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Harry decidió que volvería un día antes de aquel viaje, ya no soportaba estar enojado con Louis. Lo extrañaba demasiado, quiso llamarlo para decirle que quería arreglar las cosas pero cuando se dio cuenta su teléfono no estaba en ningún lado, lo había perdido y no tenía cómo comunicarse en ese lugar, así que canceló sus clases de ese día y el día siguiente y compró el primer vuelo hacia su casa, donde estaba Louis. Dejó su maleta junto a la puerta y sacó sus llaves de su bolsillo trasero, buscó la indicada y la metió al cerrojo para desbloquearla. Abrió con un suspiró. La casa estaba apagada, sólo el crujir de la chimenea se oía más allá y el rizado pensó por un momento que no había nadie en su casa. Lo pensó hasta que escuchó un quejido que provenía de Louis, su corazón latía muy rápido pensando que algo le había sucedido a su prometido. No se lo perdonaría si se había hecho daño, o peor si alguien le había hecho daño y él no estuviera ahí para él, para salvarlo. Porque Harry quería salvar a Louis de todo, incluso de él mismo. Caminó a paso largo con la maleta en su mano, lo que vio a continuación fue sentir una cubeta de agua helada caer por todo su cuerpo. Sus dedos alrededor de la correa del bolso en su mano le acalambraron y un quejido grave brotó de su garganta. No podía estar pasando, no a él. No su Louis. La espalda perfectamente curveada de su prometido se levantaba en la alfombra suave y calurosa de la sala, la alfombra que habían elegido juntos. El ceño fruncido del castaño y la boca entre abierta le rompieron un poco más el corazón. La capa de sudor que bañaba la piel canela de Louis, la cual Harry sabía muy bien cuál era su sabor, ahora la saboreaba otro hombre. Conocía al bastardo de pelo rojo que estaba besándole el cuello a Louis, y ahora quería matarlo, tal y como le había advertido el día anterior luego de la pelea con Louis. Sus ojos ardieron de importencia. Se permitió mirar a Louis, su Louis, era tan bello que le dolía mirarlo. ¿Cómo pudo haberle hecho eso? Ni siquiera notaban su recién llegada presencia, ni siquiera escucharon la puerta. Estaban tan absortos en su propio asunto que no les importó. Harry no podía reaccionar, su cuerpo estaba quieto y su garganta cerrada, no podía gritar, no quería hacerlo tampoco. Sólo quería desaparecer de allí, haber tardado un día más y seguir viendo a Louis siendo sólo suyo. En medio de su trance pudo reprocharle el haberlo reclamado como suyo todo ese tiempo, tal vez aquello fue lo que lo lanzó a los brazos de Ed de una forma tan dolorosa. Tal vez fue el mismo Harry quien obligó a Louis a cometer tal barbaridad. Las lágrimas aparecieron, su pecho se sacudió y entonces, los ojos de Louis conectaron con los suyos. El azul lleno de sorpresa y culpabilidad, el verde lleno de dolor y rabia. Su prometido se apartó de Ed de un movimiento y tapó su cuerpo con una camisa blanca que yacía a su lado, algo arrugada, como el corazón del rizado.

"Harry." Salió de sus labios en un gimoteo asustado.

El rizado dejó que sus puños se apretaran. Aún no podía hablar. Era tan fácil verlo a los ojos y querer perdonarlo. Lo amaba tanto que podría arrodillarse en ese instante y llorar para que Louis lo perdonara a él. Ya ni siquiera veía al idiota que le había arrebatado a su amor. Al parecer había salido corriendo, como las ratas.

"Por Dios, Harry. Yo... yo..." Louis balbuceaba con angustia en sus ojos.

El rizado dejó caer su maleta en el suelo, sus manos temblaban, no sabía qué decir.

"Por favor, perdóname. No tengo excusa, yo..."

Harry puso una mano en sus labios, haciéndolo callar, sin pizca de alegría en sus orbes esmeralda.

"Cállate." Dijo por fin.

Dejó caer sus manos con lentitud y se fue caminando a la habitación que compartían. Entró y suspiró temblorosamente. Se acercó a la cama y tomó las sábanas entre sus puños furiosos, las arrancó del colchón y las lanzó en el aire con un grito desesperado. Giró y golpeó la lámpara de noche de su lado, haciéndola estrellarse y quebrarse contra el suelo. Golpeó las paredes con sus puños, lo hizo tantas veces que sus nudillos comenzaban a palpitar y a enrojecerse. Louis apareció vestido con su ropa de casa, con la mirada angustiada y aterrorizada.

"Harry... amor, por favor cálm-"

"¡No me digas que me calme!" Gritó con voz grave, apuntó con un dedo a la cara de su prometido. "¡Y no me digas amor!"

Los ojos de Louis se llenaron de lágrimas, estiró sus brazos para intentar agarrar los ajenos.

"Por favor." Sollozó.

"No quiero verte." Gruñó entre dientes mientras se volteaba.

Vio su desastre, trozos de porcelana por el suelo y las sábanas con gotas de sangre. No se dio cuenta, sus manos estaban cortadas.

"Déjame hablar contigo, Harry." Pidió Louis en un susurro.

"Vete, Louis. Por favor." Pidió de vuelta.

"No puedo irme sin explicarte."

"No quiero verte, o escucharte. Necesito pensar, por favor... vete." Aquella última palabra salió de sus labios con dificultad.

Louis se echó a llorar, se arrodilló en el suelo y entre jadeos lastimeros habló.

"Sé que lo arruiné, entenderé si... si tú quieres dejarme. Pero por favor, Harry, perdóname." Pidió.

El rizado también comenzó a llorar, dándole la espalda y sentándose en una esquina del colchón desnudo.

"No voy a dejarte." Dijo en voz baja mientras miraba sus dedos. "No puedo hacerlo, te amo demasiado para aguantar algo así."

Louis levantó su rostro y lo vio con ojos llorosos, confundidos y sorprendidos. Se apresuró a llegar hasta Harry. El rizado se alejó como reflejo, aquel gesto destrozó el corazón del castaño pero sabía que lo merecía. Lo merecía todo.

"¿Hablas en serio?"

"Date un baño." Ordenó mirándolo con dolor. "Volveré más tarde."

Harry se levantó, evitando tocar a Louis mientras pasaba a su lado y salía de la habitación. El castaño se sintió tan sucio y despreciable que obedeció de inmediato y se metió al baño antes de oír la puerta principal cerrarse. Estregó su cuerpo con rabia y con fuerza mientras lloraba. ¿Cómo pudo haberlo hecho? ¿En qué pensaba cuando llamó a Ed? Ahora se odiaba y su garganta dolía por los fuertes sollozos que brotaban de sus labios.

Obsessed | Larry Stylinson. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora