Capítulo nueve: El secuaz ayuda

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NOTA: ¡hola! me hago presente trayendo un nuevo capítulo.

siento que más de alguno va a maldecirme después de leer esto, pero es un riesgo que estoy dispuesta a correr.

como siempre digo. si ven faltas ortográficas, errores de edición, o cualquier problema en el texto, no duden en decirme, quiero que la lectura sea agradable y fácil de comprender. 

Espero les guste, nos leemos en las notas finales.


Al abrir los ojos esa mañana, notó el cuerpo mortalmente pesado. Se encontraba solo en la cama y agradeció eso, sinceramente no sabía que cara poner ante el alfa, no cuando la herida seguía fresca y sangrante, aún no lograba ponerse una máscara de frialdad y fingir que todo estaba bien.

Se quiso reír de su ingenuidad, cómo llego a pensar que tal vez Naruto le quería de forma sincera, Que risa y que vergüenza que cayera tan rápido en las palabras del chico.

¡Es que era tan humillante! Vio la pequeña posibilidad de que sus sucios sentimientos fueran correspondidos y la tomó de inmediato, sin reflexionar si realmente eran reales.

Esa mujer dijo, que el amor de Naruto era forzado por un lazo creado por medio de su violación, ¿cómo algo tan repulsivo como eso podría ser sincero y real? O que puede llegar a serlo cuando solamente era originado por su biología alfa y omega.

El omega no sabe muy bien que es un lazo emocional, sin embargo, le quedaba claro algo. Eso explicaba por qué Naruto no lo odiaba, ni le recriminaba nada, si estaba siendo obligado a quererlo entonces no necesitaba esa clase de amor.

Debe lograr que el chico abra los ojos y para eso necesita hablar con alguien que sepa sobre conexiones biológicas. Ninguno vivirá una mentira.

Dando un suspiro intentó moverse, el dolor le recorrió el cuerpo de forma violenta, aún faltaban dos días para que el celo terminara, necesitaba con urgencia medicina.

Al pensar en eso, notó alarmado que sus medicamentos estaban en la mesita de noche, los tomó dudoso. ¿Qué hacían aquí? No solo eso, ropa suya también. ¿Naruto había visitado a su casa y recogió sus cosas?

Miró en su mano las pastillas supresoras de celo, recordó lo doloroso que fue consumirlas, impedían por la fuerza a su cuerpo funcionar. Tuvo sus dudas anoche.

No hoy, ya no había dudas, sino una seguridad absoluta que no merece ser un omega, que no quiere serlo, por eso las consume con rapidez y borra todas las esperanzas que ingenuamente creo en su mente.

Su glándula reacciona a la medicina picando dolorosamente, molesto frota la piel y clava sus uñas. Se acabaron sus periodos de celo para él.

Mira su cuerpo cubierto con la ropa que Naruto le prestó, no puede andar por la calle como un payaso color naranja, se siente agradecido con el otro y las atenciones que tiene, es muy amable de ir y traer las cosas que el omega necesita.

El pelinegro está por desvestirse cuando el alfa aparece, escucha un suave ruido brotar del pecho de él, con las orejas rojísimas al igual que las mejillas le mira enojado y avergonzado.

Un ronroneo es algo que un alfa muy pocas veces da, es un ruido pequeño que da entender su felicidad pura, camina con rapidez y abraza al Uchiha antes que este pueda impedirlo. Es Naruto siendo el hombre más feliz del universo.

"Me encanta verte con mi ropa, oh Sasuke. ¿Cómo puedes ser tan lindo?" Naruto murmura esas palabras con la boca semi pegada a su cuello, frota suavemente con su nariz la glándula que está enrojecida, el alfa se aleja un poco para mirarlo confundido.

Seguramente preguntando sin palabras porque lastimo una parte tan valiosa y frágil de su cuerpo. El omega evita su mirada, siente que llorará un poco al observarlo. Realmente creyó tantas cosas anoche.

KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora