Tenía razón, las palabras "Nita" y "conversación tranquila" nunca podrían ir juntas en una oración.
Para Sandy haber estado 7 semanas (ᵇᵘᵉⁿᵒ, ᵉⁿ ʳᵉᵃˡⁱᵈᵃᵈ ᵈⁱ́ᵃˢ) intentado conquistar a una chica era una broma de muy mal gusto, y el remate a está es que no importaban sus coqueteos o atenciones; ella parecía no mostrar ningún sentimiento hacía él.
Obueno, si lo hacía; lamentablemente no era la clase de emociones que sandy quería.
No lograba asimilarlo; esta técnica siempre le había funcionado con cualquier chica que llamara su atención, entonces... ¿Porqué con ella no?, ¿acaso hacía algo mal?
Quizás su fracaso se debía en realidad a que Nita no lograba despertar ninguna sensación en el más que desagrado... Dudaba que las cosas funcionarán si seguía así, gastando tiempo en nada; pero por cuestiones de ego no pensaba rendirse tan fácil.
Necesitaba un nuevo, nuevo plan.
Y después de tanto pensar, dar vueltas en su habitación e incluso consultar en Internet no le quedó más que tener que acudir a su último recurso: una fiesta.
Usualmente ese era su plan a utilizar en el extraño caso en donde una chica no lo aburriera después del primer día, pero a lo mejor también le podía funcionar de igual manera en esta situación.
Tal vez el ambiente de una fiesta lograba encender en nita una mecha desconocida y así Sandy lograría cambiar la situación a su favor. Si no, ya no se le ocurrían más opciones.
Tomó su teléfono y antes que nada aviso a Leon sobre el evento, haciendo hincapié a que viniera en compañía de la de gorro. Y después de eso, solo se dedico a hacer unas cuantas llamadas más junto a arreglar su hogar acorde a la ocasión.
Ahora solo tocaba esperar.
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La mitad de la gente que se encuentra ahí son desconocidos y Sandy no sabe en qué momento alguien cambio los focos de su sala por luces parpadeantes de colores diferentes, creando así un ambiente parecido al de una discoteca.
La música suena fuerte y es movida, puede ver a Brock junto con Frank encargándose de los ritmos en aquella "cabina". De igual forma con las luces, no sabe en qué momento aparecieron ellos si él no los invitó, pero no se queja en realidad.
Mira hacia un lado, buscando con la mirada a Leon, encontrandolo segundos después en un rincón alejado de los demás; el de capucha mantiene una plática animada con una chica de trenzas rojizas y, por lo que parece, ya ha pasado un buen tiempo desde que llegó el ahí. Sandy se siente orgulloso de su amigo por un momento, después el pensamiento de que Leon no lo haya buscado para saludar llega y le parece una grosería, después de todo esta es su fiesta y su casa; pero bueno, no era momento para pensar en eso, ya después le reclamará.
