⍣ 𝐜𝐞𝐫𝐨

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Akira la había llamado para que ambas salieran al patio de la casa de los Sano. Su mejor amiga estaba sentada a su lado, tomando la mano de la castaña mientras intentaba no llorar. Kyomi aún tenía náuseas, tenía los ojos hinchados y los labios secos. Escuchaba su respiración entrecortada y la presión que tenía en el pecho no se iba.

La pequeña pelinegra tenía mechones revueltos y pegados en su cara, sus labios no paraban de formar un puchero cada vez que intentaba hablar. La falda negra que le había escogido su madre para el funeral estaba mal planchada, una de las medias blancas se había doblado y sus zapatos estaban llenos de tierra.

— No quiero decirle adiós — Murmuró Akira tomando su mano. Kyo no sabía exactamente a quién se refería pero asintió con la cabeza, ella tampoco quería despedirse de ninguno.

Estuvieron en silencio por unos minutos más, pero la mente de la pequeña Kyo no paraba de dar vueltas repitiendo los recientes sucesos que habían cambiado su vida para siempre. ¿En qué momento pudo ella haber evitado todo ese desastre irremediable? Era sencillo, si ella hubiera ido con ellos ese día en el que iban a robar la moto para Mikey... Pero fue un cobarde y se quedó en casa con sus padres en vez de acompañar a su mejor amigo y al hermano de Akira.

— Hablé con Mikey — Akira respiró hondo. — Va a testificar a favor de mi hermano y... Me pidió que me una a la ToMan cubriendo su puesto porque...

— ¿Te vas a unir a la pandilla? — Kyomi miró a un punto fijo. — Shinichiro nos pidió que no lo hagamos...

— Acepté, si eso ayuda a limpiar el nombre de mi hermano yo... — A Akira se le rompió la voz. Tanto Kyo como Akira habían crecido bajo la enseñanza del mayor de los Sano, si no fuese por él nunca se hubieran conocido, ni hubieran aprendido a defenderse. El corazón de ambas se encontraba completamente dividido. — Tu... tu tienes que ser mi mano derecha Kyo, cuando Kazutora salga de la cárcel tú tienes que ayudarme a que regrese a la ToMan, somos su familia y no lo podemos dejar solo.

— Baji...

— Baji salió inocente gracias a Tora — La pelinegra se sonó la nariz. — Mi hermano se quedará solo... y la correccional es peligrosa y...

— Kira, mientras estemos aquí él no va a estar solo — Kyo apretó la mano de su mejor amiga. Realmente no era tan cercana a Hanemiya pero si estar para él iba a tranquilizar a su mejor amiga, entonces estaba dispuesta a hacerlo sentir que aún tenía un hogar en la pequeña pandilla.

𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑𝐈𝐓𝐄 𝐂𝐑𝐈𝐌𝐄 - 𝐊𝐀𝐙𝐔𝐓𝐎𝐑𝐀 𝐇𝐀𝐍𝐄𝐌𝐈𝐘𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora