•••13

776 107 86
                                    

(En este cap les va a caer medio mal Chifu jajan't)

Estaban en silencio sentados en un sofá, Kazutora colocaba algodones con alcohol para desinfectar las heridas del cuerpo de Chifuyu. El otro simplemente lagrimeaba mientras observaba el  rostro ajeno, sin poder creer que estaba frente a él.

— Yo... —Se animó a hablar el pelicorto — Lo siento.

— ¿Por lo de la otra vez? Ya lo superé— Se le notaba lo mentiroso a leguas.

— Ah¿si?— Sorbiendose la nariz para parecer que no estaba al borde del llanto siguió— Me alegro, porque realmente me hiciste mucha falta.

Kazutora no pudo evitar sonrojarse a más no poder, su cuerpo parecía perder movilidad cuando escuchaba un mínimo interés por parte del contrario.

— Sólo estuvimos así dos semanas, exagerado— Sonrió, levantándose del sofá para ir a tirar los algodones usados al basurero.

— Tú lo dijiste, DOS semanas sin saber nada de tí. — Suspiró— Pero ya pasó, realmente lo lamento mucho.

— Chifuyu... — Hizo pausa en sus palabras para volver a sentarse, tomó de las manos al chico y mirándolo a los ojos siguió— Me gustas— Soltó, mostrando seguridad en sus palabras—Yo también te extrañé demasiado porque realmente me gustas. No quiero seguir siendo un Baji 2, quiero ser un Kazutora 1.

Sus manos temblaban.

—¿De qué hablas?— Comenzó a reír el pelicorto, tímido por algo que obviamente ya veía venir.

— En este tiempo que estuvimos alejados...extrañaste a Kazutora, no a la versión de Baji,¿verdad?

— Kazu... yo no puedo decirte que nunca te vi como una versión de lo que fue él... pero tienes razón, te extrañé a tí.

El pelilargo comenzó a sonreír de punta a punta, alejándose un poco más del contrario para no invadir mucho su espacio personal.

— Creo que también me gustas.—Siguió—Es cierto que amé a Baji más que nadie y que aún lo amo mucho, pero quiero darme una oportunidad contigo.

Eso fue repentino y tal vez el chico lo estaba diciendo por la emoción del momento, pero aún así yo elegí creer en que todo era verdad.

Mi misión estaba a nada de terminar, por fin todo sería calma para los pobres corazones de ambos. Eso debería ponerme feliz,¿verdad?

Entonces,¿por qué no lo hacía?

...

El resto de la noche quedaron charlando. Kazutora comentó que extrañaba trabajar en la tienda y que, si aún no lo habían despedido, quería volver allí; también contó que Hanma le había conseguido el hospedaje en ese hotel gratis ya que un primo suyo trabajaba allí y se disculpó con Chifuyu por todo lo que había pasado.

Él sabía dónde estaban porque anteriormente Hanma le comentó que en ese lugar solía ir a dormir cuando debía esconderse de la policía.

— Aunque sospeché de él en todo momento, mis ganas de saber sobre tí fueron más fuertes y terminé poniéndote en peligro. — Confesó cabizbajo— Yo realmente estoy avergonzado.

— Ya pasó, luego viniste y me rescataste,¿no? Como toda telenovela— Se burló. — Qué patético me volví.

— Chifuyu, era obvio que luego de años sin pelear con nadie te hayas quedado así, no seas duro contigo mismo. — Sujetó las manos del chico y acercándose más a él le plantó un beso en la mejilla.

Chifuyu no se conformó con eso. Dejándose llevar acercó su rostro completamente a Kazutora y le robó un piquito, luego otro y otro. Hasta que los pequeños besos fueron más lentos, y Kazutora lo tomó de la cintura, acercándolo.

Sus lenguas comenzaron a rozar de una forma casi magnética. Chifuyu colocó sus brazos alrededor del cuello ajeno para acercarlo y profundizar más aún el contacto.

Eran las cuatro de la mañana, el pelilargo acostó al contrario y subió encima suyo, desabrochando poco a poco su camisa y bajando sus besos más allá de su cuello. Chifuyu no se movía, solo cerraba los ojos y parecía disfrutar aquello, soltaba pequeños quejidos de vez en cuando.

De momento, Kazutora lo dejó completamente desnudo ante sus ojos. Chifuyu parecía una jodida obra de arte, de esos que se exhiben en los museos. Mi corazón dolió cuando pensé en que nunca pude verlo de esa forma estando vivo.

Maldito Kazutora.

—¿Estás seguro de esto, Yuyu?— El otro asintió y Kazutora no esperó más para juntar sus labios con los de él, mientras mandaba su remera al otro lado de la habitación.

  Encajaban tan perfectamente el uno con el otro, que me estaba dando vergüenza quedarme a mirar.

La temperatura subía y los besos del mayor ya estaban siendo esparcidos por los muslos del contrario. Chifuyu estaba sonrojado hasta las orejas.

Todo parecía marchar completamente bien, ellos se veían felices.

Estaba por irme para darles un poco más de privacidad, y porque en el fondo sentía dolor de haberme perdido tantas cosas junto a ellos. De repente todo el ambiente que se había tardado Kazutora en formar, se disolvió.

— Baji- san...  —Un gemido bastante dulce salió de sus labios, y tanto Kazutora como yo nos sorprendimos.

¿Chifuyu? ¿pero qué estaba haciendo?. El mayor se levantó del sofá con una sonrisa bastante apagada y miró al contrario unos minutos. El otro chico no sabía dónde esconderse, suspiró decepcionado y comenzó a ponerse la ropa nuevamente.

— Lo siento... — Habló por fin y casi al borde del llanto por la vergüenza que acababa de pasar.

— ¿Cómo se debe reaccionar cuando el chico que te gusta piensa en tu mejor amigo muerto mientras estaba apunto de tener sexo contigo? — Tiró sarcástico.

— Ya te dije que lo lamento, no sé qué mierda pasa conmigo.

— Carajo Chifuyu..., yo en serio quiero algo más que amistad contigo, pero no sueltas el pasado nunca — Esta vez, veía a Kazutora serio, cómo resignandose a que no sería más que una sombra.

—Lo sé, necesito tiempo. Juro que te amo tanto Kazutora, pero...

— Pero aún estás aferrado a Keisuke, comprendo. Te daré el tiempo que necesites— Terminó de decir eso con una falsa sonrisa en el rostro.

Fue al baño y se encerró dentro;podía oír como detrás de esa puerta comenzó a llorar.

Por su parte Chifuyu se fue a su casa. Si los fantasmas pudieran oír los pensamientos, juraría que mi chico estaba pensando algo como: "te extraño Baji-san,pero ¿porqué no puedo seguir mi vida de una vez?", y tenía razón.

  Esa noche/madrugada fue una completa locura.

MisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora