Capítulo tres: Perdón

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Sasuke se quedó tan sorprendido que tardó varios segundos en darse cuenta de que Naruto seguía hablando. Movió la cabeza ligeramente para poder concentrarse.

—No como administrador —aclaró suavemente—. Porque no has finalizado tus estudios y me avergüenza decir esto, pero no estoy en posición de enfadar a la junta directiva. Por eso, ya que el puesto de secretaria está vacío, pensé que tú podrías ocuparlo. ¿Qué opinas?

Sasuke parpadeó confundido, su mente seguía procesando todo muy lentamente.

Por un momento casi entró en desesperación. Aflojó sus puños y solo ahí se dio cuenta de que había estado increíblemente asustado. Tragó saliva, dificultosamente, e hizo el inútil esfuerzo de relajar sus hombros, sentía el cuerpo tembloroso y ardiente.

—Me... parece bien —murmuró nervioso, arrugando el entrecejo—. Lo entiendo, agradezco la oportunidad.

Aún sentía el sonido del corazón en sus oídos resonando. Además de un leve dolor en su rostro, había presionado demasiado fuerte sus dientes en un vago intento de controlar los nervios.

No había mala intención en esas palabras, ni doble sentido, o para humillarlo. Su mente buscó algo extraño en la propuesta, pero al no encontrarla dejó que el aire saliera de sus pulmones, estaba muy aliviado.

Con un sueldo estable podría ayudar a su hermano. Una de sus preocupaciones acaba de irse. Dio una leve sonrisa, muy pequeña, apenas sintiendo un leve levantamiento en su mejilla.

Pero se sintió realmente aliviado.

Al alzar la vista, el alfa lo veía con la boca ligeramente abierta. Al verse descubierto, aclaró su garganta y le sonrió, volvió su mirada a los papeles que Sasuke había llevado, su hoja de información y fingió que no se quedó mirando el rostro de su nuevo empleado.

Con las mejillas un poco ardientes, desvío la vista imitando la acción de Naruto, era mejor fingir que no sabe nada. Tímidamente, movió su mano para tocar su rostro, tenía las manos frías en comparación con la piel caliente de su cara.

¿No sería mejor conversar con Naruto y disculparse? Elevó la vista un breve momento antes de bajarla nuevamente. Pedir perdón no era difícil, hablar del tema si lo era. Darle una disculpa banal no era algo que deseara decir.

—Naruto —llamó tímidamente.

Mordió con fuerza sus labios cuando la mirada azul se fijó directamente en sus ojos.

Parecía sorprendido, solo entonces se dio cuenta de que lo llamó por nombre.

Sasuke admite que le dio vergüenza y que no habló por miedo a decir algo incorrecto.

Aun así, este era el momento perfecto, estaban solos, Naruto no se mostraba hostil y era mejor aclarar estos asuntos antes de que comenzara a trabajar junto a él.

Ya no puede vivir con ese gran peso en su corazón, tiene que hacerlo. Decirle lo mucho que lo lamentaba, que no era su intención, que estaba tan asustado como él.

Que no se justifica, pero que, por favor, le tenga piedad.

Abrió nuevamente la boca, la atenta mirada del alfa le revuelve el estómago.

La llegada de Sakura hizo que el momento se esfumara. No la culpaba por eso, pero debió tocar la puerta antes de entrar.

Si hubiera sido su oficina, la hubiese despedido.

Naruto no parecía molesto con ella, era un jefe bastante permisivo.

¿O es porque esa chica fue su primer amor?

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