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Alguna vez Penny le habló sobre un chico de ojos encantadores y palabras que se resbalan en tus manos como miel, de un chico que se mete en tu piel y la quiebra. De cómo en un principio se lo tomó como un juego y, que sí hubiera sido quizas más tonta, en esos momentos se encontraría suspirando igual que otras chicas.
Al principio Nita se ríe, tomandolo como palabrería barata de colegialas enamoradas del primer rostro bonito que ven y que las tratan decentemente bien.
Pero Nita será muchas cosas, y entre ellas no están ser sorda, así que, inevitablemente, escucha otras historias en los pasillos y se da cuenta que todas parecen llegar a lo mismo.
Pero, sí de algo aprendió desde la última vez que conoció a alguien con el vocabulario de marinero y que robaba incluso sin a̶̶p̶̶a̶̶r̶̶e̶̶n̶̶t̶̶e̶̶m̶̶e̶̶n̶̶t̶̶e̶ necesitarlo, es que los rumores no son justos, así que ella decide que no puede dar un juicio.
Entonces, cuando León le avisa que un compañero vendrá a hacer un proyecto y que quizás él se comporte un poco raro con ella, Nita está preparada para juzgarlo con toda la fuerza de su (̶̶e̶̶s̶̶c̶̶a̶̶s̶̶a̶̶) moral.
Pero, de nuevo, Nita es muchas cosas, y entre ellas está olvidar fechas, así que cuando escucha el timbre y rápidamente abre la puerta, se topa con éste chico, éste... Sandy.
Y bien, quizás siente algo de vergüenza porque conocer al amigo de tu hermano en shorts y una camiseta de tu caricatura animada favorita para niños no es como la mejor primera impresión, pero es Nita, así que hunde el sentimiento y le sonríe.
Y para ser un chico que es conocido por coquetear con cualquier espécimen femenino que le pase por el enfrente (ᵠᵘⁱᶻᵃ́ˢ ᵉˢᵃ ᵉˢ ˡᵃ ʳᵃᶻᵒ́ⁿ ) él la trata normal, demasiado apagado sí se puede decir; y no sabe sí es porque León le habrá advertido sobre controlar su comportamiento o sí es porque simplemente en realidad todo lo que se dice es exagerado; así que por ahora Nita decide dejarlo en el factor de la duda.
Pero luego la llama Pequeña. Y bien, Nita sabe que no es alta, pero mide 1.58, casi 1.60, así que no es su culpa que los demás sean unos malditos gigantes. Entonces ella muy amablemente decide aclarar su confusión.
Y él cambia.
Y todo se vuelve raro.
Así que, como normalmente haría, le dice lo que piensa y después se va.
¿Y que si fue un poco infantil? Eso en definitiva no tuvo que ver con su estatura.
Ella lo deja pasar.
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