Capítulo 21: Tiempo
Miró su reloj con impaciencia, viendo el lento mover de sus manecillas, deseando tener alguna clase de súper poder que le permitiera adelantar el paso de los minutos.
O simplemente detener el tiempo.
Estaba nerviosa. Aunque intentara engañarse pensando que había repasado mentalmente lo que iba a decir las veces necesarias para sentirse segura, aún sus manos temblaban.
No estaba en una situación muy fácil. Pero era necesario. Por primera vez en muchos años necesitaba darse un espacio para entender sus sentimientos y encontrarse a sí misma. Nunca pensó que lo necesitaría, sin embargo, después de todo lo que había pasado, mantenerse en la misma situación la hacía sentir incómoda.
Como si de alguna forma se estuviera engañando a sí misma.
Suspiró. Sabía que alguien saldría lastimado.
Posiblemente todos saldrían lastimados.
¿Por qué los sentimientos eran tan complicados?
El sonido del timbre la sacó de sus ensoñaciones, proporcionándole escalofríos. Puso sus manos en sus rodillas antes de levantarse y respiró hondo, dejando salir suavemente el aire.
Tenía que hacerlo, ya no podía echarse para atrás.
Se lo debía a ella misma.
Abrió la puerta para conseguirse con un sonriente Daniel, vestido con una elegante camisa de finas rayas grises y un pantalón de pana negro, que hacía juego con sus zapatos.
Su sonrisa se mantuvo por unos microsegundos, antes de cambiar a una expresión de confusión, mientras detallaba a Jihyo con preocupación.
Pensó que la encontraría lista para salir a cenar, pero, en vez de eso, Jihyo se encontraba con un pantalón de chándal gris, unos sneakers negros y una sencilla franela azul cielo. Daniel verificó un momento la hora con su reloj de pulsera y confirmó que había llegado a la hora pautada.
Quizá Jihyo se sentía un poco indispuesta.
Si era así podrían quedarse en casa.
- ¡Hola Cariño! – la saludó Daniel aún desde la puerta.
- Hola Daniel – contestó nerviosa Jihyo, intentando mantener el ritmo de su respiración.
- ¿Te sientes mal? – preguntó preocupado Daniel – Podemos quedarnos en casa si quieres – continuó Daniel, mientras se inclinaba para besarla.
Pero Jihyo lo detuvo con un firme agarre en su hombro, ante la sorpresa del rubio.
- Daniel pasa – dijo Jihyo, haciéndose a un lado y permitiendo entrar a Daniel – Tenemos que hablar.
La expresión de confusión de Daniel se incrementó con las palabras de Jihyo, y en su mente empezaron a crearse múltiples vertientes de posibilidades por las cuales Jihyo parecía necesitar tener una conversación seria con él.
¿Sería posible que Jihyo se haya enterado de sus amoríos?
No lo creía, Jihyo no se veía molesta. Más bien, parecía estar nerviosa.
¿Quizá era que Jihyo estaba...?
¡No! ¡Eso era imposible!
Su cara empezó a palidecer, mientras observaba como Jihyo tomaba asiento en el sofá, invitándolo a sentarse frente a ella y evitando mirarle a los ojos.
- Jihyo... - pronunció Daniel, expectante, al ver como Jihyo parecía tomar aire, meditando.
Tenía que hacerlo. Tenía que tener valor.
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You are my sickness - Sahyo
Fiksi Penggemar-R E S U B I E N D O- ****** Los largos pasillos del hospital y las incontables guardias nocturnas eran el día a día de Sana. Con apenas tiempo para descansar, podría decirse que había descuidado su vida personal para dedicar ese tiempo extra en ayu...