Obsessed | Larry Stylinson. [TERMINADA]

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Louis no comprendía por qué la vida le ponía ese tipo de pruebas, y más cuando se encontraba tan mal emocionalmente. Louis no podía sobrellevar una situación así en este momento. Se enderezó frente al espejo mirando la encimera fijamente, la prueba de embarazo positiva le martillaba los ojos. Y la pregunta, la que nunca pensó hacerse porque nunca pensó en ser un sinvergüenza, ¿quién podría ser el padre? Sabía que podía ser uno de los dos hombres con los que habían tenido sexo últimamente, pero ¿cuál? Se echó a llorar y decidió llamar a Niall para contarle.

"¿Hola?" Contestó el rubio.

Louis sollozó.

"Ni, ¿podrías venir a casa?" Pidió.

"¿Qué sucede?" Preguntó Niall asustado.

"Estoy embarazado."

"Uh, Louis..." Se quejó el rubio en tono lastimero.

Niall estuvo con él el resto del día, acompañándolo en su tragedia y duda. Porque Louis no sabía qué hacer en cuanto a su nueva situación. Para cuando el rubio se fue a su casa, Louis decidió mensajear a ambos hombres para citarlos y hablar. Louis ya vivía solo en el apartamento, Harry seguía pagando el alquiler aunque Louis le había dicho que no era necesario y a veces sus cuentas resultaban al día sin darse cuenta, todo lo hacía Harry y Louis se sorprendía que después de lo que él le había hecho, siguiera apoyándolo y ayudándolo.

'Necesito hablar contigo.'

Envió a ambos hombres y esperó una respuesta. Harry tardó en hacerlo, Ed nunca lo hizo. Con Harry acordó verse al día siguiente en un café cerca a la biblioteca, estaba bastante nervioso porque sabía muy bien lo que el que una vez fue su prometido pensaría, que ese bebé no sería suyo y que él no tenía absolutamente nada que ver, pero había una posibilidad de que fuera del rizado, que el rizado fuera su padre y en el fondo Louis suplicaba porque fuera así. La espera fue eterna pero la hora del encuentro llegó y Harry entró al lugar con una camisa de puntos rosas, Louis quería besarlo y abrazarlo pero se contuvo.

"Hola, Lou." Saludó el rizado sonriendo y sentándose frente a él.

Louis sonrió al escuchar el apodo. Pensó que por lo menos ya podían hablar amablemente y no como si se odiaran a muerte.

"Hola, Haz... ¿Cómo estás?"

"Bien, algo ocupado con el restaurante. ¿Te conté que mi tío lo está dejando? Quiere que me haga cargo." Comentó el rizado un poco emocionado.

Louis abrió su boca en sorpresa.

"Eso es maravilloso."

"Lo sé, pero me siento nervioso."

"Es normal sentirse así, pero esto es fantástico. Es lo que siempre has deseado."

Harry asintió con una sonrisa gigante.

"Es cierto. Pero bueno, ¿cómo vas tú? ¿La universidad?" Preguntó Harry curioso.

Louis se sorprendía de lo bien que estaban llevando la conversación, hacía un poco menos de un mes no podían dialogar sin que uno de los dos reprochara algo. Pero eso le alegraba demasiado, aún tenía la esperanza de volver con Harry, aunque sabía que no lo merecía y si no sucedía así, le encantaría tener una linda amistad con el hombre que tanto amaba.

"La universidad me tiene un poco estresado, pero me gusta lo que estudio."

El camarero llegó y los interrumpió para tomar su pedido ambos pidieron café caliente y Louis quiso además un pastel de chocolate. Harry alzó una ceja al escuchar su pedido.

"¿Chocolate? Nunca pides chocolate."

Louis se sonrojó y rio bajito. No podía decírselo pero, desde que presuntamente había quedado en estado, el chocolate le hacía agua la boca, sentía que lo amaba.

"No lo sé, me gusta el pastel de este lugar." Inventó.

Harry suspiró y se acomodó en su lugar.

"Bueno, así que... ¿para qué me citaste aquí?" Preguntó Harry.

Louis sintió sus manos comenzar a sudar y su corazón correr con rapidez. Carraspeó y evitó la mirada del rizado.

"Escucha, con esto que voy a contarte no pretendo que cargues con alguna responsabilidad en el caso, ¿si?" Louis hablaba con la voz temblorosa y no sabía cómo ir al grano.

"¿De qué hablas, Lou?"

"Es que... resulta que, parece que tendré... tendré un bebé." Dijo balbuceando.

Harry abrió sus ojos como platos y guardó silencio por unos instantes.

"¿Parece o estás seguro?"

"Estoy seguro." Corrigió.

Harry resopló mirando hacia un lado. También se veía nervioso y no sabía qué decir.

"Mira, sólo te lo cuento porque existe una posibilidad de que tú seas el padre o que tal vez sea E-"

"No hables más." Lo detuvo el rizado.

La pierna de Harry comenzó a moverse de arriba a abajo como siempre lo hacía cuando estaba ansioso. Su pedido llegó y el rizado tomó su bebida de un sorbo, se acomodó nuevamente en su asiento y frotó sus manos en sus rodillas.

"Harry... tenía que decírtelo."

El nombrado asintió.

"Debemos esperar que nazca." Concluyó en voz baja.

"Está bien."

"Yo voy a apoyarte de todas formas en el transcurso del embarazo, lo que necesites." Ofreció Harry con la mirada perdida.

Louis suspiró tembloroso.

"Gracias..." Susurró con L voz quebrada.

"¿Ya le dijiste a ese idiota?" Preguntó Harry apretando la mandíbula.

Louis negó con la cabeza aunque el rizado no lo miraba.

"No contesta mis llamadas."

"Aparte de todo cobarde el muy imbecil." Reprochó.

Louis guardó silencio y se dedicó a comer su tarta. El rizado lo miró por unos segundos y suspiró de nuevo.

"No lo necesitas." Agregó Harry minutos más tarde.

"¿Eh?"

"A Ed. No lo necesitas."

"Bien."

"Si él no quiere hacerse cargo es porque no tiene nada que ofrecerte."

"Tienes razón." Aceptó el castaño.

El aire se puso incómodo luego de eso. Louis pe Saba que tal vez el encuentro había terminado puesto que ambos habían acabado sus tazas de café y el pastel de chocolate ya yacía en el estómago de Louis. Pensó que era mejor irse de allí y agradecer a Harry hasta que esté habló, diciéndole algo que le sorprendió y que jamás pensó escuchar.

"Estoy viendo un psicólogo."