A sus diecisiete años de vida, Joshua siente que no encaja.
La adolescencia es tan malditamente extraña que no está seguro de si le agrada o la odia, le molesta la confusión, le molesta no tener control sobre su propia vida y sobre sus emociones, es complicado, tan complicado que le molesta al punto de querer encerrarse en su habitación hasta que se le pase.
Se mira en el espejo y acomoda su corbata. Es su graduación, harán una fiesta y piensa ir, al menos tiene que hacerlo o Jun lo golpearía.
Se dirige hasta la cocina y ve una nota sobre la mesa 'Dinero para gastos' y una gran suma de billetes sobre la superficie de la misma. Suspira y toma algo de dinero que mete en su bolsillo.
Jun lo espera en la puerta de su casa y mentalmente está riendo porque la escena le recuerda a las películas románticas en las que el chico lleva a la chica a la graduación, el pensamiento se aleja rápidamente de su cabeza en cuanto se da cuenta de lo que está imaginando, se siente algo estúpido.
La noche avanza algo lenta para él pero las cosas toman un giro inesperado en cuanto sale a tomar aire y minutos después siente una presencia a su lado. Se gira y se encuentra con Jeonghan que le sonríe y se acerca a él. Puede notar que está ebrio, Jeonghan nunca ha sido bueno para ocultarlo, además de eso no deja de tambalear y se apoya en él para no tropezar.
Joshua lo ayuda mientras sujeta uno de sus brazos pero Jeonghan se deja caer sobre él, Joshua tiene la fuerza suficiente como para mantenerse de pie a pesar del peso que está encima suyo en ese momento, mira a Jeonghan confundido y el rubio no hace más que tomarlo por la nuca y besarlo.
Joshua está confundido por lo que no corresponde el beso de Jeonghan, lo aleja en cuanto se da cuenta de lo que está pasando y sus labios cosquillean un poco, su primer beso ha sido con el novio de uno de sus amigos.
A sus diecisiete años de vida, Joshua está confundido, no solo porque su primer beso ha sido con un chico, sino porque uno de sus amigos cercanos lo ha golpeado por besar a su novio.