Esto No Estaba En Mis Planes - SHADAMY

Coartada

SHADOW:

Una voz conocida se escuchó por su comunicador. Me encontraba lejos pero pude escuchar gracias a mi audición perfecta. ¿Acaso ese era...?

–¿Joe? —No estaba seguro, pero aprecia un poco nerviosa, aliviada... Extraña.

–Amy, que gusto poder hablar contigo. Hace ya rato que no pasas por el bar y quería saber de ti. Hay mucho trabajo, ¿Sabes?

–Mucho... ¿Trabajo?

–Agradece que somos colegas, te dejé descansar un poco estos días para que bebieras un poco en el bar, pero hay que regresar señorita —Mencionó divertido, ¿Está diciendo que Rose trabaja ahí?

Imposible, tanto dinero no puede venir de ese lugar.

¿Verdad?

–Oohh, cierto. Lo siento mucho, Joe. No sucederá de nuevo —Rose estaba tranquila ahora, parece que sabía que ese tipo la llamaría para reñirle por no presentarse en el trabajo.

–Y esos ahorros que tienes, guarda más para las vacaciones, serán muy pronto —Su risa me desconcierta, ¿Me he equivocado con Rose? No, yo nunca me equivoco. Pero todo tiene sentido, trabajar durante años en un bar, que Rose falté y se emborrache, que su jefe sea su colega y le ayude con ahorros... Grandes ahorros, no dudo que Amy trabaje temporalmente en otras cosas ahora.

Miré al suelo pensativo, creo que he sido demasiado paranoico, pero no significa que deba apartar la mirada de esa bola rosa, uno nunca sabe.

Si, sólo es por eso.

–Nos vemos mañana entonces, pequeña —Colgó y Rose se cruzó de brazos mirando al estanque de agua y a los Chaos que se encontraban ahí, el atardecer le daba un toque naranja a ese pelaje rosa, su cabello amarrado en una coleta baja se meneaba un poco por el viento y más que cruzarse de brazos, se abrazaba a sí misma, creo que tiene frío.

–Tu olor te delata —Murmuró vagamente mientras giraba un poco la cabeza, sin llegar a mirarme.

Me sentí expuesto por unos milisegundos, pero me acerqué a ella y me pose a su lado cruzando mis brazos mirándola fijamente, buscando un punto de quiebre que me haga entender lo que pasa con ella... Y conmigo.

–Escuchar conversaciones ajenas se ha vuelto tu hobby favorito —Me miró sería, ese rostro que tendía a mostrar una sonrisa ahora siempre lleva su entrecejo fruncido, siento una pequeña sensación de desagrado al pensar en ello, miro al frente para no mostrar lo que pienso.

–Esconder que eres camarera... ¿Por qué ocultar un trabajo que te ha hecho ganar tanto dinero?

–Trabajar nunca fue mi fuerte, no quiero a mis amigos merodeando Joe's para que un día me encuentren sin querer en un día libre borracha —Me miró serena— Cómo tú.

Los recuerdos de esa noche volvieron a mi mente como un cometa, la sensación de tocar su piel fue algo que quisiera volver a hacer.

Si tan solo supiera el por qué.

–De nada —Respondí a secas, fingiendo que entendí un "gracias" aunque sabía que ella quería profundizar en ese tema. Yo no.

Se sentó en una roca mirando el cielo, que empezaba a teñir de negro lo que antes era un color naranja hipnotizante.

–Me debías una por eso, ¿Recuerdas?

¿Por qué demonios dije eso?

Ella me miró sorprendida, era entendible, hasta yo lo estaba.

–¿Cuanto quieres?

Puf

–Eso me ofende, tengo más dinero que tú en tu tonta cuenta de ahorros.