A la mañana siguiente ambos salimos por la puerta y nos dirigmos al instituto juntos, pero por el camino Paul, el amigo de Rodrick, lo viene a buscar y se van juntos, dejándome a mi sola.
La mañana se pasa muy muy muy muy lenta, pero al fin son las dos y media, la hora de salida y me dirigo a fuera dónde está la furgoneta de Rodirck, por qué cómo Rodrick no hace sexta hora, sale antes que yo y me espera para recogerme. Pero este día la furgoneta no está.
"Tal vez se esté retrasando un poco, o puede que haya ido a comprar algo para comer, no hay por qué preocuparse"
"No hay por qué preocuparse" Me estuve repitiendo una hora y cuarto seguida. Rodrick no iba a aparecer.
Llegué a casa y comí sola. Lloré. Claro que lloré. De repente alguien picó a la puerta. Miré por la mirilla y era Rodrick. Abrí.
-Hey- dice- ¿Estás bien? Tienes cara de haber llorado
-No jodas- digo- Puede ser que haya llorado por qué llevas más de un mes pasando de mi
-¡Yo no paso de ti!- dice cerrando la puerta
-¿Ah no?- pregunto empezando a llorar de nuevo- ¿Rodrick, hay ensayo? No, hoy no Nea...¿Rodrick, quieres ir a tomar un helado? No, no quiero... ¿Rodrick quieres que hagamos los deberes juntos? No, los voy a hacer con Paul ...¿Rodrick, vamos al centro? No, he quedado con Michelle...
-¿No puedo tener amigos?
-¡Sí puedes joder!- grito- ¡Pero que yo también existo!
-¡Ya sé que existes! ¡Pero también quiero quedar con ellos!
-Sí, supongo- digo bajando el tono- ¿A ellos también les dejarás de lado, no? ¿Dejarás de lado a Paulie? ¿O a Michelle?
-¡Qué pesada con Michelle! ¿Ya no puedo tener novia?
-¡Sí que puedes, pero también tienes mejor amiga!
-¿Y tú? ¡Todos los días quedando con Aiden, si quieres que quedemos tú y yo, corta con él!
-¡Y una mierda! ¡Te he estado esperando por más de una hora. pero no has aparecido!, ¿dónde estabas?
-Con Michelle...
-Claro...-digo- Con Michelle, con la estupenda Michelle
-¿A caso estás celosa?- pregunta alzando una ceja.
-¿Cómo voy a estar celosa?
-¿Tu nos ves...juntos?
-¡No!... ¿No?
-¡Estás celosa! ¡Es eso!
-Uy, disculpe usted señorito "todos los días quedando con Aiden" Aiden, Aiden, Aiden, Aiden
-¡Es un mierdas!
-Al menos él no me deja tir... ¡Oh! ¿¡Soy yo la qué está celosa?! ¡Mírate!
-¡Yo no estoy celoso de ese friky! ¡Pero es un rata, te mereces a alguien mejor!
-¿Cómo te atreves? ¡Eres.... Un... Idiota! ¡Un tremendo idiota! ¿Cómo te atreves a decir que me merezco a alguien mejor cuándo ni siquiera sabes cómo...! Mira, no me apetece seguir discutiendo contigo, me voy a ver a Aiden- digo recalcando la última palabra- Que te jodan
Salgo de casa pegando un portazo y voy corriendo y llorando a casa de mi mejor amiga. Pico al timbre y es Aiden el qué me abre la puerta. Me abalanzo sobre él abrazándolo con fuerza.
-¿Qué pasa?- pregunta
Yo no respondo y le beso. Nuestro primer beso. Pone sus manos en mi cintura y yo en sus mejillas. Al rato nos separamos y solo se escuchan nuestras respiraciones.
-¿A qué ha venido eso?
No respondo.
-Mis padres no estarán esta noche, ¿quieres pasar la noche aquí?- pregunta
Yo asiento. Entramos en la casa y subimos a su habitación. Me siento sobre su cama y él se sienta a mi lado rodeándome con mis brazos mientras me limpia las lágrimas con cuidado. Le cuento todo lo de Rodrick, sin mencionar que vivimos juntos y él asiente.
-¿Desde cuándo sois amigos?
-Desde muy pequeños- digo- Nuestras... Madres eran amigas, pero la mía murió... en un accidente de coche con mi padre- quería evitar la palabra asesinato.
-Lo siento- dice él.- Ya se le pasará, no te preocupes
Yo asiento y me apego más a él, que me coge del mentón y hace que nuestras miradas se cruzen. Nos besamos de nuevo y él coloca su barbilla en mi coronilla.
A la mañana siguiente amanezco en la cama de Aiden, él aún duerme. Llevo puesto una sudadera suya de su equipo de rugby. La prenda huele a él y lleva el número 18. Miro el teléfono. Las siete y cincuenta y ocho. No pensaba ir al instituto igualmente. Desbloqueo el móvil y me sorprendo al ver treinta y siete llamadas perdidas y ciento veintidos mensajes de texto de Rodrick. Apago el movil ignorándolo y me abrazo a mi chico.
Los días pasaron y entonces llegó. Viernes, 31 de Octubre, las cinco y media. Me encontraba en casa de Beth y Aiden, ya que cómo Susan y Frank habían vuelto del hotel, me habían dado permiso para ir a su casa aquella tarde para prepararme para la fiesta de Halloween.
-¿Has comprado la pintura roja?- digo
-No, no había- responde Beth- Pero encontré este paquete de sangre falsa- dice sacando del armario una garrafa negra con una pegatina en la que pone FAKE BLOOD en el centro.
Me visto y salimos al patio trasero. Allí ella se sube sobre un taburete y yo cierro los ojos y la boca. Entonces, me hecha unos dos litros y medio de sangre falsa sobre mi cabeza, haciendo que me caiga por la cara y por el vestido. Luego hago unos últimos retoques y me quito un poco de pintura de la cara par hacerme un maquillaje con sombra de ojos y un pintalabios rojo potente mientras ella se acaba de poner la capa de Wanda y de maquillarse.
A eso de las siete y cuarenta, veinte minutos antes de que la fiesta comienze, ya estamos listas y hablamos en la mesa de la cocina mientras afino el bajo de Rodrick, que anteriormente me había traido a casa de mi amiga.
-...y al final me invitó a la fiesta de Halloween. ¿Te lo puedes creer? Laila Miller, la chica más guapa del instituto y la que tiene ochenta chicos detrás, es igual de bollera que yo.
-Me alegro por ti- respondo dedicándole una sonrisa -¿Vamos con tu amada?-pregunto guardando el bajo en la funda y poniéndome de pie- La fiesta de halloween nos espera, y ella te espera a ti
-Sí- responde ella poniendose de pie y colocandose bien la capa mientras me da la mano y juntas nos dirigimos al instituto.