(2)

663 62 10
                                    


—¡sandy!, ¡te estaba buscando!

León se detiene a tres pasos antes de cruzar la puerta y, se sorprende cuando sandy sigue empacando sus cosas, como si esta chica demasiado atractiva no le estuviera hablando.

Sabe que la campana ya tiene un buen rato de haber sonado y que si no se va ahora no alcanzará paletas en la cafetería, pero hay algo en está interacción lo cuál le grita por quedarse.

Pasan unos segundos y la que ahora reconoce como Janet le toca el hombro al pelimorado en un nuevo intento de llamar su atención. Sandy solo le dirije una mirada de soslayo para después empezar a buscar dentro de su mochila (lo que cree es) su desayuno. León ya tiene su celular en mano, por si tiene que llamar a un paramedico.

—ah...¿que pasó?¿Es importante?

La chica mira a Sandy como si le hubiera crecido una segunda cabeza, y sería mentira decir que esa no es la misma expresión que tiene León plasmada en su rostro.

—mmm... Yo solo quería saber si te gustaría pasar el recreo conmigo. —responde con ésta falsa timidez mientras revolotea sus pestañas de ésta forma que León sabe que Sandy encuentra irresistible.

León ha visto este mismo escenario suceder varias veces; es una danza que siempre termina con Sandy y la chica del día besándose detras de los baños.

Así que es normal que león esté estupefacto cuando su idiota amigo solo se cuelga la mochila y le dirije a la chica de este día una especie de sonrisa que se ve como si su presencia hubiera arruinando algo importante.

La presencia de una CHICA ATRACTIVA.

León teme que sea lo que tenga sea contagioso.

De hecho ya marcó 911 en su celular, listo para reportar que tiene un compañero que necesita cuarentena urgente antes de que todos aquí terminen con una especie de psicosis que afecte sus hormonas.

—perdón, tengo planes, quizás luego. —y con eso procede a palmear el hombro de una confundida janet para salir como si nada por la puerta.

No hace la llamada.

León ahora necesita una mica nueva.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—llegas tarde

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—llegas tarde.

Es el saludo amigable de Nita cuando Sandy se encuentra en aquella área de la escuela que ahora está cubierta de hojas muertas.

En la mesa hay un tupper con lo que parece ser hoy un pan endulzado, sin libro a la vista.

Sandy se ríe, burlón.

—amanecimos de buen humor, ¿no?

Nita le sonríe, está cosa grande repleta de dientes que solo significa que se avecina una muy mala broma; y si sus entrañas dan un vuelco cuando ella le dirije esta acción, es porque Sandy no desayuno.

—Siempre es un buen día cuando como San-día.

(ᵉˢᵗᵒ ᵉ́ˡ ⁿᵒ ˡᵒ ᵉⁿᶜᵘᵉⁿᵗʳᵃ ᵍʳᵃᶜⁱᵒˢᵒ, ᵉˢ ᵗᵒⁿᵗᵒ ʸ ᵉˢᵗᵘ́ᵖⁱᵈᵒ ʸ ᵖᵃʳᵃ ⁿᵃᵈᵃ ᵉⁿᵗʳᵃⁿ̃ᵃᵇˡᵉ .)

—¿en serio? Yo prefiero comer una manza-Nita. —le sigue el juego y, solo como venganza por iniciar estos malos juegos de palabras, agrega. —una pequeña porque si no luego no me da hambre.

Nita rápidamente frunce el ceño (en realidad no está molesta), se estira de su lugar en la banca y lo golpea en el hombro (no duele) y después agarra su pan para morderlo y se lo termina de un bocado (ella mastica) para despues volverle a sonreír, algo pequeño está vez, pero eso no evita que de pronto Sandy ya no sienta rastro de hambre (ᵉˡ ˢⁱ́ ᵈᵉˢᵃʸᵘⁿᵒ, ᵃʰᵒʳᵃ ˡᵒ ʳᵉᶜᵘᵉʳᵈᵃ, ᶠᵘᵉ ᵘⁿ ˢᵃⁿᵈʷⁱᶜʰ ).

—Saan-dy. —canta su nombre de esa forma infantil que él odia y que por eso Nita siempre se la repite.

Y no, Sandy no piensa que ellos dos aquí, haciendo malos juegos de palabras con frutas y hojas muertas a su alrededor es algo más que agradable, definitivamente no.

—¿cuál es tu animal favorito?

Sandy sonríe.

Es la primera vez que lo siente, en realidad.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
 - ̗̀𝙀𝙎𝙋𝙀𝘾𝙄𝘼𝙇 //𝒮𝒶𝓃𝒹𝒾𝓉𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora