Despertó de golpe, de nuevo, la habitación estaba obscura las cortinas retenían la luz del exterior dando un aire fresco en el ambiente que, junto a las sábanas frías era como estar en el cielo en un día caluroso.
El sentimiento no duro mucho, poco tiempo después su sábana salió volando hacia sus pies y las cortinas se abrieron bruscamente, gimió en protesta dirigiendo su mirada con mal humor, ya sabía de quien se trataba.
Y tenía razón, era absol, al igual que siempre.
—eres mala...— empezó con un cansado puchero, absol puso los ojos en blanco y mordió el pie de su entrenador con fuerza— ¡¡ah!!— gritó por el fuerte pinchazo de los colmillos alejando rápidamente su pie de la criatura— serás...—gruñó enojado mientras absol se dirigía a despertar a Satoshi—mujeres...—soltó resignado.
Se levanto de la cama de un salto, sorprendentemente tenía más energía que ayer. Se dispuso a arreglar su cama mientras unos destellos amarillos coloreaban la habitación junto a ronquidos y gritos desesperados de su amigo el cual no quería dejar la cama.
Su celular empezó a vibrar junto con un sonido de rotom buscando atención, al estar haciendo la cama su celular se había perdido entre las mantas sin poder ser encontrado. Después de revolviendo las mantas como loco buscando su celular este había volado hacia absol la cual pudo agarrarlo sin problema alguno.
—¡gracias absol! —corre rápidamente hacia ella tomando el celular para atender la llamada—¿h-hola? —preguntó cansado sin saber de quién era la llamada.
—¡al fin! —era el profesor—Te he estado llamando desde hace rato—.
—lo lamento, acababa de despertar— rio nervioso sin saber que más decir— ¿por qué me llamaba?
—llamaba porque ya he hablado con la presidenta del paraíso Æther, Lusamine. Hemos acordado que se verán hoy a la tarde en la cámara heptagonal de ciudad Artejo, empiecen a prepararse cuanto antes.
—bien—asintió emocionado, de acuerdo al arreglo propuesto.
—una cosa más, ¿cómo está el lapras? —preguntó serio.
—de hecho, anoche hablé con Cathy. Al parecer enseñarle a nadar completamente tardaría como una semana así que tendré que dejarlo aquí durante ese tiempo— habló con pena.
—entiendo, es lo mejor—habló apenado con una sonrisa—Llámame en cuanto te encuentres con la presidenta—.
—delo por hecho—grito decidido mientras colgaba—más te vale haberlo escuchado con atención—habló con rabia a su compañero adormilado, al parecer su llamada ha estado en altavoz todo el tiempo.
—si, si. —al parecer su mal humor había contagiado al otro haciendo que un aire tenso contagiara la habitación.
—Me daré una ducha mientras te terminas de despertar. Vigílalo—señaló a su absol depositando su confianza en ella para el trabajo—si empieza a molestar dale comida, pero no te excedas, iremos a desayunar en 15—aclaró mientras mandaba un mensaje en su celular, luego del aviso fue rápido al baño para asearse.
Al salir del baño lo primero que se encontró fue a un Satoshi con algunas sobrecargas, listo para asearse y salir. Se apartó del camino y dejo que este fuera a la ducha—tienes 8 minutos— habló prestando atención a su celular, al recibir una respuesta positiva suspiró y se sentó en el suelo con la pared como espaldero.
Aún estaba algo cansado, con ojeras y hambriento algo que no le preocupa demasiado. Buscaba en su celular nuevos reportes sobre apariciones cuando un fuerte sonido inundó la habitación, con un sobresalto sus ojos nadaron hacia las paredes tratando de encontrar el origen.
Se levanto del suelo y fue hacia el balcón el cual no se veía por culpa de las cortinas, al moverlas se encontró con un pequeño pajarillo tirado en el suelo del balcón, era azul, con una mancha amarillenta en el pecho y detalles negros.
Abrió la puerta de vidrio para ver mejor al ave, se arrodillo frente a él y le sonrió—hola pequeño—hablo dulcemente mientras extendía sus manos para tomarlo—hay que tener mala suerte...—se levantó con cuidado, se adentró en la habitación y lo colocó en una de sus almohadas.
La pequeña ave empezó a piar a causa de su herida—tranquilo, déjame revisarte—tomo sus alas con cuidado para revisarlas así pudiendo verificar que una de estas estaba rota, suspiró y tomo su mochila en busca de vendas—se siente como un dejabu...—envolvió las vendas en el ala del ave con tranquilidad mientras este piaba.
—listo, ahora veamos—dirigió su SmartRotom hacia el para ver de qué se trataba "rookidee pokemon azulillo, tipo volador. De naturaleza valiente, planta cara a cualquier rival, por muy fuerte que sea. Los contraataques que recibe le sirven para fortalecerse."—interesante—.
—Ya estoy lis—detuvo su habla al ver al pequeño pájaro—¿y eso?
—¿eh? Ah, sí. Chocó con la ventana hace varios minutos—hablo indiferente mientras guardaba las vendas y sacaba una pokeball—ven—golpeo suavemente al rookidee con la pokeball absorbiendo a este en cuestión de segundos, al atraparse sus datos fueron guardados en la pokedex mientras Gou solo bostezaba—ya estás ¿no? —.
—si—respondió con la energía de siempre.
Tomaron sus mochilas y salieron de la habitación paseando por los pasillos tomaron el ascensor hasta llegar a la planta baja donde en la recepción se encontraron con su compañera de viaje, Koharu.
Caminaron junto a ella de forma tranquila hasta llegar a una distancia en la que pudieran hablar mejor con ella—¿vamos a desayunar? —preguntó Satoshi algo inquieto por el hambre.
—solo piensas en comida—bufó—bien, vamos—los tres salieron del hotel para dirigirse a un restaurante cercano.
—que hambre˜—se quejó el de gorra, mientras Koharu ponía los ojos en blanco—¿tú también tienes hambre, Gou? —dirigió su vista hacia su compañero el cual estaba pegado al celular viendo los datos de rookeedie.
Se sobresalto al darse cuenta de que le dirigían la palabra, frunció el ceño y habló—bueno, en realidad yo- —fue interrumpido por la pelirroja antes de terminar la frase.
—en realidad, tú tienes tanta hambre que hasta te gruñen los huesos y estas muy emocionado por desayunar y jamás descuidar tu salud— hablo Koharu con una gran sonrisa en el rostro acompañado de una voz alta y sarcástica—¿o me equivoco?
Su tono era tan oscuro que envió un escalofrío a Gou—n-no— respondió con miedo.
—bien, sigamos—recompuso sus pasos hacia el restaurante nuevamente con una sonrisa mientras Gou suspiraba y Satoshi seguía a la chica.
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Solo diré una cosa, que capítulo de mierd-
lamento no haber subido un capitulo la semana anterior, pero ya esta aquí el capitulo 8 yay...
como ya termine las clases intentaré escribir los mas que pueda esta semana.
para despedirme les dejaré un dibujo de Gou con un aufit que me fascina.
Nos vemos personitas arcaicas!
Publicado el 9 de noviembre del 2021
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Luz de luna
DiversosEsta es una historia sobre el ship de Gladio y gou, si no te gusta por favor no hay necesidad del hate, pero si sientes curiosidad bienvenido seas y espero que esta historia te atrape. Los personajes de historia canónica pertenecen a la serie de ani...