I

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—así que... ¿Hacemos el proyecto en tu casa o prefieres ir a la mía? —pregunta Leon para empezar a guardar sus útiles y, acto seguido cerrar su mochila.

La campana ya ha tocado desde hace unos minutos, marcando así el final del horario escolar. Sólo aquellos dos jóvenes se encuentran todavía dentro del salón, esto al haberse quedado más tiempo a platicar sobre cuál será su próximo curso de acción.

—nah, mejor en la tuya, ¿Dices que tu padre trabaja todo el día? —Leon asiente a su pregunta y Sandy toma su mochila para dirigirse a la salida junto al de capucha, quien camina a su lado. El de ojeras tiene aquella graciosa expresión que hace cuando se le ocurre algo. —genial, así después de terminar la tarea nos ponemos a hacer cosas de hombres.

Leon levanta una ceja y sonríe divertido ante sus palabras.

—Y según tu ¿Qué son esas "cosas de hombre"?

—no se, tal vez pueda invitar a unas chicas lindas, ¿Qué te parece eso? —Sandy dice, como si hablara de una salida al cine.

El de capucha sólo niega con la cabeza, a veces su amigo suena tan absurdo.

—perdón por romper tus planes viejo, pero mi hermana mayor estará en casa y dudo que me deje pasar algo así. —suelta con "decepción" y ambos se detienen al ver un semáforo en rojo.

—Wow, espera.. ¿tienes una hermana? Quizás no deba ir a menos que quieras ser mi cuñado. —dice medio en broma, y ante eso Leon no evita carcajearse a lo bajo. —¿Qué?

El chico detiene su risa y le regala una palmadita condescendiente en el hombro al contrario. Sandy lo miró confundido, sin entender la necesidad de esa acción.

—perdón amigo, pero eso no va a pasar. —aclarado eso, Leon comenzó a caminar cuando la luz cambió a verde; Sandy salió corriendo para ponerse frente a él, curioso por saber el significado de sus palabras.

—¿Perdón? ¡si soy todo un galán! sólo mírame. —menciona en un tono narcisista para después sonreírle, buscando ahora molestarlo. —oh vamos, no me digas que eres uno de esos hermanos celosos.

El de capucha vuelve a negar con una sonrisa en su rostro, divertido ante su suposición.

—ajá, lo que creas. Solo que nunca he escuchado a mi hermana hablar sobre chicos, así que dudo que realmente pase algo. —Leon se detiene frente a la parada de autobús y a su vez Sandy hace lo mismo. Su destino no es ahí, pero quiere saber qué más el otro tiene que decir. -como sea, el domingo a las tres en mi casa; no llegues tarde o te pateo.

El de cabello morado río divertido para después asentir; si lo decía Leon sabía que no se trataba de una simple broma, pero aún así siempre sonaba gracioso.

Entonces, después de haberse despedido los dos con un ademán, decidió finalmente ir de camino a su hogar.

Y aunque todavía no sabía cómo lo haría, esa chica iba a caer ante el rendida; lo sentía personal.



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 - ̗̀𝙀𝙎𝙋𝙀𝘾𝙄𝘼𝙇 //𝒮𝒶𝓃𝒹𝒾𝓉𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora