5 de Septiembre

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8 A.M.

Tras pasar todo el día de ayer pensando qué es lo mejor, he decidido que voy a acabar de una vez por todas con todo rastro del Clan de los Lobos Blancos. Los mataré. Y lo mejor va a ser que no me pondrán la mano encima ni me tocarán un pelo. Saldré sin un solo rasguño y cumpliré mi promesa de irme a vivir al bosque alimentándome de raíces y sin ver a nadie. Lo tengo todo decidido y solo cambiaría de opinión si Naia y Oscar volviesen, pero sé que eso es imposible. No vale la pena seguir haciéndome ilusiones, ¿no? Bueno, voy a explicar mi plan:

Primero de todo, tengo que conseguir algo o alguien que les distraiga lo suficiente como para asustarse (lo cual va a ser muy difícil) y luego tengo que matarlos sin que tengan tiempo para reaccionar. Y a la vez evitar que me maten y acostumbrarme a comer vegetales. Iré a hablar con Drake para que me ayude.

9 A.M.

De acuerdo, tengo un plan bastante viable. Gracias a la ayuda de Drake y a un comentario fortuito de Charlotte (que consistía en: " Los vampiros nunca están cuando se les necesita), se me ha ocurrido la manera de asustar a los Blancos. Algo espectacular. Fascinante. Casi sacado de una película americana. Allá voy:

Un ejército de lobos, licántropos, presos que ansían venganza (por supuesto, luego los meteremos de nuevo en la cárcel) y, para innovar un poco, vampiros, se lanzarán contra las puertas de la Casa de El Clan de los Lobos Blancos y, cuando empiecen a cansarse y a flaquear, yo me meteré dentro y encontraré a Níniel y Legolás. Y los mataré con mis propias garras. Contactaré con los vampiros por medio de Gabriella, la ex de John; creo Naia tenía en su habitación su número de teléfono y dirección. Voy a averiguarlo ahora mismo.

11 A.M.

¿Cómo puede haberme costado tanto poder entrar en la habitación de Naia? Había un hombre-lobo de dos metros plantado en la puerta que decía que no, que ni hablar de violar la intimidad de la difunta. A mi, su mejor amiga. ¡Y aunque no lo fuera, Naia ya está muerta, le dará igual que miren o no sus cosas! Bueno, al final he tenido que buscar a Ixchel y fingir que necesitaba encontrar una carta que le di a Naia para que se la entregase a mi amor secreto, pero que ahora ella ya no la iba a poder entregar, así que necesitaba llevármela para darla yo en persona. Lo que hay que hacer... Pero por lo menos, Ixchel ha convencido al pesado ése de que me dejase entrar. Efectivamente, en un cajón había un papelito que ponía: Gabriella, 54 887 999.

Voy a dar un paseíto para refrescarme y llamo.

1:30 P.M.

Todavía no me ha dado tiempo a llamar a Gabrilla, pero antes voy a explicar lo que me ha pasado, que ha sido tremendamente raro. He salido de la Casa con aspecto concentrado que a la vez decía "ni se te ocurra molestarme" que ha evitado tener que dar ninguna explicación de adónde iba. Bueno, el caso es que he salido y sin casi darme cuenta, he llegado al Bosque Gloucester (otra vez) y no se me ocurrido nada por lo que no entrar. Me he metido dentro y tras pasear un poco mientras fantaseaba en cuando pudiera vivir allí sin hacer más daño, he llegado a un claro. Y me ha venido una sensación impresionante de deja vû acompañada del recuerdo de un sueño que tuve. Sí, hombre, aquel en el que algo salía entre los matorrales para matarme. Y entonces también me han llegado imágenes borrosas de algo luminoso que yo había visto en ése claro. Y además una certeza que no sé muy bien de dónde venía me ha hecho saber que eso que había visto tenía algo que ver con la horrible fiebre que pasé poco antes de la Guerra. Ha sido extraño y además doloroso. Parecía que por recordar aquello, merecía una penitencia sobrehumana y eso no me ha gustado nada. Porque el dolor no era físico, era mental. Me hacía sentir culpable por la muerte de todos mis únicos verdaderos amigos: primero Morgan, luego John, y finalmente, Naia y Oscar. Además, por supuesto de todos los que maté en la Guerra y a mi asesinato indirecto de Hela.

Oh, Dios mío. Ahora lo recuerdo todo. Vi a un ángel, es verdad. Me pareció tan bonito... ¡Pero ahora lo odio! ¿No se supone que debe tener misericordia y perdonar las faltas de los demás? Y en cambio me recuerda todos mis asesinatos... Lo odio como solo puede odiar una persona en plenas facultades mentales (o al menos, eso creo). Tal vez nos tienen a todos engañados, y los ángeles no salen del Cielo sino del Infierno. De la manita del mismísimo Satán. 

Creo que mejor lo dejo estar. Tengo cosas más importantes que hacer. Voy a llamar a Gabriella.

1:45 P.M.

Ha sido una llamada corta. Ambas hemos estado correctas pero sin implicarnos en absoluto. Está todo acordado: ésta misma tarde vendrán todos los vampiros que quieran participar en la Guerra a la Mafia Licantrópica, y mientras se preparan y se enteran de todo, los licántropos nos partiremos para reclutar a los lobos y sacar de prisión a los presidiarios. 

Estoy muy satisfecha de haber planeado todo esto, y si sale bien, que quede por escrito que se lo dedico a Naia y a Oscar. La verdad es que los echo de menos... Éramos tan amigos... Será mejor que no lo piense más. Prometí no volver a llorar. Ahora debería ir a avisar a Drake de que pronto llegarán los vampiros.

Y mañana se romperá la tregua.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------ ¡Hola! Soy Gataca. Sólo quería decir que siento que éste capítulo sea tan cortito y haya tardado tanto, pero tengo muchas ideas en la cabeza y me da miedo soltarlas todas de golpe en el momento que no les toca. También quiero decir que éste brusco cambio en el carácter de Alyson (ha pasado de ser vivaracha, divertida e ingenua a ser brusca, insensible y rencorosa) es normal debido a todo lo que ha pasado y que lo tengo en cuenta y que no es un descuido.

¡Gracias por vuestra comprensión!

Caperucita FerozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora