- ̗̀𝙀𝙎𝙋𝙀𝘾𝙄𝘼𝙇 //𝒮𝒶𝓃𝒹𝒾𝓉𝒶

(2)

—deberíamos dejarlo en empate.

Sandy detiene su mano de donde hace patrones ondulados morados y lo mira extrañado porqué no entiende que es a lo que Leon se refiere.

—¿empate? ¿De qué?

—de la apuesta.

Oh.

Cierto, la apuesta.

—pfft, qué, ¿ya te dio miedo perder?

El encapuchado voltea su cabeza hacia dónde está él, y Sandy no podrá verlo, pero sabe que su expresión es una que se encuentra cuidadosamente en blanco.

—creo... Creo que es mejor para los dos dejarlo en empate y dividir la apuesta.

Correcto, tartamudeo, tiene miedo.

O está molesto.

Aveces con Leon no se sabe.

—¡oh vamos hombre! Ya estoy cerca, solo dame unos días y te juro—

—no.

Interrumpe. Leon no grita, ni hace un movimiento bruto, habla tranquilo, y eso es lo que hace sonar todas las sirenas de precaucion en su mente.

—Sandy, tienes que ser sincero... ¿Te gusta Nita?

La habitación cae abruptmente en silencio abrumador y su estómago comienza a retorcerse en una indigestión. Sandy no podra verse, pero por alguna extraña razón se siente como un venado apuntado por los faros.

Así que se ríe, una larga, f̶̶a̶̶l̶̶s̶̶a̶  y desvergonzada risa.

—vamos, ¿¡Nita!? Nah es sólo la apuesta, ¿de dónde sacaste eso?

(̶S̶̶a̶̶n̶̶d̶̶y̶ ̶e̶̶s̶̶t̶̶á̶ ̶m̶̶i̶̶n̶̶t̶̶i̶̶e̶̶n̶̶d̶̶o̶̶,̶ ̶e̶̶l̶ ̶s̶̶a̶̶b̶̶e̶ ̶d̶̶e̶ ̶d̶̶ó̶̶n̶̶d̶̶e̶ ̶L̶̶e̶̶o̶̶n̶ ̶s̶̶a̶̶c̶̶ó̶ ̶e̶̶s̶̶o̶̶,̶ ̶p̶̶e̶̶r̶̶o̶ ̶n̶̶o̶ ̶l̶̶o̶ ̶v̶̶a̶ ̶a̶ ̶a̶̶d̶̶m̶̶i̶̶t̶̶i̶̶r̶̶,̶ ̶c̶̶o̶̶m̶̶o̶ ̶j̶̶a̶̶m̶̶á̶̶s̶̶.̶)

—los vi, en el autobus. Casi la besas. Tú nunca iniciaste un beso, Tú ibas a iniciar el beso. TE GUSTA.

Sandy inconscientemente se alegra de que Nita no se encuentre en su casa.

Inconscientemente.

Consientemente se siente insultado porque ¿como va a ser eso posible?

—¡vamos Leon! Tu diste la apuesta, ¡si ibas a ser un hermano celoso entonces no hubieras apostado!

El encapuchado abre la boca, listo para agregar un comentario completamente falso, así que decide que es mejor dar un final

Odia las acusaciones sin sentido.

—creo que avanzamos mucho por hoy aparte tengo mejores cosas que hacer que escuchar sobre mi supuesto enamoramiento, así que mejor me voy. —él camina hacia la puerta, y se alegra de que Leon no lo haya seguido hasta esta. —y no me gusta tu hermana, así que calma tu capucha.

Y sin mas se va.

Y no, no está sonrojado, sólo enojado.

También en definitiva no está enamorado.