Capítulo ocho: Corazón roto

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NOTA: ¡hola! bueno sin poner muchas cosas para que puedan centrarse en el capítulo.

lamento mucho si se pasaron faltas de ortografía o errores de edición en el texto. si ven algún error no duden en comentarlo para corregir.

también siento que al final en las notas finales pediré mucho perdón pero eso lo dejamos para después.

En fin. ¡disfruten la lectura! nos leemos.

Movió su rostro enojado, no quería besos menos cuando había estado vomitando hace tan poco. Naruto no insistió y el pelinegro cerró los ojos mientras el otro desabrochaba el primer botón de su camisa.

"¿Sasuke es cierto que te marchas?"

Abrió los ojos ante eso. La voz del alfa había sonado en su mente, era un recuerdo. Sintió que el corazón se apretujaba al escuchar la voz infantil y chillona.

Observó al alfa que estaba sobre él. Lo miraba fijamente con la mandíbula tensa. El omega sintió el leve cosquilleo de las lágrimas y la humedad inundar sus ojos. Movió su cabeza para ocultarlo.

Estaba avergonzado, era un poco humillante estar tan sensible. La cercanía del otro empeoraba la sensación, le dejaba unas desesperadas ganas de abrazarse a él buscando consuelo.

"¿Debo detenerme?" le preguntaron, el omega negó. Por mucho que le doliera, no planeaba detenerse. Quería alejarse de Naruto y esto era lo mejor, ambos comprenderían que el daño entre ellos no les permitiría estar cerca.

Deseaba cortar los lazos con él y fingir que nunca lo conoció en primer lugar, el alfa era su debilidad y Sasuke odia ser débil. Por eso se mordió el interior de la mejilla y resistió los dedos que comenzaban a abrir su ropa. Solo quería que terminara.

"¡Lucha conmigo una última vez! ¡Cobarde!"

Su respiración se atascó en su garganta y un fuerte dolor resonó en sus oídos dejando una sensación de mareo. La voz juvenil de Naruto lo estaba enfermando. El golpeteo en su pecho se intensificó.

Las manos del hombre rubio se movieron sobre su pecho, su camisa estaba abierta, pero cuando trataron de sacarla se negó, no quería estar totalmente desnudo frente a él, deseaba aferrarse a ese trozo de tela para ocultar un poco su vergüenza.

Tragó saliva con fuerza tratando de contener un poco las lágrimas que estaban al borde de derramarse. Sentía un sudor frío empapando su cuerpo de forma desagradable.

Se mordió el interior de la mejilla tan fuerte que un ligero sabor metálico inundó su boca cuando Naruto le quito los pantalones. Cerró los ojos porque no quería observar esto. Sintió los dedos clavarse en la piel de sus piernas para separarlas.

"¡detente, Sasuke por favor! ¡Para!"

Sollozo sin poder evitarlo. Cubrió su rostro con sus manos y gritó, tan fuerte y desgarrador que la garganta se sintió en llamas.

El rostro herido de Naruto, aterrado y confuso, la sangre escurriéndose de su nariz, sin embargo, lo que realmente lo puso enfermo fue el recuerdo del asfixiante placer que sintió.

Fue esa sensación abrumadora la que le hizo darse cuenta de que esto era imposible. No bastaba con dañar a Naruto, sino que había disfrutado de ello, se le revolvió el estómago del asco, de la culpa y decepción hacia sí mismo.

Se levantó empujando el cuerpo del alfa que le miraba con una expresión indescifrable. No creía tener mucho en el estómago, aun así, vomitó hasta que sus piernas cedieron y quedó de rodillas en el baño.

¿Qué estoy haciendo? Se preguntó confundido. Respiró profundamente y observó al hombre rubio que se agachaba a su lado poniéndose de rodillas en el suelo.

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