Obsessed | Larry Stylinson. [TERMINADA]

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Harry agarró a Morgan de su cintura gordita. La niña corría torpemente por la nueva casa mientras se carcajeaba. Resultaba que Harry era un brujo en los negocios y en menos de un año extendió el restaurante de su tío, que ahora era suyo, por todo el país, y no se podía quejar de las libras que entraban a su billetera. Entonces decidió comprar una casa grande, no un apartamento como estaba acostumbrado sino una casa de dos pisos con jardín y un balcón con vista a la calle. Por supuesto que se llevó a Morgan y a Louis a vivir en aquel lugar porque, para eso la había comprado, para que vivieran allí. El castaño por su parte, hacía las prácticas de su carrera para graduarse pronto. Daba clases a los niños de la escuela cerca a su casa, en su mayoría clases de lenguaje y le encantaba. Morgan ahora estaba próxima a cumplir un año y ya caminaba y decía papá ocasionalmente.

"Ven acá, chiquilla." Dijo subiendo a la niña para cargarla.

"¡Harry!" Llamó Louis desde la segunda planta.

"Vamos donde papá Lou que seguramente está enojado conmigo por quien sabe que cosa." Le dijo el rizado a Morgan en tono secreto.

La niña le sonrió y balbuceó algo ininteligible. Harry subió las escaleras con su hija en brazos y escuchó a Louis volver a gritarle.

"¡Harry Edward Styles!" Llamó desesperado.

Harry se sonrió divertido antes de entrar a la habitación de Morgan desde donde lo llamaba el castaño.

"¿Si?" Preguntó calmado.

La cara de Louis estaba roja y apretaba sus puños a cada lado.

"¡Clifford hizo pis en la alfombra de Morgan!" Se quejó.

Harry lanzó una carcajada tirando su cabeza hacia atrás. Sus rizos ya más largos caían tras sus orejas y tocaban la parte trasera de su cuello se balancearon con él. Morgan lo miró confundida pero también se rio como si entendiera la situación. Louis seguía enojado mirándolos reírse y muy indignado.

"¡Harry! ¡No es gracioso, idiota!"

"¡Oye!" Dijo Harry terminando de reírse y tapando los oídos de Morgan mientras la apretaba contra su cachete. "No me digas así delante de la bebé."

"¡No te rias entonces!"

"Pero no pasa nada, Lou..."

"¡Tu fuiste quien trajo a Clifford a casa y ahora está haciendo sus necesidades por todas partes! ¡Esta habitación huele a callejero!"

"Oh, Lou... tranquilizante. Yo limpiaré."

"Por supuesto que lo harás." Dijo aún enojado y le quitó a Morgan para salir del lugar sin decir nada más.

Harry miró la mancha amarilla en la alfombra color lila de su hija y suspiró. Escuchó las patitas de su nuevo cachorro de pelaje negro con manchas blancas llegar junto a él y lo miró con una sonrisa de lado.

"Me echarán de esta casa por causa tuya, Clifford." Le dijo al perrito.

Este lo miró y giró su cabeza hacia un lado. Luego salió de la habitación caminando tranquilamente. Harry se inclinó para tomar la alfombra y dirigirse al cuarto de aseo para limpiarla.

"Arreglate, Lou. Te invitaré a cenar." Dijo Harry llegando a la habitación.

"¿Con quién dejaremos a Morgan?"

"Ya lo resolví."

Louis alzó una ceja y escuchó el timbre sonar, Harry levantó un dedo y desapareció por el pasillo, minutos más tarde apareció con Niall a su lado, ambos con una gran sonrisa.

"¿Tú llamaste a Niall?" Preguntó incrédulo el castaño.

Harry se encogió de hombros.

"Claro que sí."

"¿No se odiaban ustedes?"

Niall rascó su cuello y bufó.

"Este simio no me cae bien pero por estar con Morgan unas cuantas horas le hablaría a Trump." Bromeó.

Los tres se carcajearon. Morgan gateó sobre la cama para alzar los brazos hacia el rubio.

"Ven aquí, tu tío Niall te extrañó." Dijo Niall cargando la niña.

"Niall..." Advirtió Louis. "Ya es más de las cinco, no llenes a mi hija de golosinas mientras no estoy."

Niall abrió su boca luciendo indignado.

"Me sorprende que digas eso de mí, Tomlinson."

Louis rodó los ojos y se levantó de la cama.

"Bien, alistate." Pidió Harry mirando a Louis. "Te esperaré abajo. Y tú..."

Niall lo miró fingiendo susto.

"¿Yo qué?" Preguntó el rubio.

"Cuida a mi hija como a tu polla."

"¡Harry Styles!" Advirtió Louis mientras caminaba al baño.

Niall se carcajeó.

Louis pronto estuvo listo, y perfumado. Harry no le dijo a dónde lo llevaba aunque Louis preguntó todo el camino. Al llegar, el castaño observó un hermoso restaurante de luces amarillas que iluminaban el amplio lugar. La sonrisa no se borraba de su rostro en cuanto se sentaron en una mesa que Harry reservó. Ordenaron su comida y hablaron animadamente. La cena llegó y comieron en silencio aunque una que otra palabra se cruzaba entre cucharada y cucharada.

"He visto a Ed hace algunos días." Comentó Harry.

Louis se detuvo mientras tomaba un poco de ensalada y miró al rizado.

"¿De verdad? ¿Dónde?"

"Entró al restaurante con una mujer."

"¿Una mujer?"

"Sí, parecía ser su novia." Harry de encogió de hombros pareciendo poco interesado. "Oh, y estaba embarazada."

Louis se quedó callado. No sabía qué decir ante eso.

"Quiero llevarte a un lugar fuera de la ciudad hoy."

Louis tomó un sorbo de su vaso de agua.

"¿A dónde?"

"Es sorpresa."

"¡Dime, Harry!"

"Amor."

"¿Qué?" Preguntó Louis y frunció su entrecejo.

"Me llamo amor para ti." Sentenció.

El entrecejo de Louis se desvaneció y si no estuvieran en un lugar público y aparentemente refinado, Louis se hubiera lanzado encima de Harry y le hubiera devorado la boca de besos. Se sonrojó mucho e intentó esconderlo tras el vaso del que bebía.

"Está bien, amor." Obedeció.

Era extraño llamarlo de esa forma, porque ya no lo hacía tanto aunque parecía que ya estaban juntos de nuevo. Sin embargo no lo habían hablado, no habían decidido volver y eso le rondaba la mente cada día.

"Así me gusta." Sonrió Harry.