10 de Septiembre

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3 A.M.

Estoy en la enfermería y me encuentro un poco mejor. Supongo que han sido esas pastillas que me han dado antes de dormir. Pff... hace un rato he oído como casi todo el mundo salía en manada para intentar acabar con Legolas. ¡Seguro que lo consiguen! Pero, no sé... Hela no pudo matar a Níniel, y yo sí. No malinterpretéis esta frase, no es que crea que yo soy mejor, es que... a lo mejor yo soy realmente el Gran Salvador y ellos solo pueden conseguir hacerse daño. ¿Y si se mueren todos por mi culpa? Bueno, a ver, tampoco es mi culpa que me hayan envenado, ¿verdad? Pues a callar.... Que no es que me hayan dicho nada, sinó que he sido yo misma, pero claro, es que llega una fase en el envenamiento que no piensas con claridad, y no quiero.... estoy cansada... déjadme en paz... yo quiero que todo vuelve a la normalidad y no se qué ha... ¡Ya lo tengo! Yo mataré a Legolas porque es posible que sea la única que pueda. Y además tengo una ventaja: no me importa morir, porque lo más probable es que muera de todas formas.... Vale, tengo que ser sigilosa por si hay alguien en la Casa que me pueda impedir salir. Primero me vestiré; no sería apropiado luchar con el camisoncito de la enfermería.

3:15 A.M.

Estoy vestida con el mono negro de la última vez. Y creo que voy a vomitar de nuevo....

3:20 A.M.

Vale. Estoy lista. ¡Al ataque!

1 P.M.

Lo.. he... aix... conseguido... hah.... estoy agotada.... voy a descansar... bfff.... un poco.... O mejor que no. Igual se me duermo no vuelvo a despertarme y esta batalla tan interesante quedaría muerta en la memoria de los que la vieron....

Salí de la Casa por la ventana para que nadie me viera y fui corriendo por las calles oscuras y casi desiertas de la ciudad. No recordaba exactamente dónde estaba sucediendo la pelea, pero al convertirme pude sentir (u oler, no lo tengo muy claro) dónde estaban todos los demás. Guiada por este curioso sentido llegué a la morada de Legolas. Lo que vi me dejó sin aliento: compañeros con los que había compartido palabras, comidas y mucho más descansaban muertos en el césped del jardín de una gran finca. Miré rápidamente a mi alrededor, esperando en cualquier momento ver el cuerpo de Drake, pero por suerte no estaba allí. No, claro que no estaba. Todo eran vampiros. Legolas debía haber puesto un conjuro para matar vampiros. Entré con temerosa resolución en el edificio y no había nadie a la vista. Mi instinto siguió ayudándome y al fin llegué a una habitación de enormes dimensiones en las que se oian golpes y muchos gritos. Entré y todo pareció silenciarse y volverse a cámara lenta a mi alrededor, como en ésas películas en las que le protagonista sufre un shock espectacular. Ahí estaban, Charlotte, Drake y todos los miembros de la Mafia Licantrópica (los que no habían muerto) peleando entre ellos como si no se conociesen. En sus caras se veían muecas feroces y sus garras negras aparecían teñidas de sangre. Sus ojos claros parecían dos focos blancos de luz cegadora y asesina. De repente, en todo aquel caos, mis sentidos volvieron a funcionar y todo adquirió la velocidad y el volumen reales. Alguien me tiró al suelo justo antes de que me diese una mesa en la cabeza, y me arrastró detrás de una columna.

-¿Estás bien?-preguntó Jaden.

-¿Eh? Si.... yo sí...-contesté. Fruncí el ceño al recordar que ése precioso chico me había mentido. Pareció darse cuenta y bajó la mirada.

-Legolas puso un hechizo anti-vampiros o algo así, en la entrada. Pero yo iba de la mano de.... bueno... tu amiga... ya sabes... Y no me afectó.

-Ya. Charlotte. Que sepas que tú no me gustabas. Solo me caías bien. Bueno, y.. a ellos ¿qué corchos les ha pasado?

-Un hechizo conjunto. Hace que los licántropos se vuelvan contra su propio clan. Pero tú debes de ser realmente el Gran Salvador, puesto que no te afecta...

-He oido hablar de él, creo... Me lo contó Oscar... ¿Pero no se necesita a algun licántropo del dicho clan que esté dispuesto a traicionar a los suyos para que funcione?

-Exacto. Ahí está el quid del asunto-. En ese momento, creo que palidecí.

-¿Quieres decir que hay un traidor en la Mafia Licantrópica? ¿Cómo te atreves?

-Porque está ahí mismo-dijo Jaden. Y señaló al fondo de la sala, donde, medio oculto en sombras estaba Legolas.

-¿No querrás decir que Legolas es de la Mafia Licantrópica? No puede ser... -balbucí.

-No. Eres un poco corta, a veces, ¿no? Mira, al lado de Legolas-contestó Jaden, poniendo los ojos en blanco. Y al seguir la dirección de su dedo, vi con gran asombro que mi jefe, mi estricto, remilgado, joven e inexperto jefe Jairo miraba con semblante complacido la destrucción que estaba causando. Entonces pensé que el veneno que me está matando, quizás me lo hubiera puesto él en la comida... Me sentí sorprendida y decepcionada y se me nubló la vista. Cuando me sentí otra vez dueña de mí misma, Jairo y Legolas yacían en el suelo, cubiertos de sangre por todos lados, y los demás licántropos me miraban impresionados, sin pelearse ya entre ellos.

Jaden me ha contado que me lancé encima de ellos a la velocidad de la luz y que en un abrir y cerrar de ojos, los había matado a ambos. Entonces volvimos a la Casa y aquí estoy. Ahora que todo ha terminado, me despediré de todos los amigos que me quedan vivos e iré al bosque Gloucester a terminar de morirme... Los echaré de menos... Pero por fin veré a Naia, Oscar y John. Ahora ya no tengo tanto miedo, y, de todas maneras, me duele tanto el estómago que es mejor que acabe todo.

De todas maneras, creo que voy a pasar el resto del día y la noche en la Mafia Licantrópica, para despedirme lo máximo posible. Ahora voy a ir al comedor, donde Drake me esta preparando una fiesta sorpresa. Cree que no me he dado cuenta, pero es mejor saberlo; así se disfruta más.

Me llevaré el diario al bosque, para seguir apuntando cosas hasta el final.

Hasta mañana

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Bueno, bueno, nos acercamos al final. A no ser que se me ocurra algo tremendamente impresionante y bueno, este va a ser el penúltimo capítulo de Caperucita Feroz. En principio no van a haber ya más partes y, para que quede todo perfectamente ligado, voy a tardar algo más en publicar el suguiente capítulo. Quiero agradeceros a todos que hayáis seguido leyendo todo este tiempo y comentando fielmente en cada capítulo. Espero de verdad que hayáis disfrutado de la historia de Alyson y que lleguéis a echarla en falta cuando ya no esté. Cualquier sugerencia o crítica la aceptaré con una sonrisa, pero puesto que ya queda muy poquito y no sé si podré atender a todas las peticiones.

¡Muchas gracias!

Gataca

Caperucita FerozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora