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Los días en Los Angeles pasaban tranquilos, Louis ya se había reído en dos ocasiones a causa de Harry. El rizado quiso echarse a llorar en cuanto escuchó aquel hermoso sonido que le llenaba el pecho de felicidad.

"¿Quieres ir a caminar?" Sugirió Harry lavando dos tazas en la cocina.

Louis asintió y fue a ponerse los zapatos. Pronto estuvieron cerrando la puerta del apartamento y caminando bajo el sol de la tarde y junto al mar. Sus manos entrelazadas y con un silencio para nada incómodo, Louis sonreía.

"Quiero un helado, Hazzie." Pidió el castaño con un puchero.

Harry asintió y se inclinó a besar la frente de su novio.

"Por supuesto, busquemos un puesto. También se me antoja."

Encontraron una pequeña heladería más lejos y entraron disfrutando del aire acondicionado del local. Louis borró su sonrisa en cuanto estuvieron dentro, una mujer llevaba un pequeño bebé de muy poca edad en sus brazos, era un niño y se encontraba dormido.

"Lou, si quieres podemos..." Habló Harry.

Sin embargo, Louis lo ignoró y se soltó de su mano para ir hasta la mujer, Harry frunció el ceño confundido, preguntándose por qué Louis estaba yendo hasta allá y qué haría.

"Hola, ¿te molesta que vea tu bebé?" Preguntó el castaño llegando donde la mujer.

En un principio, ella lo vio de forma extraña, incluso colocó una de sus manos sobre su hijo en un instinto de protección pero al ver los ojos azules y llorosos del chico frente a ella, se relajó. La mujer descubrió un poco a su bebé de la manta delgada con la que lo estaba tapando del sol. Louis sonrió y se rio bajito, queriendo echarse a llorar.

"¿Cómo se llama?"

"Eidan." Respondió la chica.

"Qué hermoso, tienes un bebé muy hermoso." Halagó el castaño.

La mujer asintió y sonrió agradecida, seguía mirando los lindos ojos de Louis y se preguntaba por qué lloraba.

"¿Estás bien, amigo?"

Louis sacudió su cabeza. No quería echarse a llorar, menos en un lugar público y frente a una desconocida.

"Yo..., acabo de perder un bebé. Creo que era un niño también." Comentó en voz baja.

La expresión de la mujer frente a Louis cayó y tragó saliva antes de hablar.

"Dios, lo siento mucho."

"No pasa nada, en serio." Sonrió forzosamente hacia la mujer y su bebé. "Felicidades por tu bebé. Adiós."

Louis estaba a punto de irse de nuevo a donde Harry, quien compraba los helados por ambos. La mano de la mujer lo tomó por el hombro, haciendo que Louis girara de nuevo.

"Yo también pasé por eso. En dos ocasiones." Contó la mujer.

Louis abrió sus ojos y le ardieron, quería echarse a llorar definitivamente.

"Lo siento." Susurró.

"Sin embargo, tengo en mis brazos a Eidan, es mi bebé. Nunca perdí las esperanzas."

Louis asintió repetidas veces. Aguantando su llanto y se acercó de nuevo a ver al bebé. Tenía esta vez, los ojos abiertos y sus pupilas brillaban de color celeste, casi parecidos a sus ojos. Sonrió con dolor.

"Gracias." Susurró antes de irse.

Louis volvió donde Harry, no habló sólo se acurrucó en el pecho de su novio, dejándose abrazsr y llorando sobre la tela. Le dolía el corazón pero al menos tenía a Harry para animarlo.

Obsessed | Larry Stylinson. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora