Obsessed | Larry Stylinson. [TERMINADA]

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Harry no volvió para dormir, Louis lo esperó despierto toda la noche mientras deshacía la maleta del rizado y recogía el desastre que había dejado su rabieta, no dejó de llorar en ningún momento, el dolor le inundaba el pecho. Para cuando amaneció, el rizado entró a la casa tambaleándose y sosteniéndose de las paredes. Louis corrió a ayudarlo.

"¿Dónde está?" Preguntó Harry con voz ronca mirando a todos lados y arrastrando sus palabras.

"¿Qué?"

Los ojos azules hinchados y rojos de Louis miraron los ojos verdes perdidos de Harry, el rizado frunció el ceño.

"El maldito idiota que te estaba follando."

El rizado tomó a Louis del cuello y lo empujó hasta la pared, aprisionandolo con su mano y cortandole el oxígeno al castaño.

"Ha-harry."

"¡¿Dónde está?!" Insistió.

"No es-está." Contestó con dificultad Louis.

Harry lo soltó con brusquedad y perdió el equilibrio, yéndose hacia atrás y cayendo de espaldas contra la otra pared del pasillo. Louis se encargó de levantarlo cuando recuperó el aire. Lo llevó hasta la cama y le quitó los zapatos.

"Debes dormir."

Escuchó al rizado comenzar a llorar sobre la almohada.

"¿Por qué lo hiciste?" Preguntó ahogado.

Louis se paró frente a Harry con sus zapatos en las manos y el corazón latiendole fuerte en el pecho, la culpa no le permitía hablar.

"Sé que he sido un loco de mierda, pero no... no me merecía esto de ti." Reprochó.

"Hablemos de esto cuando estés consciente, ¿si?" Dijo Louis acercándose y peinando el cabello largo y rizado de Harry.

"Sí, sí." Aceptó Harry cerrando los ojos.

El rizado terminó por dormirse rápidamente y Louis ordenó el desastre, no quiso recostarse junto a Harry para dormir, no se sentía merecedor de hacer eso, así que llevó su manta hasta la sala y se acostó en el mueble. Durmió profundamente de inmediato.

Harry había vuelto hacia una semana y no le dirigía la palabra a su prometido. Aunque Louis ya no sabía muy bien si seguían comprometidos, y eso lo destrozaba porque sabía que era su culpa. Ya se había enterado que el teléfono del rizado estaba perdido y que muy probablemente la mujer que le respondió la llamada aquel día maldito no había sido Josseline sino la persona que había encontrado el aparato y por ello, Louis se sentía culpable y lo peor en el mundo. Aquel día Harry había llegado temprano del trabajo y como todos aquellos días, no le habló cuando llegó.

"Harry..." Habló sin obtener respuesta. "Harry."

"¿Qué?" Respondió seco.

Louis suspiró.

"No podemos seguir así, debemos hablar."

"No quiero hablar contigo, sigo pensando."

"Esto no es sano." Reprochó Louis.

Harry se acercó a él a pasos largos y Louis por un momento pensó que el rizado iba directo a agredirlo, cerró los ojos y giró la cabeza. Pero el golpe nunca llegó, sólo las palabras duras de su prometido.

"¿Sano? ¿Te digo qué no es sano? ¡Engañar a la persona con la que te ibas a casar!" Gritó.

Louis guardó silencio y salió de la habitación, fue a la cocina para llorar en silencio, tal y como lo había hecho los últimos días. Vio a Harry salir de la casa sin decir una sola palabra y dejarlo solo, como todas las noches.

Los días pasaban y Harry apenas le hablaba para lo básico como pedirle un favor o avisarle algo, aunque no lo hacía muy a menudo y el día en el que mas le habló fue en el cumpleaños de la madre de Harry. Aquel día la mujer quiso celebrar su cumpleaños cenando con su familia y allegados, así que toda la familia de Harry estaría allí y también la de Louis. El castaño estaba nervioso porque no sabía cómo iban a actuar frente a todos ellos, si seguirían tal y como estaban todos esos días o fingirian que estaban bien. Harry llegó del trabajo y se dio una ducha, Louis ya estaba arreglado puesto que él salía un poco más temprano de la biblioteca de lo que Harry salía del restaurante. Se limitó a esperarlo en la sala viendo su teléfono. Miró el suelo y recordó que allí fue donde traicionó la confianza del amor de su vida, donde rompió las promesas que se hicieron, donde engañó a Harry y a sí mismo sólo por rabia. Luego del suceso, Louis bloqueó cualquier contacto con Ed, eliminó su número y le pidió a Niall que le dijera que no se acercara, su amigo rubio estaba enterado del asunto y a pesar de no estar de acuerdo con el acto del castaño, prometió apoyarlo siempre. Harry llegó media hora más tarde a la sala y suspiró antes de hablar.

"Frente a mí familia... necesito que actuemos como si no hubiera pasado nada, no quiero tener que dar explicaciones y mucho menos hacerte quedar como una puta." Dijo Harry sin mirarlo y con veneno en su voz.

Louis no pudo negar que aquellas palabras le dolieron.

"Está bien." Respondió ahogado.

El rizado salió caminando por el pasillo, Louis lo siguió en silencio, bajaron por el ascensor en un silencio muy incómodo y subieron al carro en la misma situación. Harry condujo sin mirarlo una sola vez, o acariciarle la pierna como siempre solía hacerlo. El nudo en su garganta ardía. Al llegar, se bajaron del auto y Harry lo esperó para tomarlo de la mano, el pequeño toque de sus dedos rozando su mano le hizo querer llorar pero tuvo que tragarse las lágrimas puesto que ya habían comenzado a caminar hacia la puerta de la casa. Tuvo que sonreír como si estuviera feliz a todas las personas allí, incluso a su madre quien ya había llegado con las gemelas, tuvo que fingir que se encontraba bien todo el tiempo y lo odio con su alma porque Harry parecía no tener que fingirlo, y sintió rabia hacia él en ese momento porque parecía ser realmente fácil para el rizado pretender que su vida no estaba yendo de la mierda por culpa de Louis.