Obsessed | Larry Stylinson. [TERMINADA]

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"¡Cumpleaños a ti! ¡Cumpleaños, querida Anne! ¡Cumpleaños feliz!" Cantaron todos mientras la mujer soplaba las velas en su pastel de fruta.

Todos aplaudieron y tomaron fotografías de la mujer. Harry se acercó para besar la mejilla de su madre y desearle un feliz cumpleaños.

"¡Louis, ven! Hay que tomarnos una foto." Animó Anne sonriendo en su dirección.

Louis cruzó su mirada con Harry y este le regaló una fría, sin embargo asintió para decirle que debían hacerlo. Caminó hasta su suegra y su prometido y posó para la foto sonriendo falsamente. Y supo que toda su vida, cuando viera aquella foto recordaría lo mal que se estaba sintiendo en ese momento.

"Bien, hora de partir el pastel." Dijo Anne aplaudiendo y viendo la tarta frente a ella.

"No, no, no. Ustedes no se irán a estas horas de la noche." Dijo Anne negando con la cabeza. "Para eso todavía tenemos la antigua habitación de Harry."

"En serio, no hay necesidad." Insistió Louis.

"Louis, por mi cumpleaños, ¿si?" Persuadió la mujer.

Louis sonrió y rio bajito, para él sería un placer complacer el deseo de su suegra pero si aceptaban, eso significaba que tendría que dormir con Harry, luego de varias semanas sin compartir una cama puesto que Louis dormía solo en su apartamento todas las noches porque cuando Harry dormía en casa, dormía en el mueble y cuando no, era porque dormía por fuera, y Louis prefería no pensar mucho en ello porque no quería imaginarse dónde podría dormir su prometido y tampoco tenía el derecho de preguntarlo, lo había perdido.

"Nos quedaremos, mamá." Dijo Harry con una sonrisa de lado.

Louis apretó sus labios y asintió, forzando una sonrisa. Una hora más tarde, el castaño tenía puesta una camisa ancha que pertenecia a Harry y habia dejado en la casa de su madre al mudarse, y Harry dormiría en ropa interior. Louis carraspeó al ver que su prometido desvestia la cama en silencio.

"¿Sabes dónde hay mantas para ponerlas en el suelo y dormir aquí?" Señaló el piso.

Harry resopló.

"¿Cómo se te ocurre pensar que vas a dormir en el suelo? No podemos hacer eso aquí." Respondió Harry en tono seco.

Louis asintió para sí mismo y esperó que el rizado ordenara la cama, se metió en ella para cuando Harry ya se había metido entre las sábanas y le había dado la espalda. Lo observó unos minutos, quería estirar su mano y acariciar esa espalda ancha que tanto le gustaba. Pero sabía que no podía. Así que se giró dándole la espalda también e intentó dormir.

Despertó en medio de la noche sintiendo un peso en su estómago, Harry lo estaba abrazando y él quería llorar porque era lo máximo que había estado cerca del rizado en los últimos días. Sabía que era inapropiado pero se permitió abrazar a su prometido por el cuello y aspirar su aroma correspondiente. Suspiró encantado y se sintió feliz por unos segundos. El rizado comenzó a moverse en señal de que despertaría, se removió bajo las mantas y abrió los ojos lentamente.

"Mierda." Susurró en voz baja.

No se quejaba por estar abrazando a Louis, quien se hizo el dormido inmediatamente, se quejaba porque tenía una molesta ereccion entre los pantalones y el delicioso aroma de su prometido lo empeoraba todo. Su mente racional no trabajaba de la mano con su entrepierna porque, no quería tocar por ningún motivo al castaño pero en ese preciso momento se veía tan sensual que estaba pensando incluso en despertarlo y follar con él para saciar sus necesidades puesto que llevaba semanas sin tener sexo. Gruñó mientras enterraba su cabeza en la almohada y decidió olvidarse de todo por un segundo.

"Louis." Llamó el rizado en tono bajo.

El castaño siguió fingiendo estar dormido. Harry no lo llamó más sino que comenzó a besar su cuello y se acomodó sobre Louis y entre sus piernas. Louis no sabía qué hacer, sabía que esto no era lo que esperaba que pasaría pero tampoco sabía si detenerlo o dejar que siguiera, se sentía tan incómodo y su mente sólo le reprochaba que no era merecedor de las caricias de Harry. El rizado le apretó la cintura y acercó su cadera a la de Louis, rozando sus miembros juntos. Al castaño se le escapó un gemido bajito, dándole a entender a Harry que se había despertado.

"Harry." Llamó Louis en un tono desesperado mezclado con advertencia.

"No hables." Pidió el rizado mientras mordia el cuello de su prometido.

Louis obedeció y buscó la boca de Harry, sus labios se encontraron en un beso sediento luego de tantos días sin tocarse y Louis lo disfrutó en demasía. El rizado se encargó de desnudarlo con manos ágiles y desnudarse a sí mismo. No lo preparó ni tampoco lo tocó como siempre solía hacerlo, se hundió en Louis sintiendo la estrechez y quejándose con placer. El castaño se quejaba por el ardor que le producía ser penetrado sin ningún tipo de ayuda, pero se quedó callado, esperando a que Harry no lo desechara como una basura, como se había sentido últimamente, él sólo quería sentir un poco de amor de su prometido nuevamente.

"Oh Dios." Gimió Harry y atacó la boca de Louis.

Harry comenzó a dar estocadas en el interior de Louis y jadear ronco contra su boca y cuello. Louis apretaba sus labios para no soltar gemidos de dolor porque el ardor y la culpa no le dejaban disfrutar del momento. El rizado comenzó a entrar en él con más fuerza, lastimándolo un poco.

"Harry..." Llamó en desespero.

El rizado se metió a su cuello y mordió.

"Eres mío, eres sólo mío." Espetó Harry con rabia contra la piel de su prometido.

"Harry, por favor." Louis pidió casi llorando. "Ve más despacio."

"Mío, mío." Continuó diciendo el rizado sin poner atención al castaño.

Harry terminó dentro de Louis y salió para darse la vuelta y quedarse dormido. Louis lloró en silencio a su lado y se vistió luego de un rato. Sabía que las cosas ya no eran las mismas pero, el Harry que acababa de estar sobre él, no era su Harry, no era el Harry del que estaba enamorado.