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A la tarde siguiente me encuentro en el salón viendo pesadillas en Elm Street con Rodrick. Sujeto un tarro de unos treinta cm bajo mis brazos, llenos de helado de vainilla.

-A mi no me da miedo esto- dice él

-Seguro- replico recordando cómo ha saltado hace un rato por cómo Freddie se metía en la pesadilla de la protagonista.

-Se ha acabado- digo refiriendome a la peli- Ha estado bien.

-¿Vemos otra?- pregunta

-¿No tenías hoy ensayo?- pregunto 

-No, se ha suspendido. Chris está enfermo.

-Vaya- digo. Era obvio que estaba mintiendo.

-¡Nea!- grita Susan

-¡Voy!- digo levantándome del sofá y yendo a la cocina

-¿Qué es esto?- pregunta cogiendo con la punta de los dedos una longaniza de pavo pegada a la puerta de la despensa.

Yo me remuevo incómoda.

-Bueno, tampoco quiero saberlo- dice tirándolo a la basura-¿Cómo fue ayer en la fies...? Espera- dice- ¿Eso es helado?- señala a mi labio inferior, al lado derecho.

-Que va- digo restregándome rápido

-¿Porque has comido helado?

-Me apetecía

Ella me observa. Y luego relaja el rostro a uno compasivo.

-¿Rick?

Yo solo asiento y ella me abraza.

-¿Cómo lo sabes?- pregunto mientras unas temblorosas lágrimas se deslizaban por mis mejillas.

-No eres la única persona del planeta que cóme helado y se viste con chandal cuándo rompe con su pareja.

Yo no digo nada.

-Rodrick se está perdiendo los ensayos por mi culpa- susurro- me siento fatal, ¿que hago?

-No lo sé cariño- dice ella colocando bien mi pelo detrás de la oreja- ¿Tu estás bien?

Asiento. En realidad me encontraba mejor que ayer por la noche.

-Pues dile que todo está bien, y que vaya a hacer lo que le gusta- sonríe

-Vale, gracias- sonrío

-Ah, y dile que no tire patatas por el suelo, que luego no se digna a recogerlas.

-Vale- río.

Me dirigo al comedor y Rodrick mira el teléfono mientras acaba con el helado de vainilla que ha sobrado.

-Vamos vago, mueve el culo y ves a ensayar con tu banda

-Pero te he dicho que Chris está enfermo

-Si, y yo soy un pony multicolor que vive en Nunca Jamás.

-Vale, de acuerdo, debería aprender a mentir.

-Deberías

-Vale

-Vale

-Vale

Silencio. Se levanta y se dirige al sótano mientras marca un número en su móvil y se lo coloca en la oreja.

Yo de mientras doblo la manta que hemos usado y la dejo bien puesta dentro del cajón. Luego cojo el helado y lo tapo con la tapadera y lo llevo a la cocina. Pongo la cuchara en el lavavaijllas y guardo el resto de helado en el congelador.

Luego me dirigo al baño para tomar una ducha y arreglarme un poco. Cuándo acabo me dirigo al comedor y me siento en el sofá con mi libro. Leo mientras paso las páginas cuándo de repente una llamada entante suena por mi teléfono. Me quedo plasmada cuándo en la brillante pantalla pone "Rick"

Le cuelgo al instante.

-Joder...-susurro guardando el móvil. Y se pasó así cuarenta y cinco minutos. Estuvo los tres putos cuartos de hora llamándome.

-¡NO ME LLAMES MÁS!- exclamo a la pantalla

-Vamos, tenemos que hablar

-No me apetece hablar contigo y cómo me vuelves a llamar te pongo una denuncia por acoso- digo firmemente y apago el teléfono. 

Desde el marco de la puerta puedo ver a Rowley con una expresión inquieta en su rostro.

-¿Qué miras?- pregunto

Él no responde y se va corriendo por las escaleras en busca de Greg.

Cojo mi teléfono y busco entre mis contactos el número de Heather Hills. Bingo.

Lo copio en un papel y me dispongo a llevárselo a Rodrick cuándo alguien pica a la puerta.

-Nea

-Hola Fr... Papá- me corrigo al ver que tiene cogido a Rick por la chaqueta.

-Dile a tus pretendientes que no se cuelen por la ventana.

-De hecho tengo otras cosas en mente que decirle- digo con una expresión irónica

-Pues os dejo solos- dice Frank- No tardes mucho en entrar que llueve a cántaros.

-Vale, adiós papá- digo recalcando la última palabra y cerrando la puerta principal.

Sin pensarmelo dos veces me giro de golpe y le pego una bofetada a Rick.

-¡¿Que no entiendes de "no quiero verte"?!

-Solo quería decirte que le han ofrecido un puesto de trabajo a mi padre en... Bueno, es Australia- dice 

Yo me quedo en silencio.

-Y... Quería despedirme, y decir que lo siento- dice mirando al suelo mientras se toca la nariz que le sangra un poco a causa del golpe.-Bueno...Ya... Ya me... Adiós

-Adiós

-¿Qué?- pregunta

-¿Qué?- repito

-¿No vas a venir detrás mío a decirme que lo sientes mucho y que no puedes vivir sin mi?

-¿Perdón?- pregunto desconcertada

-Eso es lo que las mujeres hacen, ¿no?

-Eres tan imbécil, Rick- suspiro- Que te vaya bien en Australia- finalizo entrando en casa y cerrando la puerta de un portazo.- Pedazo gilipollas

-¿Hey que pasa?- pregunta Chris, el bajista de la banda de Rodrick.

Los tres están en la cocina bebiendo cerveza y Rodrick rebusca en la despensa.

-Nada- digo. Luego suelto un suspiro, me dirigo al armario del comedor, abro una pequeña trampilla que tiene y saco de ahí una bolsa de patatas. Luego me dirigo a la cocina de nuevo y se la doy a Rodrick.

-Dios, gracias- dice

-Cómo le digas a alguien que te la he dado yo te enterarás de lo que vale un peine, ¿entendido?

-Sí- dice firmamente- No pienso llevarte la contraria

-Más te vale

Dicho eso bajan al sótano de nuevo.

Decido subir a mi habitación. Una vez allí, me quedo en frente del espejo, observando mi reflejo.

Así que sin pensarmelo dos veces, cojo las tijeras de la cocina y me meto un tajo en el pelo, por encima de los hombros.

Hecho eso, me maquillé, cogí mi bolso y me dispuse a salir a comprar.

Him and Her// Rodrick HeffleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora