Esto No Estaba En Mis Planes - SHADAMY

Alcohol

NARRA AMY:

Otro día aburrido en Green Hill. Y digo aburrido porque realmente todo se volvió aburrido aquí. Bueno, casi todo.

Luego de que Eggman desapareciera tan misteriosamente y sin dejar rastro hace aproximadamente cuatro años, todo en este lugar se volvió un bucle de aburrimiento.

¿Que pasó con el Sonic Team?. Bueno, no es que esté orgullosa de haberme separado de ellos, es más, hasta puede que extrañe trabajar con ellos, nada fuera de lo común.

¿Porque me separé del Team?. Una pregunta algo fácil de responder, al menos considerando a la actual pareja del erizo azul. Si, algo que todos esperaban que pasara, no fue una sorpresa no para mí cuando presentó a la ardilla sin previo aviso en una de nuestras reuniones, más específicamente en la que celebramos la desaparición de Eggman, el cual el Team creía que se había rendido.

Pero yo sé que no es así.

Sé que algo pasa.

Sé que algo trama.

Pero en fin, estos cuatro años sin trabajar con mis amigos han sido bastante duros para mi. Al menos eso no significa que no pueda verlos de vez en cuando.

O al menos a la mayoría.

Y aunque al no estar en el Team implica pasar menos tiempo con ellos, siempre buscan la manera de verme y salir conmigo, a pesar de lo mal que le caígo al erizo azul.

–Amy, ¿Te encuentras bien? —La voz de Cream me sacó de mis pensamientos- ¿No escuchaste? Mamá te ha llamado.

–Lo siento, Cream. Estaba pensando en algunas cosas —Respondo apenada— Iré a ver qué necesita Vainilla.

Me levanto del cómodo sillón y me dirijo a la cocina, en donde me encuentro a Vainilla terminando de lavar los platos de la cena.

–¿Me llamabas, Vainilla?

–Oh si, Amy. Knuckles me llamó hace unos minutos para preguntarme por ti. Al parecer tienes el teléfono apagado —Me lanza una mirada burlona, Knuckles debe estar arrancándose las púas preocupado por mí paradero. ambas reímos al pensar en ello.

–Creo que es hora de irme o mi hermanito estará encantado de venir a buscarme con su cara de limón chupado —Me despido de la mamá coneja con un abrazo y seguidamente fui a despedirme de Cream.

–¿Cuándo volverás? —Me pregunta la conejita de 16 años.

–Quiza el fin de semana. Tengo mucho trabajo que hacer.

–Esta bien, llámame ¿Vale?

–Lo haré —Digo algo triste por tener que despedirme de ella, no la volvería a ver hasta unos cuantos días.

Me encaminé por las calles oscuras y solitarias de la ciudad. Las luces de los edificios y postes convertían a la ciudad en un hermoso paisaje nocturno y moderno digno de ser admirado.

Observé la hora. 10:26 pm.

Knuckles seguramente estará echando espuma por la boca.

Y lo entiendo, desaparecí durante todo el día desde tempranas horas sólo para estar con Cream, ni siquiera le avise que iba a salir. Soy una pésima hermana, lo sé.

Pero debería estar tranquilo, digo, tiene a Rouge a su lado, no quiero ni imaginar en lo que aprovecharon de hacer durante mi ausencia. Wakala.

Mientras voy pensando y caminando sin muchas prisas miro a ambos lados de la calle para luego meterme en un pequeño bar. Me quito el abrigo y me siento en un banco de madera que hay frente a la barra.