—Jeonghan estaba ebrio —dice Jun alargando sus palabras mientras pasa un algodón por su ceja, Joshua tiene una mueca de dolor en el rostro pues el golpe que le ha dado Seungcheol no fue nada suave. Jun sonríe y luego suelta una leve carcajada, sabe que su amigo está ebrio también.
—Sí pero Seungcheol no tendría que haberme golpeado por eso, yo no lo besé —se queja y Jun sonríe divertido.
En realidad, lo que más le molesta a Joshua es pensar en que su primer beso ha sido así, ni siquiera le gusta Jeonghan, aún si es uno de los chicos más lindos de su salón, él no quería besar a Jeonghan.
—Seguro mañana se disculpe contigo, él también estaba algo ebrio —Jun sonríe y deja de pasar el algodón por la ceja de Joshua, al parecer ya ha terminado—. Entonces diste tu primer beso antes que yo —bromea y a Joshua no le sorprende ya que han hablado de su primer beso antes y se han preguntado quién de los dos lo daría primero, claramente Joshua imaginaba que ese sería Jun.
—No cuenta —dice Joshua molesto y Jun sonríe mientras lo toma de la mano y lo lleva fuera del baño. Es la casa de Joshua pero Jun se mueve como si fuera la propia, Joshua no se sorprende después de todo Jun pasa más tiempo ahí que en su casa.
—¿Entonces no quieres ganar? —Jun se dirige hacia la habitación de Joshua sin soltar su mano.
—No me interesa si no me gusta el beso —agrega al final y Jun suelta una carcajada.
La habitación está a oscuras y solamente la luz de la luna llena entra por la ventana, Joshua se siente extrañamente nervioso, no está seguro de por qué pero tampoco quiere saber.
—¿Y si hacemos una tregua? —oye la voz de Jun y siente ese cosquilleo incómodo en su estómago. Jun suelta su mano y Joshua se sienta en la cama mientras se quita el saco del traje. Se queda en silencio y espera a que su amigo continúe hablando—. Un empate.
—¿Cómo harás eso? —realmente no entiende las palabras de su amigo y se siente estúpido porque luego lo hará y se dará cuenta de todo.
Jun se acerca a él y Joshua se pregunta cómo hace para ver en esa oscuridad tan grande pues él a duras penas puede notar la sombra de su figura moviéndose en la habitación.
El más alto se para frente a él y estira sus manos mientras tantea en el aire buscando su rostro, al dar con él lo toma con torpeza y se inclina un poco. Joshua siente el aliento ajeno sobre su boca y se pone nervioso, no entiende qué sucede o por qué Jun está haciendo eso.
Jun junta sus labios y Joshua sabe en ese preciso momento que no quiere estar en otro lugar en el mundo, porque, por primera vez en su vida, su casa se siente cálida, por primera vez en su vida le gusta estar en su habitación encerrado, por primera vez en su vida siente que ésta tiene sentido.
Las manos de Jun están a los costados de su cabeza, acarician su piel con delicadeza y se siente estúpido porque Jun parece tener más experiencia que él. Entonces lleva sus propias manos a la cintura de Jun, que aún se encuentra de pie frente a él, y la acaricia sin despegarse del beso.
Sus labios arden, el calor empieza a recorrer todo su cuerpo y siente que sus piernas comenzarán a temblar en cualquier momento, está besando a Jun o al menos Jun lo está besando a él y se siente bien, tan bien que casi es como si le devolviera las ganas de vivir que ha perdido hace mucho tiempo.
Su ser entero se siente extraño, como si cada célula en su interior estuviera vibrando, el tacto de Jun se siente intenso aún si está siendo suave y cuidadoso, le gusta tanto que se quiere morir y no sabe por qué, aquel sentimiento es increíble e indescriptible.
Siente un enorme vacío en cuanto Jun separa sus labios y sonríe contra su boca, no puede verlo pero lo siente. Jun acaricia el cabello de su nuca y Joshua cree que va a darle un infarto si su corazón late más fuerte.
—Ahora ganamos los dos —susurra antes de acomodarse en la cama y dormirse.
A sus diecisiete años de vida, Joshua ha dado su segundo beso en su vida y en esa noche con su mejor amigo.