¿Qué hice?

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AMY:

Paré frente al espejo del baño admirando mi reflejo. ¿Cómo había llegado aquí? ¿En qué momento lo que parecían misiones cualquieras con Scourge y Rouge se convirtieron en algo más?

¿He perdido mi propósito?

Antes me hubiera importado muy poco lo que pensaran Silver o Blaze... O Shadow.

Anoche tuve ese comportamiento tan extraño, hoy me arrepiento, me habrá visto como una cualquiera o algo así. Creo que pensé con el cerebro equivocado, mi zona íntima palpita solo de pensar en su pecho agitarse con mi presencia.

Sacudí mi cabeza con fuerza como si de esa manera me desprendiera de esos pensamientos.

Me lavé los dientes con fuerza, mis encías sangraban pero mi mente estaba enfocada en olvidar a Shadow y centrarme en el día que me esperaba.

Estuve lista unos 10 minutos después de esa ráfaga de pensamientos intrusivos, enseguida bajé al salón y me encontré con mi casa totalmente vacía, totalmente gris, totalmente blanca.

Cómo quisiera que mi mente estuviera así de blanca también.

No tendría problemas con Scourge, si eso se preguntan.

Digamos que... Hubo un pequeño acuerdo.

"Me debes una y más te vale que se cobre"


No se merece mi misericordia, pero aprendí a pensar con el interés y no con la humildad.

Soy una buena chica. ¿No?

–Muy bien querida Amy, hoy es el día en el que meterás a tu amigo Joe en problemas serios, aún más de los que está —Dije para mí misma mientras cogía mi chaqueta y mis llaves— No puedo creer que haga esto —Murmuré. Más que enfadada con Eggman, estaba enojada conmigo por ser tan obvia, no volvería a pasar, de eso me encargaba yo.

Me fui al garaje a por mi moto, sólo tenía que ir al bar, hablar con mi querido amigo bartender y planear algo, una coartada o algo.

No pude abrir la puerta porque ese olor a menta y canela me paralizó, di dos pasos hacia atrás con la mano aún extendida para coger el pomo de la puerta.

Shadow.

¿Shadow?

...

¡Shadow!

Oh, santa mierda.

Me quedé ahí esperando a que mi olfato se equivoque. Su olor debió quedarse impregnado en mi chaqueta anoche. Me olfatee cual perro y sentí que si alguien miraba mi cara de horror me tomaría una sesión de fotos para una revista de Halloween.

¡No, no, no!

Vamos a ver, Amy. Sólo tienes que coger tu gordo trasero y llevarlo a la moto, tal vez solo te está siguiendo. Tal vez no se tragó lo de ayer —Pensé rogando para que mi subconsciente tuviera la razón.

Y completamente ilusionada abri la puerta, dejándome sin aliento ver al ansioso erizo negro esperándome encima de mi moto con esos pantalones oscuros y esa camisa ligeramente desabotonada.

¿Hace calor, no?

–¿Que qué hago aquí, no? —Seguía paralizada— Te acompañaré al bar.

Esto No Estaba En Mis Planes - SHADAMYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora