salió Chifuyu con los dos gatitos y su mamá en una jaulita. Iban a ser entregados a una familia cercana de allí.

De la nada los otros gatos comenzaron a correr junto a él y a recostar sus pequeñas cabecitas en sus piernas. Chifuyu se agachó para acariciarlos y en eso los perros salieron corriendo también, tirándose sobre él y haciendo que Chifuyu se golpee la cabeza contra el suelo.

—¡Este no era el plan!— Gruñó enojado Baji, como si ya los animales le prestaran atención.

El verdadero escándalo comenzó cuando los perros siguieron su instinto y comenzaron a perseguir a los felinos. Subieron sobre las mesas, las otras jaulas, pisotearon a Chifuyu -quién seguía tirado en el suelo sin poder levantarse- , despertaron a los loros y demás aves que, del susto, se pusieron a volar por todo el local.

MisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora