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   Kazutora pareció darse cuenta de que sentía cierta atracción por el chico pelicorto con el que vivía, por lo que todo se tornó de repente más incómodo. Sus sonrojos y nerviosismos eran cada vez más evidentes cerca de Chifuyu, pero cómo era de esperarse, el menor no lo notaba.

—¿Será que me gusta?¿o tal vez mi falta de afecto en la niñez me hizo crear una dependencia hacia él haciéndome creer que realmente estoy enamorado cuando solo busco su atención? — Se preguntó por quinta vez en el día el idiota de Kazutora, mientras barría la casa.

Yo estaba satisfecho con la idea de que por lo menos él se estuviera dando cuenta de sus sentimientos, porque si de Chifuyu hablamos...; el chico parecía tranquilo y feliz durante el día, pero sus recaídas de noche eran constantes, luego de aquel deja vú no podía hacer más que mirar a Kazutora como si fuera un muerto.

El muerto= yo.

—¡Ya llegué!— Habló Chifuyu, abriendo la puerta como podía, pues de tantas bolsas que tenía en las manos se le dificultaba.

— Bienvenido, ¿y eso?

— Mañana es el cumpleaños del bebé de Emma, me comprometí a decorar.

— ¡Ay que lindo! Yo te ayudaré.

—Igual si no te ofrecías ibas a ayudarme. — Dijo echándose a reír.

— Nunca me dejas opción, tus decoraciones son... bueno... — Intentó buscar la forma de no herir al pelicorto con sus palabras pero de igual forma el contrario notó a qué se refería.

— Cállate o no cenas hoy— Bromeó.

Al día siguiente, ya estaban en la casa de los Sano, preparando todo para festejar al aire libre los dos años de la bebé.

—¡Takemicchi! ¡Mitsuya!¡Chifuyu!— Gritó Draken desesperado, a lo que corrieron a su encuentro los mencionados.

—¡¿Qué sucedió?— Se exasperó Take.

—¡No me digas que se cayó el pastel o se lo comió Mikey!—Siguió Mitsuya.

—¿Creen que a Emma le guste más el rosa o el violeta para los manteles? — Los tres suspiraron al oír aquello del mayor.

—¿Era eso?— Cuestionó Chifuyu.—Yo creo que el violeta es lindo color.

—A mí me gusta más el rosa— Discutió Takemichi.

— Pero el violeta es diferente, en los cumpleaños siempre ponen el rosa.

—El violeta también es re común.

— Pon los dos y listo— Solucionó Mitsuya al instante.

—¡No!— Gritaron al unísono Takemichi y Chifuyu, creando una "pelea campal" en el lugar.

Por otro lado, Hinata estaba bañando y arreglando a la bebé para su fiesta mientras su amiga se ponía su mejor outfit para la ocasión.

— Qué rápido pasa el tiempo, no puedo creer que ella ya tenga dos años si hasta hace poco te estuve cuidando en tu embarazo.

— Lo sé, es increíble.

De repente la puerta se abrió de golpe, asustando a las presentes y haciendo que comenzaran a gritar.

—¡Estoy en bolas, hijo de puta!— Gritó Emma al darse cuenta de que quien entró fue Kazutora.

—¡Lo siento!¡Lo siento!— Cerró sus ojos y volvió a salir. Ya recostado por la puerta habló— Chifuyu me pidió los globos que estaban en la cuna de la bebé, solo entré por eso, perdón.

MisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora